El debate abierto sobre el futuro de la UE agrava la crisis en el eje franco-alem¨¢n

'Cuando el motor franco-alem¨¢n no gira a plenas revoluciones, Europa balbucea', ha comentado Moscovici. 'Necesitamos una discusi¨®n franca y amistosa para redefinir nuestra cooperaci¨®n, para reactivarla', a?adi¨® s¨®lo unas horas antes de que hoy por la noche se entrevisten cerca de Estrasburgo el canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, y el presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, acompa?ados de sus ministros de Exteriores. El jefe de la diplomacia alemana, Joschka Fischer, calific¨® ayer de 'irremplazable' el eje Berl¨ªn-Par¨ªs.

'La cumbre de Niza fue el final del eje franco-alem¨¢n, pero la crisis parece ir en aumento', afirma un alto cargo de la Comisi¨®n en Bruselas. En estas semanas, las discrepancias se han concretado en dos aspectos fundamentales para el futuro de la UE: la conveniencia o no de redactar una Constituci¨®n com¨²n y la apuesta por una Europa federal. En Niza se acord¨® que, para el a?o 2004, la Uni¨®n definir¨¢ cuatro aspectos fundamentales: la delimitaci¨®n de competencias entre la UE y los Estados; el alcance jur¨ªdico de la Carta de Derechos Fundamentales; la simplificaci¨®n de los tratados, y la funci¨®n de los parlamentos nacionales 'en la arquitectura europea'.

El debate ya se ha iniciado, porque de las cumbres europeas de junio en Goteburgo (Suecia) y de diciembre en Laeken (B¨¦lgica) saldr¨¢n ya los primeros informes oficiales al respecto. El presidente de la Comisi¨®n, Romano Prodi, ya ha hecho un solemne llamamiento para hacer 'una revisi¨®n fundamental' del proyecto sobre el futuro de Europa y ha insistido en que ese futuro debe estar basado en una mayor fortaleza de las instituciones europeas frente a los Estados. El pr¨®ximo d¨ªa 5, el Ejecutivo comunitario mantendr¨¢ una reuni¨®n especial para debatir, entre otras cosas, esas l¨ªneas generales sobre el futuro de la UE.

Schr?der, por su parte, ya ha dejado clara su apuesta por una Carta Magna europea, por 'una ley b¨¢sica' com¨²n para todos los europeos, en l¨ªnea con el discurso de su ministro de Exteriores, Joschka Fischer, de mayo del a?o pasado en la Universidad de Humboldt. El canciller ha sido netamente apoyado por Prodi, para quien la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, aprobada el a?o pasado, debe ser 'la primera parte de ese proceso constitucional'. Pero a la vez, Schr?der ha incidido en su idea de un proyecto federal para Europa, en su visi¨®n de unos 'Estados Unidos de Europa'.

Ambos planteamientos no s¨®lo cuentan, como ya se sab¨ªa, con el frontal rechazo de los brit¨¢nicos o de los pa¨ªses n¨®rdicos. En los ¨²ltimos d¨ªas, diversos dirigentes franceses han dejado claro tambi¨¦n que Par¨ªs no est¨¢ dispuesta a ceder buena parte de su soberan¨ªa nacional a favor de la UE. As¨ª, Moscovici ha comentado que quiz¨¢s sea conveniente abrir el debate sobre un proceso constitucional europeo, pero s¨®lo en el marco de unos Estados-naci¨®n, es decir, en el seno de un proyecto de la 'Europa de los Estados', la f¨®rmula que propugna Chirac y el primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, quien la noche del lunes se reuni¨®n con Schr?der. 'Ni ustedes ni nosotros trabajamos para crear un super-Estado europeo que reemplace a nuestras naciones-Estado', se?al¨® el a?o pasado Chirac ante el Bundestag.

El debate no ha hecho m¨¢s que comenzar, pero, como coinciden en se?alar distintos observadores en Bruselas, arranca con el precedente negativo de Niza. All¨ª, Berl¨ªn reclam¨®, y logr¨®, m¨¢s peso en la UE pese a la oposici¨®n de Par¨ªs, y la tensi¨®n entre pa¨ªses grandes y peque?os elev¨® la discusi¨®n a enfrentamientos personales.

Crisis de liderazgo

La discusi¨®n se lanza, adem¨¢s, en plena crisis de liderazgo en la Uni¨®n, cuando ni el presidente del Ejecutivo europeo ni los distintos jefes de Estado o Gobierno aportan ideas originales sobre el futuro europeo, a?aden las mismas fuentes. Los procesos electorales de Francia y Alemania del a?o pr¨®ximo tampoco favorecer¨¢n el debate. No s¨®lo eso. Como apuntan diversos altos cargos comunitarios, ser¨¢ dif¨ªcil encauzar las discusiones en un momento en el que la UE se ve desbordada por problemas como el de las vacas locas, ya que buena parte de los Quince han defendido sus intereses nacionales.