"No me da miedo la palabra federal. El euro es ya decisi¨®n federal"
Michel Barnier, el comisario de Pol¨ªtica Regional encargado tambi¨¦n de las reformas institucionales en la UE, representa una de las voces m¨¢s cr¨ªticas en el Ejecutivo europeo con el reciente Tratado de Niza. 'Es un texto de corto plazo', asegura este ex ministro franc¨¦s, de 50 a?os, en su despacho de Bruselas. Hoy, Barnier es uno de los m¨¢s destacados impulsores del debate sobre el futuro de la Uni¨®n. No s¨®lo se muestra partidario de elaborar una Constituci¨®n com¨²n para la UE, sino que a?ade que no tiene miedo alguno a pronunciar la palabra 'federaci¨®n'.
Pregunta. Usted ya advirti¨® que los resultados de la cumbre de Niza ser¨ªan insuficientes. Ahora son muchos los que coinciden con esa opini¨®n.
Respuesta. Estaba convencido de que no tendr¨ªamos una gran reforma y efectivamente vimos que falt¨® voluntad para decidir temas importantes y claves antes de hacer la ampliaci¨®n. Sin embargo, el Tratado de Niza no ha sido in¨²til. Conlleva avances positivos, pero ha faltado ambici¨®n. Es un tratado de corto plazo. La prueba de que los propios jefes de Gobierno han considerado no haber cumplido toda su tarea es que en la misma cumbre se decidi¨® abrir un debate constitucional muy importante.
P. ?Demostr¨® Niza que hay todav¨ªa un peso excesivo de los Estados en la UE?
R. La UE se compone de Estados-naci¨®n. El problema est¨¢ en ir m¨¢s all¨¢ de los intereses nacionales.
P. ?En qu¨¦ medida est¨¢ influyendo despu¨¦s de la cumbre la falta de entendimiento franco-alem¨¢n?
R. Soy consciente de la importancia de la relaci¨®n franco-alemana. Es necesaria, pero no suficiente.
P. ?C¨®mo debe ser esa nueva relaci¨®n?
R. Tiene que ser reinventada y reconstruida siendo fieles al pasado, pero tambi¨¦n teniendo en cuenta las realidades de hoy y las de ma?ana. Pero para que sea s¨®lida no puede limitarse a ello, sino que debe ampliarse a otros pa¨ªses.
P. El presidente de la Comisi¨®n, Romano Prodi, apuesta por las tesis alemanas, por la Europa federal.
R. Prodi se expres¨® durante la negociaci¨®n del tratado y continuar¨¢ haci¨¦ndolo en el marco de su funci¨®n, pero no para sustituir a los Estados miembros. La Comisi¨®n tiene que mantener su posici¨®n, su cometido singular de impulsor de la Uni¨®n Europea.
P. ?Pero qu¨¦ recomendaciones sugiere la Comisi¨®n?
R. Contestar¨¦ a t¨ªtulo personal. El m¨¦todo comunitario es el ¨²nico que permite una mayor integraci¨®n. Me inquieta y me preocupa un cierto retorno al m¨¦todo intergubernamental que estuvo muy presente entre los l¨ªderes europeos en Niza, sobre todo en lo que se refiere al derecho de veto. Actualmente, el derecho de veto es el instrumento del m¨¦todo intergubernamental. Es una fuente de impotencia colectiva y de debilidad. La Comisi¨®n puede proponer, por ejemplo, un mejor funcionamiento del Consejo de Ministros de la UE. Se podr¨ªa, por ejemplo, plantear un Consejo de Asuntos Europeos con ministros del ramo que residieran en Bruselas y prepararan el trabajo de los otros consejos. El alto representante de la UE deber¨ªa formar parte de la Comisi¨®n, como vicepresidente, por ejemplo. La elecci¨®n del presidente de la Comisi¨®n tambi¨¦n ser¨ªa otra propuesta para fortalecer su legitimidad.
P. ?Prodi no tiene legitimidad ciudadana?
R. No hay que personalizar. El actual presidente tiene una doble legitimidad indirecta recibida del Consejo y del Parlamento. Otra idea podr¨ªa ser estudiar la manera en la que los Parlamentos nacionales est¨¦n m¨¢s ligados a la arquitectura de las instituciones comunitarias. Los Parlamentos nacionales tienen cosas que decir. No estoy pensando en una segunda C¨¢mara; ya existe, es el Consejo. Pero se podr¨ªa imaginar que en algunos temas de debate de las reuniones de ministros de Exteriores, el ministro de un Estado miembro estuviera acompa?ado por un representante de su Parlamento nacional.
P. Usted suele hablar de soberan¨ªa europea y evidentemente hay que citar la posibilidad de que haya una Constituci¨®n. ?Est¨¢ a favor de este proyecto?
R. Soy partidario. Sin embargo, la palabra Constituci¨®n no se traduce de la misma manera en todos los idiomas, los pa¨ªses o los partidos. Unos creen que una Constituci¨®n puede limitar las tareas de la Uni¨®n. Otros la ven como una manera de decidir qui¨¦n hace qu¨¦ en el seno de la UE. Y finalmente hay quien ve en ese proyecto una forma de ir mucho m¨¢s lejos y de empezar un debate sobre una verdadera federaci¨®n europea.
P. ?Usted es partidario de llegar a este proyecto federal?
R. No me da miedo la palabra. De hecho, el euro es ya una decisi¨®n de tipo federal. Sin embargo, no hay que cerrar el debate sobre la concepci¨®n del futuro de Europa sobre una palabra. Sobre todo si no encuentra la misma traducci¨®n. Prefiero atenerme a la palabra comunidad. Somos una comunidad de Estados-naci¨®n, y en la UE seguir¨¢ habiendo una parte comunitaria, una parte nacional y una parte intergubernamental, y hay que preservar la originalidad de este proyecto.
P. ?Cu¨¢ndo se podr¨¢ tener una idea m¨¢s clara sobre el futuro de la UE?
R. El momento y la ocasi¨®n para saberlo ser¨¢ el a?o 2004. Si entonces no cambiamos nada o hacemos s¨®lo peque?os ajustes, como en Niza, no podremos ir mucho m¨¢s lejos.
P. ?D¨®nde se pueden fijar las fronteras entre las competencias de los Estados y las de la Uni¨®n?
R. Es mucho m¨¢s dif¨ªcil expresarlo que hacerlo, pero hay que hacer este ejercicio. Es m¨¢s bien un ejercicio de calificaci¨®n y de articulaci¨®n de competencias. Est¨¢ tambi¨¦n el problema de separar las competencias nacionales y las regionales, pero ¨¦se no es un problema de Bruselas. Hoy existe una zona gris entre las competencias nacionales y las comunitarias y necesitamos hacer una reflexi¨®n en t¨¦rminos jur¨ªdicos.
P. ?Tendr¨¢n que participar los Gobiernos regionales en ese proceso?
R. En cualquier caso van a dar su opini¨®n. Pero el papel y el objeto de la Constituci¨®n europea no es decir a los Estados miembros lo que tienen que hacer dentro de sus fronteras y de su organizaci¨®n.
P. En algunos pa¨ªses, como Espa?a, es muy probable que el debate m¨¢s intenso se produzca a la hora de delimitar las competencias entre el Gobierno central y las regiones.
R. No es en Bruselas donde hay que decidir el nivel de autonom¨ªa, de descentralizaci¨®n en cada pa¨ªs. Esto tiene que decidirlo cada pa¨ªs. Yo no soy partidario de una Europa de las regiones que sustituya a una Europa de las naciones. Sin embargo, s¨ª que se reconozca m¨¢s el fen¨®meno regional en algunas pol¨ªticas.
P. ?El m¨¦todo utilizado en la conferencia intergubernamental en Niza sigue siendo v¨¢lido?
R. Creo que el m¨¦todo actual de la conferencia intergubernamental ha marcado sus l¨ªmites. En el futuro hacen falta conferencias intergubernamentales m¨¢s breves y decisorias, y antes tiene que haber otros ¨¢mbitos de debate m¨¢s abiertos. De 2002 a 2004 hay tiempo suficiente para hacer un debate amplio en un marco particular en el que participen los Parlamentos nacionales, las instituciones comunitarias.
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