FRAGA Y EL GRAN TEMPORAL
La ca¨®tica gesti¨®n de las 'vacas locas' ha puesto al presidente de la Xunta, por vez primera, a la defensiva. Tras la llamada 'd¨¦cada prodigiosa', de repente Galicia parece sumida en la depresi¨®n y la crisisLa ca¨®tica gesti¨®n de las 'vacas locas' ha puesto al presidente de la Xunta, por vez primera, a la defensiva. Tras la llamada 'd¨¦cada prodigiosa', de repente Galicia parece sumida en la depresi¨®n y la crisis
En meteorolog¨ªa existe un l¨ªmite llamado 'el umbral del aviso'. En cuatro meses, desde octubre de 2000 a final de este enero, el viento, la lluvia, el mar de fondo, y alguna vez la nieve en el interior monta?oso, han traspasado en Galicia en 69 ocasiones 'el umbral del aviso'. El siguiente paso es la alerta. Los meteor¨®logos gallegos est¨¢n cumpliendo su misi¨®n. Controlan el rumbo de los elementos. Pero hay otros temporales que sacuden Galicia y no guardan relaci¨®n con el clima. La ca¨®tica gesti¨®n de la crisis de las vacas locas, entre otras depresiones, ha puesto a Manuel Fraga, por vez primera en su tierra, en 'el umbral del aviso'.Ven¨ªamos de una 'd¨¦cada prodigiosa', seg¨²n la propaganda de la Xunta, y de repente Galicia parece un laboratorio de 'la sociedad del riesgo'.
?EST? FRAGA CANSADO, DESARBOLADO POR EL TEMPORAL Y LA DESATENCI?N DEL 'GOBIERNO AMIGO'?
Clima y crisis se mezclan en la atm¨®sfera cotidiana. En el fondo de la pantalla, las isobaras del tiempo tienen una lectura cr¨ªptica, como cuando la presentadora de TVG dice: 'El Sol nos sonr¨ªe entre nubes'. La alusi¨®n al temporal ha ido adquiriendo un doble sentido. Una observaci¨®n inocente, como 'Nunca llovi¨® que no escampara', puede conducirte a un debate en el caf¨¦. Los del cambio de milenio han sido d¨ªas de perplejidad, tambi¨¦n en el campo conservador. Manuel Fraga fue proclamado candidato a la presidencia de la Xunta por el Partido Popular ayer, s¨¢bado, pero antes, el lunes 29 de enero, tuvo que superar una moci¨®n de censura, transmitida en directo, como un inquietante parte meteorol¨®gico nunca antes o¨ªdo. Despu¨¦s de tres victorias consecutivas por mayor¨ªa absoluta, y en v¨ªsperas de ser proclamado a la manera teocr¨¢tica, Manuel Fraga descubr¨ªa al pueblo gallego un flanco, para desconcierto de incondicionales: '?Yo no soy B¨®reas, yo no gobierno el viento!'.
Me he ido a la busca de B¨®reas y lo he encontrado en el antiguo fin de la Tierra. Como la m¨²sica wagneriana, el invierno tiene en Finisterre instantes brillantes y cuartos de hora terribles. B¨®reas, dios del viento norte, tributario de Eolo, hijo de Asteo y de la Aurora, se ha hartado aqu¨ª de cruzar 'el umbral del aviso', con rachas de m¨¢s de cien kil¨®metros por hora. Entre sus objetivos menores, al parecer, figuraba arrancar el r¨®tulo del restaurante Don Percebe. Y lo consigui¨® la noche del s¨¢bado 27 de enero. Luisa Rivas, la propietaria, no pudo dormir por culpa de esas r¨¢fagas de m¨²sica apocal¨ªptica que abrazaban mar y tierra. Luisa, de 43 a?os, tuvo tiempo de repasar la odisea de su propia familia, una par¨¢bola del ¨¦xodo gallego. Sus t¨ªos, que ten¨ªan secaderos de congrio, huidos a M¨¦xico por causa de la guerra. De sus siete hermanos, seis emigraron a Suiza o Alemania. Ella misma se march¨® a los 15 a?os y trabaj¨® otros tantos de camarera en un hotel de la estaci¨®n de monta?a de Adelboden. En aquel paisaje id¨ªlico aprendi¨® alem¨¢n e italiano, pero nunca se desliz¨® por la nieve con unos esqu¨ªes. Hace trece a?os se cas¨® con Manuel Pichel, un pescador de Finisterre. Abrieron el restaurante con buen pie. La especialidad, por supuesto, el pescado y el marisco. Pero en las ¨²ltimas fiestas navide?as, como muchos otros locales, permaneci¨® cerrado. 'Otros a?os eran buenas fechas, sobre todo para la gente de aqu¨ª. Pero este a?o, ni hab¨ªa pescado ni hab¨ªa gente'. Dice que est¨¢ habiendo 'mucha necesidad', que muchos j¨®venes vuelven a marcharse fuera de Galicia. Ella es de car¨¢cter muy optimista. 'Como todas las gordas, soy alegre, le sonr¨ªo al mal tiempo'. Pero no es f¨¢cil encontrar otro optimista en la comarca.
El temporal interminable ha arrancado de cuajo las sonrisas y un trozo de la carretera que lleva al mitol¨®gico cabo del Fin del Mundo. Mucha gente duerme intranquila en la costa gallega. No es s¨®lo el bravuc¨®n B¨®reas el que les quita el sue?o. Los pescadores apenas han podido salir a faenar en cuatro meses, sin ninguna ayuda econ¨®mica que les compense. En algunos supermercados y tiendas se vende al fiado. Hay municipios en la Costa da Morte, como Camari?as y Carnota, en donde la juventud parece desaparecida. Y en gran parte lo est¨¢. Se cuentan ya por miles los j¨®venes que se han ido a trabajar a la construcci¨®n y la hosteler¨ªa en Canarias. En medio de los frecuentes cortes de luz, con un suministro el¨¦ctrico que se dir¨ªa tendido con pinzas, se est¨¢ produciendo un silencioso apag¨®n humano.
'?Hay que decirlo! Hay gente que est¨¢ pasando hambre', denuncia con rabia el alcalde de Laxe, Ant¨®n Carracedo. Los continuos temporales son la causa inmediata de esta penuria. Pero, sostiene Carracedo, la pesca de bajura est¨¢ en una fase ag¨®nica. 'No se hizo a tiempo lo que se ten¨ªa que hacer, y ahora es tarde. La gente aguantar¨¢ hasta la jubilaci¨®n. A los j¨®venes hay que buscarles una salida en tierra'. Los estudiosos del clima, en el Centro Meteorol¨®gico Territorial de Galicia, consideran que este periodo de temporales de cambio de milenio es muy poco frecuente, pero no excepcional. En el siglo pasado se han registrado cinco secuencias similares. En realidad, la gente tiene la percepci¨®n de un ¨²nico temporal prolongado, que ha encadenado el 2000 y el 2001, que dura ya cuatro meses, y no de temporales separados. Ese temporal, que parece girar sobre s¨ª mismo, ha complicado muchas vidas y causado cuantiosos da?os. Inundaciones que volvieron sobre los mismos valles y pueblos hasta once veces. Dificultades en los transportes.
Apagones el¨¦ctricos que cegaron comarcas enteras. Deficiencias telef¨®nicas. Amarre casi permanente de la flota de pesca. P¨¦rdida de cosecha marisquera. Iba a ser una buena temporada, pero la desmesura de lluvia acab¨® tambi¨¦n con los bivalvos. Las afectadas en este caso son unas ocho mil mujeres que viven del cultivo en las r¨ªas. Por otra parte, los temporales no son todav¨ªa una atracci¨®n tur¨ªstica. Escucho una emisora por la carretera de la costa. Dos mil pescadores gallegos se manifiestan pidiendo que se culmine un acuerdo para volver a faenar en el banco canario-sahariano. La antigua Baz¨¢n reconoce 300 casos de trabajadores afectados de asbestosis de amianto en su centro de Ferrol. En el Mercado Nacional de Ganado, en Santiago, el 70% de los terneros de abasto fueron devueltos a sus explotaciones de origen. El Centro Dram¨¢tico Gallego representa el Cal¨ªgula de Albert Camus.
En A Coru?a, hablo con Manuel Espi?a, can¨®nigo de la colegiata. ?Puede estar ocurriendo un apocalipsis sin que lo veamos? Por suerte, no le parece una pregunta descabellada. 'Puede llegar el final de una etapa sin que nos demos cuenta'. ?Qu¨¦ opina de esta d¨¦cada gobernada por Fraga? Tampoco reh¨²ye la respuesta. 'El n¨²mero de pobres ha aumentado de 400.000 a 600.000 personas. Es un Tercer Mundo dentro de ¨¦ste, un mundo de marginaci¨®n que no entra en el balance'. Espi?a dice que la Iglesia gallega es muy conformista. Le molesta la resignaci¨®n como rasgo del car¨¢cter gallego. 'El arzobispo Suqu¨ªa dec¨ªa que ¨¦ramos los mejores para ser mandados'.
El periodista Juan Carlos Mart¨ªnez alerta en La Voz de Galicia ante el peligro de un neopesimismo. '?No hab¨ªamos quedado en que Negra sombra no es el himno gallego?'. Se refiere al poema de Rosal¨ªa de Castro, convertido en popular balada, que en voz de Luz Casal resulta estremecedora. Quiz¨¢s fue escrita durante un temporal como ¨¦ste. ?Es el gallego un pueblo triste? 'No, no es un pa¨ªs triste, es m¨¢s bien festivo. Lo que pasa es que tiene un humor distinto', dice el psiquiatra Fidel Vidal, en el complejo hospitalario Juan Canalejo. 'Pero, por ejemplo, no hay m¨¢s suicidios que la media de Espa?a. No porque llueva nos matamos m¨¢s. Los seres humanos somos muy iguales a la hora de sufrir'. La psiquiatr¨ªa explica que la reducci¨®n de luz solar afecta claramente al estado de ¨¢nimo y puede influir en las depresiones. Vidal a?ade otra variable: 'Pero tambi¨¦n, en la vida de hoy, los cortes de suministro el¨¦ctrico, sobre todo si se repiten con frecuencia, como est¨¢ pasando en zonas de Galicia, desestabilizan mucho. Desorientan, incomodan a la gente. Los aparatos de luz forman ya parte de nuestro medio, de nuestra naturaleza, como la televisi¨®n. Estos apagones se perciben como una involuci¨®n, como un regreso al atraso'.
?Qu¨¦ relaci¨®n puede tener un temporal con una crisis pol¨ªtica? En la moci¨®n de censura, presentada por el Bloque Nacionalista Galego, se acus¨® a la Xunta de imprevisi¨®n, de no haber elaborado en diez a?os un plan de cuencas para evitar las inundaciones. Xos¨¦ Manuel Beiras le espet¨® al presidente Fraga: 'La consigna consabida de personajes como usted es la de 'Yo, o el caos'. Pues vea por d¨®nde el caos lleg¨®, esta vez, estando usted en el Gobierno, y no porque usted faltase'. Seg¨²n el socialista Touri?o, el llamado 'Gobierno amigo' (el de Aznar) ha dejado a Fraga a la intemperie, sin apoyo real, sin fondos para ayudas por la pol¨ªtica de d¨¦ficit cero. 'Comprendo que se sienta bajo, frustrado, pero en esas condiciones no puede presidir el Gobierno'.
El lenguaje pol¨ªtico gallego tiene un alto nivel metaf¨®rico. En la moci¨®n de censura, los nacionalistas hablan de las 'tres puntas del iceberg' (temporal, vacas locas y asunto pesquero) contra el que choc¨® 'la soberbia del Titanic. Anxel Guerreiro, de Esquerda de Galicia, habla de fotogramas 'bu?uelianos' para calificar las espeluznantes im¨¢genes del enterramiento de vacas muertas en Lanz¨¢ (Mes¨ªa). Desde el hemiciclo, con su techo abovedado, de madera noble, y trabado en vigas vista, el Parlamento gallego semeja hoy el casco invertido del Arca de No¨¦. Es el d¨ªa, lunes 29 de enero, en que Manuel Fraga delimita sus poderes. ?l no es B¨®reas, no gobierna los vientos. Y a?ade: 'Tampoco tengo la llave de Davos ni la de la Reserva Federal. No puedo llamar por tel¨¦fono y citar aqu¨ª [en Santiago] a [Alan] Greenspan'. Es una r¨¢faga brillante, de iron¨ªa, en los cuartos de hora desganados de su respuesta a la moci¨®n de censura.
En una ocasi¨®n, en su despacho de la Xunta, le dijo a un alto cargo de un organismo internacional: 'Lo de ustedes son abstracciones. ?Esto es mandar de verdad!'. ?Est¨¢ Fraga ahora cansado, desarbolado por el temporal, enojado con su equipo de conselleiros, lastimado por la desatenci¨®n del 'Gobierno amigo'? Sobre esto ¨²ltimo, se interpret¨® como una pista cierta su declaraci¨®n sobre la dificultad de hacer compatible la pol¨ªtica de d¨¦ficit cero con la necesaria financiaci¨®n del programa para hacer frente al mal de las vacas locas. La comunidad tampoco recibir¨¢ dinero para financiar la reforma educativa. Desde 1993 se ha dado un progresivo descenso en las inversiones del Estado en Galicia, como demuestra el profesor ?lvarez Corbacho en la prestigiosa Revista Galega de Econom¨ªa.
En su ¨²ltimo viaje transoce¨¢nico, el pasado octubre, Fraga visit¨® las cataratas de Iguaz¨². Debe ser el ¨²nico presidente en el mundo que ha inaugurado una cascada. En el ?zaro, el r¨ªo Xallas desembocaba en espl¨¦ndida ca¨ªda sobre el mar. Hace unos a?os, de manera hoy inexplicable, se autoriz¨® el entubamiento del r¨ªo en su tramo final. Adi¨®s, catarata. El clamor de protesta fue creciendo. La Xunta consigui¨® una soluci¨®n. El r¨ªo Xallas volver¨ªa a caer sobre el mar, pero s¨®lo algunos domingos, durante unas horas. El pasado verano, Fraga inaugur¨® la catarata. La visita a las de Iguaz¨² tambi¨¦n tiene un car¨¢cter metaf¨®rico. Nadie se atrever¨ªa a decir entonces que estuviese cansado. Despu¨¦s de 48 horas de ruta a¨¦rea, sin reposo en hotel, la comitiva gallega lleg¨® a Iguaz¨² en medio de una tormenta tropical.
Llov¨ªa con una intensidad que velaba la vista. S¨®lo Fraga se empe?¨® en llegar al mirador. 'Volvi¨® totalmente empapado, balance¨¢ndose dificultosamente, hasta un peque?o cafet¨ªn donde esper¨¢bamos', cuenta uno de los expedicionarios. 'Era una imagen chocante, espectral, como si se hubiese puesto a prueba'.
Quiz¨¢s el gran temporal se anunci¨® en Iguaz¨². Fraga tuvo un momento triunfal en Buenos Aires. De hecho, la cena del 17 de octubre iba a convertirse en el primer acto electoral de unas elecciones todav¨ªa no convocadas. Una gran pancarta de recibimiento. Acomodo para m¨¢s de 1.500 personas, en un recinto deportivo del Centro Gallego. Pero ocurri¨® un imprevisto. Las entrada de una tonelada de chorizos y lacones, enviada para el multitudinario banquete por el Ayuntamiento de Lal¨ªn, fue paralizada por la aduana argentina. Fraga tuvo que mediar in extremis ante aquella conjura contra el cerdo. El propio embajador espa?ol acudi¨® al aeropuerto de Eceiza para que llegaran a tiempo las viandas.
Fraga ha cultivado con un mimo especial los v¨ªnculos con las entidades de emigrantes en Hispanoam¨¦rica. Para los que se fueron en las ¨¦pocas de penuria del siglo pasado, y sufren ahora la estrechez de las capas medias suramericanas, Galicia, el Pa¨ªs del Adi¨®s, se ha convertido en la Tierra Prometida. El censo de votantes gallegos se ha ido incrementando en la ¨²ltima d¨¦cada. Sus papeletas pueden ser decisivas, seguramente lo ser¨¢n, para que los conservadores renueven o no su mayor¨ªa absoluta. Pero en ese mismo viaje, ya en Santiago de Chile, Fraga tropez¨® con su sombra. El presidente de la Xunta, comprometiendo a la instituci¨®n y a su partido, calific¨® el proceso abierto en su momento por jueces espa?oles a Pinochet como 'una an¨¦cdota con connotaciones humor¨ªsticas' y lo redujo a un montaje de la 'ultraizquierda'. Hablaba ante un auditorio que mostraba sus simpat¨ªas hacia el dictador. Era un gesto que se sumaba a la eleg¨ªa al franquismo en la CNN, su ep¨ªlogo y respaldo a un libro que niega el holocausto, sus alusiones hirientes a las parejas de hecho. Otros tropezones en su propia sombra.
Durante la d¨¦cada, sobre todo al principio, Fraga hizo un esfuerzo por proyectar una imagen de moderaci¨®n. Busc¨® la asociaci¨®n con el llamado 'galleguismo hist¨®rico'. Ahora, en el cambio de milenio, y a medida que la oposici¨®n moderaba posiciones, ¨¦l parec¨ªa invertir el camino. Al volver de Chile consigui¨® un peque?o ¨¦xito en el campo de las inclemencias. Como en otros tiempos, centenares de personas conocidas, del mundo de la cultura y universitario, firmaron un manifiesto en su contra. Para el escritor Suso de Toro, uno de los grandes innovadores de la literatura gallega contempor¨¢nea, Fraga deber¨ªa haber dimitido hace tiempo.
Entre las conexiones con galleguistas establecidas por Fraga desde que alcanz¨® la presidencia auton¨®mica, en 1989, destaca la de Agust¨ªn Sixto Seco, presidente del Patronato Rosal¨ªa de Castro. 'Yo no soy del Partido Popular', dice el doctor Sixto, 'pero el c¨²mulo de noticias pesimistas nos est¨¢n haciendo perder el rumbo. Galicia ha progresado radicalmente para bien. Hemos ganado en autoestima. Ya no somos el hombre en la escalera que no sabe si sube o si baja. La del autoritarismo de Fraga es una imagen falsa, se trata de una m¨¢scara para ocultar su timidez'. ?Y las vacas? '?nos queda el cerdo, nuestro a b c!' Para el escritor Suso de Toro, uno de los grandes innovadores de la literatura gallega contempor¨¢nea, Fraga ya deber¨ªa haber dimitido.
Incluso lo ha pedido por Internet. 'Han sido a?os perdidos. Fraga es s¨®lo propaganda. En su apariencia firme, es un hombre sin principios. Deber¨ªa haberse marchado con su amigo Antonio Ramilo, otro franquista'. ?se es el nombre de otro temporal que ha acabado afectando al campo conservador. Antonio Ramilo. Hab¨ªa sido procurador, alcalde y dirigente del sindicato vertical durante el franquismo, pero nadie como ¨¦l encarn¨® el credo 'ultraliberal' durante la d¨¦cada. El dimitido presidente de la patronal gallega siempre estuvo muy unido a Fraga. Y flipaba con Margaret Thatcher. En cada intervenci¨®n p¨²blica, el blanco principal de sus cr¨ªticas era la intervenci¨®n gubernamental en la econom¨ªa y las ayudas sociales. Hasta que en la Confederaci¨®n de Empresarios de Galicia se descubri¨® un agujero de mil millones de pesetas, en gran parte subvenciones de la Xunta. La asociaci¨®n patronal vive ahora un periodo de tr¨¢nsito. 'Lo ocurrido fue muy preocupante y nos ha desorientado', explica Antonio Fontenla, presidente de los empresarios coru?eses, y con un talante distinto a Ramilo. 'Algunas circunstancias cr¨ªticas que se han dado en Galicia son pasajeras. Nuestra realidad es estable, en un contexto europeo'.
?Apuesta ¨²nicamente por Fraga el empresariado gallego? 'Un Gobierno que ofrezca tranquilidad a los empresarios no necesariamente tiene que ser de derechas. Lo que importa es lo que ese Gobierno haga. Nuestro inter¨¦s es mantener una sinton¨ªa. Fraga, en este momento, es el l¨ªder m¨¢s cualificado para Galicia. Le dir¨¦ una cosa. El recambio, para la derecha, va a ser muy complicado'. Las elecciones ser¨¢n en la primera quincena de octubre y Fraga ya ha adelantado el eje de la campa?a. Ser¨¢ una apelaci¨®n a la d¨¦cada. 'Hemos hecho m¨¢s en esos diez a?os que en los noventa anteriores'. Pero tambi¨¦n danza estos d¨ªas un temporal de cifras que pone en cuesti¨®n la visi¨®n triunfalista. 'Galicia presenta hoy un nivel de renta per c¨¢pita que alcanza tan s¨®lo el 59,6% de la Uni¨®n Europea, ocupando la sexta posici¨®n por la cola dentro de una divisi¨®n en 100 regiones', indica Xabier Vence en el ¨²ltimo monogr¨¢fico de la Revista Galega de Econom¨ªa. 'Pero el problema no es que s¨®lo nos encontremos entre las regiones m¨¢s pobres de la Uni¨®n Europea, sino que la tendencia que hemos venido experimentando en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas fue netamente declinante. De hecho, en 1980 Galicia ocupaba el puesto und¨¦cimo por la cola, que se situaba en un 60,6% de la media comunitaria. Regiones como Creta, Calabria, Algarve, Canarias o el norte de Portugal nos ultrapasaron a lo largo de estas dos d¨¦cadas'.
Si hay algo que ha dejado una huella milenarista imborrable en medio del gran temporal, son las im¨¢genes del enterramiento ilegal de vacas de Mesia, ordenado por la propia Xunta, justo antes de fin de a?o. Marcan una frontera en la memoria iconogr¨¢fica de Galicia. La vaca es un t¨®tem. Fraga conoce bien el poder de las fotos cuando quedan fijadas en la retina de la historia. Es la s¨ªntesis de un hombre muy tradicional en la forma de mandar, y moderno en su obsesi¨®n por el control de la comunicaci¨®n.
La imagen Mes¨ªa Millenium es el reverso de Palomares 66. Fraga, estos d¨ªas se ha mantenido cuidadosamente alejado de cualquier vaca. La primeras c¨¢maras en grabar la fosa de Mes¨ªa fueron de la Televisi¨®n de Galicia, llamada por los vecinos. En vano esperaron ¨¦stos ver las im¨¢genes en el informativo. Era 'su' televisi¨®n. ?Por qu¨¦ no aparec¨ªa la noticia? Ellos lo cuentan como un r¨¢pido aprendizaje en el conocimiento de los mecanismos de manipulaci¨®n. Esas im¨¢genes tampoco se cedieron, cuando lo solicitaron, al resto de las auton¨®micas ni a Tele 5, que pretend¨ªa comprarlas. De hecho, esa cinta ha desaparecido de la televisi¨®n de Galicia. Tambi¨¦n desapareci¨® toda referencia a Felipe Gonz¨¢lez en el acto en que ¨¦ste present¨® a Emilio P¨¦rez Touri?o en Madrid. Cuando el Bloque Nacionalista Galego anunci¨® la moci¨®n de censura, la noticia apareci¨® en el lugar und¨¦cimo. Es un buen criterio para ver los informativos. Hay que fijarse en la und¨¦cima noticia. Suele ser la importante.
La gran novedad es que en los medios p¨²blicos gallegos los trabajadores han reaccionado con la profesionalidad de los meteor¨®logos. Dando a conocer que se encontraban en 'el umbral del aviso'. Antes lo hab¨ªa hecho la instituci¨®n del Valedor del Pueblo gallego en un informe en el que afirmaba que los medios p¨²blicos no estaban respetando la pluralidad y propon¨ªa la creaci¨®n de un consejo rector aut¨®nomo del poder pol¨ªtico. Los redactores del centro de TVE han presentado una denuncia por manipulaci¨®n de su trabajo. En la Compa?¨ªa de Radio y Televisi¨®n de Galicia, m¨¢s de 250 trabajadores han acordado promover una iniciativa legislativa popular con la propuesta de que el director general de la compa?¨ªa, que administra un presupueto de 14.000 millones, sea nombrado en el Parlamento por mayor¨ªa de dos tercios y por cinco a?os.
?Donde est¨¢ el 'umbral del aviso' en las predicciones electorales? El ¨²ltimo Bar¨®metro sociopol¨ªtico gallego, realizado por la Facultad de Ciencias Pol¨ªticas de Santiago, registra por vez primera un desgaste, de alrededor de tres puntos, en el respaldo electoral al Partido Popular. El Bloque se mantiene en segundo lugar. Y el Partido Socialista de Galicia, que tras mucho tiempo presenta un liderazgo claro, sube a costa de los conservadores. El Bar¨®metro presenta una Galicia dividida casi radicalmente por la edad, con una juventud que apoya abrumadoramente un cambio. Cuando se hizo la muestra (2.500 entrevistas personales), todav¨ªa no hab¨ªa estallado en toda su crudeza la crisis de las vacas locas ni se hab¨ªa debatido una moci¨®n de censura. 'Pero no es probable', opina Jos¨¦ Mar¨ªa Rivera, coordinador del Bar¨®metro, 'que el cambio pol¨ªtico ocurra en este ciclo'. Por ahora, la oposici¨®n est¨¢ m¨¢s cerca de escenificar sus diferencias que una entente. El voto de la emigraci¨®n en Am¨¦rica puede ser decisorio. Y en el verano, Fraga inaugura hasta cataratas. Mientras tanto, en la noche, el intr¨¦pido Suso de Toro echa en la web Botella al Mar su en¨¦simo mensaje. Esta vez dice: 'La resignaci¨®n es un suicidio cotidiano' (Balzac).En meteorolog¨ªa existe un l¨ªmite llamado 'el umbral del aviso'. En cuatro meses, desde octubre de 2000 a final de este enero, el viento, la lluvia, el mar de fondo, y alguna vez la nieve en el interior monta?oso, han traspasado en Galicia en 69 ocasiones 'el umbral del aviso'. El siguiente paso es la alerta. Los meteor¨®logos gallegos est¨¢n cumpliendo su misi¨®n. Controlan el rumbo de los elementos. Pero hay otros temporales que sacuden Galicia y no guardan relaci¨®n con el clima. La ca¨®tica gesti¨®n de la crisis de las vacas locas, entre otras depresiones, ha puesto a Manuel Fraga, por vez primera en su tierra, en 'el umbral del aviso'.Ven¨ªamos de una 'd¨¦cada prodigiosa', seg¨²n la propaganda de la Xunta, y de repente Galicia parece un laboratorio de 'la sociedad del riesgo'.
Clima y crisis se mezclan en la atm¨®sfera cotidiana. En el fondo de la pantalla, las isobaras del tiempo tienen una lectura cr¨ªptica, como cuando la presentadora de TVG dice: 'El Sol nos sonr¨ªe entre nubes'. La alusi¨®n al temporal ha ido adquiriendo un doble sentido. Una observaci¨®n inocente, como 'Nunca llovi¨® que no escampara', puede conducirte a un debate en el caf¨¦. Los del cambio de milenio han sido d¨ªas de perplejidad, tambi¨¦n en el campo conservador. Manuel Fraga fue proclamado candidato a la presidencia de la Xunta por el Partido Popular ayer, s¨¢bado, pero antes, el lunes 29 de enero, tuvo que superar una moci¨®n de censura, transmitida en directo, como un inquietante parte meteorol¨®gico nunca antes o¨ªdo. Despu¨¦s de tres victorias consecutivas por mayor¨ªa absoluta, y en v¨ªsperas de ser proclamado a la manera teocr¨¢tica, Manuel Fraga descubr¨ªa al pueblo gallego un flanco, para desconcierto de incondicionales: '?Yo no soy B¨®reas, yo no gobierno el viento!'.
Me he ido a la busca de B¨®reas y lo he encontrado en el antiguo fin de la Tierra. Como la m¨²sica wagneriana, el invierno tiene en Finisterre instantes brillantes y cuartos de hora terribles. B¨®reas, dios del viento norte, tributario de Eolo, hijo de Asteo y de la Aurora, se ha hartado aqu¨ª de cruzar 'el umbral del aviso', con rachas de m¨¢s de cien kil¨®metros por hora. Entre sus objetivos menores, al parecer, figuraba arrancar el r¨®tulo del restaurante Don Percebe. Y lo consigui¨® la noche del s¨¢bado 27 de enero. Luisa Rivas, la propietaria, no pudo dormir por culpa de esas r¨¢fagas de m¨²sica apocal¨ªptica que abrazaban mar y tierra. Luisa, de 43 a?os, tuvo tiempo de repasar la odisea de su propia familia, una par¨¢bola del ¨¦xodo gallego. Sus t¨ªos, que ten¨ªan secaderos de congrio, huidos a M¨¦xico por causa de la guerra. De sus siete hermanos, seis emigraron a Suiza o Alemania. Ella misma se march¨® a los 15 a?os y trabaj¨® otros tantos de camarera en un hotel de la estaci¨®n de monta?a de Adelboden. En aquel paisaje id¨ªlico aprendi¨® alem¨¢n e italiano, pero nunca se desliz¨® por la nieve con unos esqu¨ªes. Hace trece a?os se cas¨® con Manuel Pichel, un pescador de Finisterre. Abrieron el restaurante con buen pie. La especialidad, por supuesto, el pescado y el marisco. Pero en las ¨²ltimas fiestas navide?as, como muchos otros locales, permaneci¨® cerrado. 'Otros a?os eran buenas fechas, sobre todo para la gente de aqu¨ª. Pero este a?o, ni hab¨ªa pescado ni hab¨ªa gente'. Dice que est¨¢ habiendo 'mucha necesidad', que muchos j¨®venes vuelven a marcharse fuera de Galicia. Ella es de car¨¢cter muy optimista. 'Como todas las gordas, soy alegre, le sonr¨ªo al mal tiempo'. Pero no es f¨¢cil encontrar otro optimista en la comarca.
El temporal interminable ha arrancado de cuajo las sonrisas y un trozo de la carretera que lleva al mitol¨®gico cabo del Fin del Mundo. Mucha gente duerme intranquila en la costa gallega. No es s¨®lo el bravuc¨®n B¨®reas el que les quita el sue?o. Los pescadores apenas han podido salir a faenar en cuatro meses, sin ninguna ayuda econ¨®mica que les compense. En algunos supermercados y tiendas se vende al fiado. Hay municipios en la Costa da Morte, como Camari?as y Carnota, en donde la juventud parece desaparecida. Y en gran parte lo est¨¢. Se cuentan ya por miles los j¨®venes que se han ido a trabajar a la construcci¨®n y la hosteler¨ªa en Canarias. En medio de los frecuentes cortes de luz, con un suministro el¨¦ctrico que se dir¨ªa tendido con pinzas, se est¨¢ produciendo un silencioso apag¨®n humano.
'?Hay que decirlo! Hay gente que est¨¢ pasando hambre', denuncia con rabia el alcalde de Laxe, Ant¨®n Carracedo. Los continuos temporales son la causa inmediata de esta penuria. Pero, sostiene Carracedo, la pesca de bajura est¨¢ en una fase ag¨®nica. 'No se hizo a tiempo lo que se ten¨ªa que hacer, y ahora es tarde. La gente aguantar¨¢ hasta la jubilaci¨®n. A los j¨®venes hay que buscarles una salida en tierra'. Los estudiosos del clima, en el Centro Meteorol¨®gico Territorial de Galicia, consideran que este periodo de temporales de cambio de milenio es muy poco frecuente, pero no excepcional. En el siglo pasado se han registrado cinco secuencias similares. En realidad, la gente tiene la percepci¨®n de un ¨²nico temporal prolongado, que ha encadenado el 2000 y el 2001, que dura ya cuatro meses, y no de temporales separados. Ese temporal, que parece girar sobre s¨ª mismo, ha complicado muchas vidas y causado cuantiosos da?os. Inundaciones que volvieron sobre los mismos valles y pueblos hasta once veces. Dificultades en los transportes.
Apagones el¨¦ctricos que cegaron comarcas enteras. Deficiencias telef¨®nicas. Amarre casi permanente de la flota de pesca. P¨¦rdida de cosecha marisquera. Iba a ser una buena temporada, pero la desmesura de lluvia acab¨® tambi¨¦n con los bivalvos. Las afectadas en este caso son unas ocho mil mujeres que viven del cultivo en las r¨ªas. Por otra parte, los temporales no son todav¨ªa una atracci¨®n tur¨ªstica. Escucho una emisora por la carretera de la costa. Dos mil pescadores gallegos se manifiestan pidiendo que se culmine un acuerdo para volver a faenar en el banco canario-sahariano. La antigua Baz¨¢n reconoce 300 casos de trabajadores afectados de asbestosis de amianto en su centro de Ferrol. En el Mercado Nacional de Ganado, en Santiago, el 70% de los terneros de abasto fueron devueltos a sus explotaciones de origen. El Centro Dram¨¢tico Gallego representa el Cal¨ªgula de Albert Camus.
En A Coru?a, hablo con Manuel Espi?a, can¨®nigo de la colegiata. ?Puede estar ocurriendo un apocalipsis sin que lo veamos? Por suerte, no le parece una pregunta descabellada. 'Puede llegar el final de una etapa sin que nos demos cuenta'. ?Qu¨¦ opina de esta d¨¦cada gobernada por Fraga? Tampoco reh¨²ye la respuesta. 'El n¨²mero de pobres ha aumentado de 400.000 a 600.000 personas. Es un Tercer Mundo dentro de ¨¦ste, un mundo de marginaci¨®n que no entra en el balance'. Espi?a dice que la Iglesia gallega es muy conformista. Le molesta la resignaci¨®n como rasgo del car¨¢cter gallego. 'El arzobispo Suqu¨ªa dec¨ªa que ¨¦ramos los mejores para ser mandados'.
El periodista Juan Carlos Mart¨ªnez alerta en La Voz de Galicia ante el peligro de un neopesimismo. '?No hab¨ªamos quedado en que Negra sombra no es el himno gallego?'. Se refiere al poema de Rosal¨ªa de Castro, convertido en popular balada, que en voz de Luz Casal resulta estremecedora. Quiz¨¢s fue escrita durante un temporal como ¨¦ste. ?Es el gallego un pueblo triste? 'No, no es un pa¨ªs triste, es m¨¢s bien festivo. Lo que pasa es que tiene un humor distinto', dice el psiquiatra Fidel Vidal, en el complejo hospitalario Juan Canalejo. 'Pero, por ejemplo, no hay m¨¢s suicidios que la media de Espa?a. No porque llueva nos matamos m¨¢s. Los seres humanos somos muy iguales a la hora de sufrir'. La psiquiatr¨ªa explica que la reducci¨®n de luz solar afecta claramente al estado de ¨¢nimo y puede influir en las depresiones. Vidal a?ade otra variable: 'Pero tambi¨¦n, en la vida de hoy, los cortes de suministro el¨¦ctrico, sobre todo si se repiten con frecuencia, como est¨¢ pasando en zonas de Galicia, desestabilizan mucho. Desorientan, incomodan a la gente. Los aparatos de luz forman ya parte de nuestro medio, de nuestra naturaleza, como la televisi¨®n. Estos apagones se perciben como una involuci¨®n, como un regreso al atraso'.
?Qu¨¦ relaci¨®n puede tener un temporal con una crisis pol¨ªtica? En la moci¨®n de censura, presentada por el Bloque Nacionalista Galego, se acus¨® a la Xunta de imprevisi¨®n, de no haber elaborado en diez a?os un plan de cuencas para evitar las inundaciones. Xos¨¦ Manuel Beiras le espet¨® al presidente Fraga: 'La consigna consabida de personajes como usted es la de 'Yo, o el caos'. Pues vea por d¨®nde el caos lleg¨®, esta vez, estando usted en el Gobierno, y no porque usted faltase'. Seg¨²n el socialista Touri?o, el llamado 'Gobierno amigo' (el de Aznar) ha dejado a Fraga a la intemperie, sin apoyo real, sin fondos para ayudas por la pol¨ªtica de d¨¦ficit cero. 'Comprendo que se sienta bajo, frustrado, pero en esas condiciones no puede presidir el Gobierno'.
El lenguaje pol¨ªtico gallego tiene un alto nivel metaf¨®rico. En la moci¨®n de censura, los nacionalistas hablan de las 'tres puntas del iceberg' (temporal, vacas locas y asunto pesquero) contra el que choc¨® 'la soberbia del Titanic. Anxel Guerreiro, de Esquerda de Galicia, habla de fotogramas 'bu?uelianos' para calificar las espeluznantes im¨¢genes del enterramiento de vacas muertas en Lanz¨¢ (Mes¨ªa). Desde el hemiciclo, con su techo abovedado, de madera noble, y trabado en vigas vista, el Parlamento gallego semeja hoy el casco invertido del Arca de No¨¦. Es el d¨ªa, lunes 29 de enero, en que Manuel Fraga delimita sus poderes. ?l no es B¨®reas, no gobierna los vientos. Y a?ade: 'Tampoco tengo la llave de Davos ni la de la Reserva Federal. No puedo llamar por tel¨¦fono y citar aqu¨ª [en Santiago] a [Alan] Greenspan'. Es una r¨¢faga brillante, de iron¨ªa, en los cuartos de hora desganados de su respuesta a la moci¨®n de censura.
En una ocasi¨®n, en su despacho de la Xunta, le dijo a un alto cargo de un organismo internacional: 'Lo de ustedes son abstracciones. ?Esto es mandar de verdad!'. ?Est¨¢ Fraga ahora cansado, desarbolado por el temporal, enojado con su equipo de conselleiros, lastimado por la desatenci¨®n del 'Gobierno amigo'? Sobre esto ¨²ltimo, se interpret¨® como una pista cierta su declaraci¨®n sobre la dificultad de hacer compatible la pol¨ªtica de d¨¦ficit cero con la necesaria financiaci¨®n del programa para hacer frente al mal de las vacas locas. La comunidad tampoco recibir¨¢ dinero para financiar la reforma educativa. Desde 1993 se ha dado un progresivo descenso en las inversiones del Estado en Galicia, como demuestra el profesor ?lvarez Corbacho en la prestigiosa Revista Galega de Econom¨ªa.
En su ¨²ltimo viaje transoce¨¢nico, el pasado octubre, Fraga visit¨® las cataratas de Iguaz¨². Debe ser el ¨²nico presidente en el mundo que ha inaugurado una cascada. En el ?zaro, el r¨ªo Xallas desembocaba en espl¨¦ndida ca¨ªda sobre el mar. Hace unos a?os, de manera hoy inexplicable, se autoriz¨® el entubamiento del r¨ªo en su tramo final. Adi¨®s, catarata. El clamor de protesta fue creciendo. La Xunta consigui¨® una soluci¨®n. El r¨ªo Xallas volver¨ªa a caer sobre el mar, pero s¨®lo algunos domingos, durante unas horas. El pasado verano, Fraga inaugur¨® la catarata. La visita a las de Iguaz¨² tambi¨¦n tiene un car¨¢cter metaf¨®rico. Nadie se atrever¨ªa a decir entonces que estuviese cansado. Despu¨¦s de 48 horas de ruta a¨¦rea, sin reposo en hotel, la comitiva gallega lleg¨® a Iguaz¨² en medio de una tormenta tropical.
Llov¨ªa con una intensidad que velaba la vista. S¨®lo Fraga se empe?¨® en llegar al mirador. 'Volvi¨® totalmente empapado, balance¨¢ndose dificultosamente, hasta un peque?o cafet¨ªn donde esper¨¢bamos', cuenta uno de los expedicionarios. 'Era una imagen chocante, espectral, como si se hubiese puesto a prueba'.
Quiz¨¢s el gran temporal se anunci¨® en Iguaz¨². Fraga tuvo un momento triunfal en Buenos Aires. De hecho, la cena del 17 de octubre iba a convertirse en el primer acto electoral de unas elecciones todav¨ªa no convocadas. Una gran pancarta de recibimiento. Acomodo para m¨¢s de 1.500 personas, en un recinto deportivo del Centro Gallego. Pero ocurri¨® un imprevisto. Las entrada de una tonelada de chorizos y lacones, enviada para el multitudinario banquete por el Ayuntamiento de Lal¨ªn, fue paralizada por la aduana argentina. Fraga tuvo que mediar in extremis ante aquella conjura contra el cerdo. El propio embajador espa?ol acudi¨® al aeropuerto de Eceiza para que llegaran a tiempo las viandas.
Fraga ha cultivado con un mimo especial los v¨ªnculos con las entidades de emigrantes en Hispanoam¨¦rica. Para los que se fueron en las ¨¦pocas de penuria del siglo pasado, y sufren ahora la estrechez de las capas medias suramericanas, Galicia, el Pa¨ªs del Adi¨®s, se ha convertido en la Tierra Prometida. El censo de votantes gallegos se ha ido incrementando en la ¨²ltima d¨¦cada. Sus papeletas pueden ser decisivas, seguramente lo ser¨¢n, para que los conservadores renueven o no su mayor¨ªa absoluta. Pero en ese mismo viaje, ya en Santiago de Chile, Fraga tropez¨® con su sombra. El presidente de la Xunta, comprometiendo a la instituci¨®n y a su partido, calific¨® el proceso abierto en su momento por jueces espa?oles a Pinochet como 'una an¨¦cdota con connotaciones humor¨ªsticas' y lo redujo a un montaje de la 'ultraizquierda'. Hablaba ante un auditorio que mostraba sus simpat¨ªas hacia el dictador. Era un gesto que se sumaba a la eleg¨ªa al franquismo en la CNN, su ep¨ªlogo y respaldo a un libro que niega el holocausto, sus alusiones hirientes a las parejas de hecho. Otros tropezones en su propia sombra.
Durante la d¨¦cada, sobre todo al principio, Fraga hizo un esfuerzo por proyectar una imagen de moderaci¨®n. Busc¨® la asociaci¨®n con el llamado 'galleguismo hist¨®rico'. Ahora, en el cambio de milenio, y a medida que la oposici¨®n moderaba posiciones, ¨¦l parec¨ªa invertir el camino. Al volver de Chile consigui¨® un peque?o ¨¦xito en el campo de las inclemencias. Como en otros tiempos, centenares de personas conocidas, del mundo de la cultura y universitario, firmaron un manifiesto en su contra. Para el escritor Suso de Toro, uno de los grandes innovadores de la literatura gallega contempor¨¢nea, Fraga deber¨ªa haber dimitido hace tiempo.
Entre las conexiones con galleguistas establecidas por Fraga desde que alcanz¨® la presidencia auton¨®mica, en 1989, destaca la de Agust¨ªn Sixto Seco, presidente del Patronato Rosal¨ªa de Castro. 'Yo no soy del Partido Popular', dice el doctor Sixto, 'pero el c¨²mulo de noticias pesimistas nos est¨¢n haciendo perder el rumbo. Galicia ha progresado radicalmente para bien. Hemos ganado en autoestima. Ya no somos el hombre en la escalera que no sabe si sube o si baja. La del autoritarismo de Fraga es una imagen falsa, se trata de una m¨¢scara para ocultar su timidez'. ?Y las vacas? '?nos queda el cerdo, nuestro a b c!' Para el escritor Suso de Toro, uno de los grandes innovadores de la literatura gallega contempor¨¢nea, Fraga ya deber¨ªa haber dimitido.
Incluso lo ha pedido por Internet. 'Han sido a?os perdidos. Fraga es s¨®lo propaganda. En su apariencia firme, es un hombre sin principios. Deber¨ªa haberse marchado con su amigo Antonio Ramilo, otro franquista'. ?se es el nombre de otro temporal que ha acabado afectando al campo conservador. Antonio Ramilo. Hab¨ªa sido procurador, alcalde y dirigente del sindicato vertical durante el franquismo, pero nadie como ¨¦l encarn¨® el credo 'ultraliberal' durante la d¨¦cada. El dimitido presidente de la patronal gallega siempre estuvo muy unido a Fraga. Y flipaba con Margaret Thatcher. En cada intervenci¨®n p¨²blica, el blanco principal de sus cr¨ªticas era la intervenci¨®n gubernamental en la econom¨ªa y las ayudas sociales. Hasta que en la Confederaci¨®n de Empresarios de Galicia se descubri¨® un agujero de mil millones de pesetas, en gran parte subvenciones de la Xunta. La asociaci¨®n patronal vive ahora un periodo de tr¨¢nsito. 'Lo ocurrido fue muy preocupante y nos ha desorientado', explica Antonio Fontenla, presidente de los empresarios coru?eses, y con un talante distinto a Ramilo. 'Algunas circunstancias cr¨ªticas que se han dado en Galicia son pasajeras. Nuestra realidad es estable, en un contexto europeo'.
?Apuesta ¨²nicamente por Fraga el empresariado gallego? 'Un Gobierno que ofrezca tranquilidad a los empresarios no necesariamente tiene que ser de derechas. Lo que importa es lo que ese Gobierno haga. Nuestro inter¨¦s es mantener una sinton¨ªa. Fraga, en este momento, es el l¨ªder m¨¢s cualificado para Galicia. Le dir¨¦ una cosa. El recambio, para la derecha, va a ser muy complicado'. Las elecciones ser¨¢n en la primera quincena de octubre y Fraga ya ha adelantado el eje de la campa?a. Ser¨¢ una apelaci¨®n a la d¨¦cada. 'Hemos hecho m¨¢s en esos diez a?os que en los noventa anteriores'. Pero tambi¨¦n danza estos d¨ªas un temporal de cifras que pone en cuesti¨®n la visi¨®n triunfalista. 'Galicia presenta hoy un nivel de renta per c¨¢pita que alcanza tan s¨®lo el 59,6% de la Uni¨®n Europea, ocupando la sexta posici¨®n por la cola dentro de una divisi¨®n en 100 regiones', indica Xabier Vence en el ¨²ltimo monogr¨¢fico de la Revista Galega de Econom¨ªa. 'Pero el problema no es que s¨®lo nos encontremos entre las regiones m¨¢s pobres de la Uni¨®n Europea, sino que la tendencia que hemos venido experimentando en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas fue netamente declinante. De hecho, en 1980 Galicia ocupaba el puesto und¨¦cimo por la cola, que se situaba en un 60,6% de la media comunitaria. Regiones como Creta, Calabria, Algarve, Canarias o el norte de Portugal nos ultrapasaron a lo largo de estas dos d¨¦cadas'.
Si hay algo que ha dejado una huella milenarista imborrable en medio del gran temporal, son las im¨¢genes del enterramiento ilegal de vacas de Mesia, ordenado por la propia Xunta, justo antes de fin de a?o. Marcan una frontera en la memoria iconogr¨¢fica de Galicia. La vaca es un t¨®tem. Fraga conoce bien el poder de las fotos cuando quedan fijadas en la retina de la historia. Es la s¨ªntesis de un hombre muy tradicional en la forma de mandar, y moderno en su obsesi¨®n por el control de la comunicaci¨®n.
La imagen Mes¨ªa Millenium es el reverso de Palomares 66. Fraga, estos d¨ªas se ha mantenido cuidadosamente alejado de cualquier vaca. La primeras c¨¢maras en grabar la fosa de Mes¨ªa fueron de la Televisi¨®n de Galicia, llamada por los vecinos. En vano esperaron ¨¦stos ver las im¨¢genes en el informativo. Era 'su' televisi¨®n. ?Por qu¨¦ no aparec¨ªa la noticia? Ellos lo cuentan como un r¨¢pido aprendizaje en el conocimiento de los mecanismos de manipulaci¨®n. Esas im¨¢genes tampoco se cedieron, cuando lo solicitaron, al resto de las auton¨®micas ni a Tele 5, que pretend¨ªa comprarlas. De hecho, esa cinta ha desaparecido de la televisi¨®n de Galicia. Tambi¨¦n desapareci¨® toda referencia a Felipe Gonz¨¢lez en el acto en que ¨¦ste present¨® a Emilio P¨¦rez Touri?o en Madrid. Cuando el Bloque Nacionalista Galego anunci¨® la moci¨®n de censura, la noticia apareci¨® en el lugar und¨¦cimo. Es un buen criterio para ver los informativos. Hay que fijarse en la und¨¦cima noticia. Suele ser la importante.
La gran novedad es que en los medios p¨²blicos gallegos los trabajadores han reaccionado con la profesionalidad de los meteor¨®logos. Dando a conocer que se encontraban en 'el umbral del aviso'. Antes lo hab¨ªa hecho la instituci¨®n del Valedor del Pueblo gallego en un informe en el que afirmaba que los medios p¨²blicos no estaban respetando la pluralidad y propon¨ªa la creaci¨®n de un consejo rector aut¨®nomo del poder pol¨ªtico. Los redactores del centro de TVE han presentado una denuncia por manipulaci¨®n de su trabajo. En la Compa?¨ªa de Radio y Televisi¨®n de Galicia, m¨¢s de 250 trabajadores han acordado promover una iniciativa legislativa popular con la propuesta de que el director general de la compa?¨ªa, que administra un presupueto de 14.000 millones, sea nombrado en el Parlamento por mayor¨ªa de dos tercios y por cinco a?os.
?Donde est¨¢ el 'umbral del aviso' en las predicciones electorales? El ¨²ltimo Bar¨®metro sociopol¨ªtico gallego, realizado por la Facultad de Ciencias Pol¨ªticas de Santiago, registra por vez primera un desgaste, de alrededor de tres puntos, en el respaldo electoral al Partido Popular. El Bloque se mantiene en segundo lugar. Y el Partido Socialista de Galicia, que tras mucho tiempo presenta un liderazgo claro, sube a costa de los conservadores. El Bar¨®metro presenta una Galicia dividida casi radicalmente por la edad, con una juventud que apoya abrumadoramente un cambio. Cuando se hizo la muestra (2.500 entrevistas personales), todav¨ªa no hab¨ªa estallado en toda su crudeza la crisis de las vacas locas ni se hab¨ªa debatido una moci¨®n de censura. 'Pero no es probable', opina Jos¨¦ Mar¨ªa Rivera, coordinador del Bar¨®metro, 'que el cambio pol¨ªtico ocurra en este ciclo'. Por ahora, la oposici¨®n est¨¢ m¨¢s cerca de escenificar sus diferencias que una entente. El voto de la emigraci¨®n en Am¨¦rica puede ser decisorio. Y en el verano, Fraga inaugura hasta cataratas. Mientras tanto, en la noche, el intr¨¦pido Suso de Toro echa en la web Botella al Mar su en¨¦simo mensaje. Esta vez dice: 'La resignaci¨®n es un suicidio cotidiano' (Balzac).
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