'EL PODER DE ESTADOS UNIDOS VA A DURAR'
'Europa, Rusia, Jap¨®n y China son los cuatro problemas principales a los que se enfrenta la Administraci¨®n de Bush', afirma el profesor Joseph Nye, preocupado por c¨®mo se va a conseguir una gobernancia global.
Joseph Nye, de 64 a?os, es decano de uno de los centros m¨¢s prestigiosos de estudios pol¨ªticos: la Escuela de GobiernoJohn F. Kennedy, en la Universidad de Harvard, que tiene m¨¢s personal y presupuesto que, por ejemplo, la tan importante Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC). Quiz¨¢s un reflejo de ese poder blando del que EE UU saca tanto provecho.
Pregunta: Si le escribiera un memorando al nuevo presidente, ?cu¨¢les ser¨ªan los problemas principales que Bush ha de afrontar en el terreno exterior en su primer a?o?
Respuesta: En primer lugar, le dir¨ªa que tiene que gestionar el problema de Rusia, que todav¨ªa es el pa¨ªs que podr¨ªa destruirnos, dada su capacidad nuclear. Hay que gestionar las relaciones con China. Hay que preservar la alianza entre EE UU y Europa, que es la piedra de toque de nuestra pol¨ªtica exterior. Y luego hay que ayudar a las zonas del mundo que se han quedado rezagadas respecto a las ventajas de la globalizaci¨®n, en particular ?frica, y hasta cierto punto Am¨¦rica Latina. Es importante que no pierda de vista el hecho de que las relaciones con Europa, Jap¨®n, Rusia y China son los cuatro grandes temas que ha de afrontar.
P. Los ochos a?os de Clinton coincidieron con la gran ¨¦poca de la globalizaci¨®n. ?C¨®mo va a enfocar Bush la gobernancia global?
R. Habr¨¢ un fuerte apoyo para algunas instituciones globales, como la Organizaci¨®n Mundial del Comercio, o el Fondo Monetario, pues la Administraci¨®n Bush es muy partidaria del libre comercio. Tambi¨¦n apoyar¨¢ un sistema monetario internacional. Pero en los temas que menciona, hay a¨²n menos posibilidades de que progresen que con la Administraci¨®n de Clinton. El Tribunal Penal resulta pol¨¦mico en el Congreso, pues teme que soldados estadounidenses implicados en misiones de mantenimiento de la paz puedan ser v¨ªctimas de este sistema. Y fueron los republicanos los que se opusieron a la prohibici¨®n total de pruebas nucleares, por lo que no es probable que Bush empuje su aprobaci¨®n. El enfoque seguir¨¢ siendo mixto. En algunas cosas EE UU apoyar¨¢ a instituciones globales, y en otras no.
P. Otro aspecto positivo es la intenci¨®n del secretario de Estado, Colin Powell, de revisar y levantar las sanciones con las que EE UU tiene castigada a media humanidad.
R. Depender¨¢ de cada situaci¨®n. Las sanciones americanas contra Cuba resultan contraproductivas. Castro es un dictador. Pero las sanciones le han ayudado a cerrar el pa¨ªs. Me gustar¨ªa que eso cambiara, pero lo dudo, debido a la influencia pol¨ªtica de la comunidad cubana-americana. Las sanciones contra Irak son una cuesti¨®n complicada. Pues hacen da?o al pueblo iraqu¨ª, pero a la vez impiden que Saddam pueda reconstruir sus armas de destrucci¨®n masiva. Espero que rehagan su enfoque de esta cuesti¨®n.
P. ?Resistir¨¢ mejor este Bush la presi¨®n de los medios de comunicaci¨®n, el llamado efecto CNN?
R. Al final, no habr¨¢ tantas diferencias. Pero la otra cuesti¨®n va a ser m¨¢s importante: la de la defensa contra misiles bal¨ªsticos. Bush ha tenido una posici¨®n mucho m¨¢s favorable que Clinton, y el secretario de Defensa Rumsfeld es un ardiente defensor de este programa. Pero tambi¨¦n hay que recordar que esta tecnolog¨ªa no est¨¢ a¨²n a punto. Y puede tardar de ocho a diez a?os en estarlo. La diferencia estar¨¢ m¨¢s en la diplomacia, en c¨®mo se habla de esta iniciativa, que en el despliegue de sistemas.
P. ?C¨®mo ve a los europeos ante esta cuesti¨®n?
R. Los europeos han sido esc¨¦pticos respecto a la defensa nacional contra misiles (NMD) de EE UU, pues consideran que socavar¨ªa las relaciones con Rusia. Los aliados europeos van a pedir que EE UU vaya m¨¢s despacio y/o llegue a un acuerdo con Rusia. Bush ha se?alado que no va a darles a los rusos un poder de veto.
P. ?Y respecto a una mayor autonom¨ªa europea en el terreno de la seguridad o de la moneda?
R. Estados Unidos, ya con Clinton, considera que la Identidad Europea de Seguridad y Defensa es positiva, siempre que entre en el marco de la OTAN, que sean fuerzas separables pero no separadas. Creo que Bush va a seguir con esta filosof¨ªa. Las dificultades surgen con las sugerencias de que la fuerza europea haga su planeamiento fuera de la estructura de la OTAN. Si es as¨ª, pueden surgir disputas. En el aspecto monetario, no hay temor ante el euro. El euro y el d¨®lar pueden coexistir, y la idea de que uno puede reemplazar al otro resulta exagerada.
P. ?Qu¨¦ poder cree que tienen en el mundo actual Estados Unidos y su presidente?
R. EE UU es el poder dirigente en el mundo actual. Cuando se colaps¨® la Uni¨®n Sovi¨¦tica, nadie pudo equilibrar el poder¨ªo militar de EE UU. Y la econom¨ªa americana ha estado en la vanguardia de la revoluci¨®n de la informaci¨®n. Y en t¨¦rminos de poder blando (soft power), en la tercera dimensi¨®n del poder, la cultural e ideol¨®gica, EE UU sigue resultando atractivo para mucha gente en muchos pa¨ªses. EE UU tiene m¨¢s poder hoy que ning¨²n otro pa¨ªs. Y creo que esta situaci¨®n va a durar, pues no veo ninguna coalici¨®n de pa¨ªses que pueda equipararse a este poder. Dicho esto, a medida que aumente la globalizaci¨®n en el curso del siglo, otros pa¨ªses sacar¨¢n provecho de ella y aumentar¨¢n sus capacidades. Dentro de 20 o 30 a?os, EE UU seguir¨¢ liderando, pero no de una forma tan amplia como hoy.
P. Un problema actual, para la gobernaci¨®n de un mundo global, es que muchos problemas son globales, pero la pol¨ªtica sigue siendo local. ?C¨®mo reconciliar estas tendencias o salir de esta contradicci¨®n?
R. La democracia se asocia a¨²n esencialmente con comunidades nacionales, con el Estado-naci¨®n. Pero podemos encontrar maneras de ligar a las democracias en organizaciones internacionales, cooperando. Eso es lo importante de tener instrumentos como la OMC o el FMI o las Naciones Unidas. Debemos percatarnos de que no podemos crear democracia a nivel global, pues no hay una comunidad global que ser¨ªa una condici¨®n necesaria para una democracia global. Pero podemos tener islas de gobiernos, zonas en las que los Estados cooperen, que quiten parte de la presi¨®n que la globalizaci¨®n econ¨®mica crea. No veremos un gobierno mundial, pero s¨ª, crecientemente, una gobernaci¨®n global.
P. Usted critica lo que llama el modelo club para la gobernancia internacional, en el que unos pocos pa¨ªses llevan la voz cantante, como ocurri¨® con el antiguo Grupo de Contacto para Yugoslavia.
R. Los clubes son la manera en que se hace gobernaci¨®n ahora. Y los clubes han tenido un efecto positivo a la hora de coordinar acciones entre Estados soberanos. Tenemos que encontrar modos de que los clubes se vuelvan m¨¢s transparentes y que respondan mejor. No hay que destruirlos. Como tampoco hay que destruir la OMC y sus reglas, que protegen a los d¨¦biles, y que aumentan el comercio, lo que ayuda a los pobres. Las redes de Estados crean instancias de cooperaci¨®n.
P. A menudo se habla del riesgo, que ya ocurri¨® a principios del siglo XX, de que la pol¨ªtica no siga suficientemente a los mercados; de que ¨¦stos vayan demasiado por delante, la supere. ?Estamos en un momento as¨ª?
R. Hasta cierto punto. La globalizaci¨®n puede resultar desgarradora. Hemos vivido una r¨¢pida integraci¨®n econ¨®mica, y la integraci¨®n pol¨ªtica ha sido m¨¢s lenta. Por otra parte, en los ¨²ltimos 20 a?os, tambi¨¦n hemos visto un cierto grado de innovaci¨®n pol¨ªtica, con el cambio del GATT a la OMC, o el desarrollo de la Uni¨®n Europea.
P. ?Hace la evoluci¨®n de la tecnolog¨ªa posible que la capacidad de destrucci¨®n en masa llegue ya no a manos de Estados, sino incluso de individuos?
R. El peligro es que a medida que se democratiza la tecnolog¨ªa, ¨¦sta puede caer en manos de gente equivocada. Hoy en d¨ªa, por ejemplo, le resulta relativamente m¨¢s f¨¢cil a un loco conseguir material para la guerra biol¨®gica, como el ¨¢ntrax, que hace 40 a?os material nuclear. ?C¨®mo impedir que se produzcan situaciones ca¨®ticas? Va a requerir m¨¢s cooperaci¨®n entre los pa¨ªses, m¨¢s recogida de informaci¨®n e inteligencia.
'Poder blando'
E l profesor Nye fue a finales de los 80 y principios de los 90 uno de los primeros te¨®ricos de la interdependencia en un mundo en el que crec¨ªa la 'pol¨ªtica transnacional'. ?l es quien ha acu?ado la expresi¨®n soft power (poder blando) que frente al tradicional militar o diplom¨¢tico, define como uno de los atributos de Estados Unidos, como 'la capacidad de lograr que otros quieran lo que EE UU quiere', con Internet, con las universidades, exportando formas culturales, o con otros medios. EE UU, se?ala, logra este poder gracias a la posici¨®n central que ocupa en las redes mundiales, aunque globalizaci¨®n no equivalga a americanizaci¨®n. Nye dirigi¨® el Consejo de Inteligencia Nacional y fue n¨²mero dos del Pent¨¢gono entre 1994 y 1995, con la primera Administraci¨®n de Clinton. Acaba de coeditar Gobernancia en un mundo globalizante (Brookings Institution).
No ve la globalizaci¨®n como algo nuevo, aunque s¨ª se haya acentuado gracias a los 'efectos de red' que hacen que un producto se vuelva m¨¢s valioso una vez que muchas otras personas lo utilizan, como ha ocurrido con Internet.
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