Ni distantes ni indiferentes
El consejero de Presidencia del Gobierno regional, Manuel Cobo, se ha empe?ado en reconvenir a los periodistas de Telemadrid. M¨¢s: en insultarles. Recibo ese insulto como propio. Insistir en que el reportaje Los caminos de Euskadi presentaba 'una mirada distante e indiferente' supone anular de un plumazo, porque lo piensa ¨¦l, porque lo piensa el presidente, el compromiso informativo adquirido por cualquier medio de comunicaci¨®n democr¨¢tico con el orden constitucional, con la defensa de los derechos elementales de la persona y, por supuesto, con la defensa de las v¨ªctimas. Porque no hubo bombas ni cabezas reventadas, colige el consejero que no hab¨ªa compromiso. ?Hemos de pensar lo mismo de ustedes cuando hablen del problema terrorista sin derramar una l¨¢grima?
Posiblemente, a Ruiz-Gallard¨®n y a Cobo les haya faltado poes¨ªa para afrontar esta crisis
El compromiso con la informaci¨®n no es que sea ni m¨¢s ni menos sagrado que el que debemos mantener hacia las v¨ªctimas: es el mismo. S¨®lo una buena informaci¨®n permite descubrir hasta sus ¨²ltimas consecuencias el yerro contumaz de los asesinos y sus apoyos pseudointelectuales. El reportaje Los caminos de Euskadi establec¨ªa una met¨¢fora simple, pero efectiva, sobre la idea de la disyuntiva, la bifurcaci¨®n, la opci¨®n en la que se encuentra la ciudadan¨ªa vasca. Vivir o haber vivido all¨ª da sentido a este planteamiento. No se puede negar la existencia de una alternativa democr¨¢tica y otra asesina. Podr¨¢ negarlo quien quiera, pero Galileo siempre dir¨ªa eppur si muove. Si hay disyuntiva, hay discernimiento. Luego, discernamos.
Propuesto como nudo fundamental del trabajo el encadenamiento de comentarios, los nexos entre los distintos bloques de opini¨®n se basaban en la imagen captada por una c¨¢mara subjetiva que recorr¨ªa calles, carreteras, caminos... Incluso cuando un comando avanza por una autopista vasca, con 50 kilos de explosivo y torniller¨ªa en el coche, el paisaje que le rodea es bello. El mar azota la cornisa de un pa¨ªs que se cubre de verde, muchas veces sobre la sangre derramada, pero cuya belleza turba sin esfuerzos ret¨®ricos. Los autores del reportaje no son culpables por captar con su objetivo lo que el presidente y el consejero califican de 'buc¨®lico'. De hecho, la visi¨®n orogr¨¢fica que cualquiera tiene del Pa¨ªs Vasco es as¨ª.
Efectivamente, para evitar la contaminaci¨®n del paisaje hace falta algo. Por ejemplo, pensar. No s¨®lo agrupar im¨¢genes. Hace falta materia gris. ?Es leg¨ªtimo aproximarse al problema del terrorismo s¨®lo desde la perspectiva del horror? S¨ª. Pero, ?lo es sumergirse en sus motivos s¨®lo con palabras? Tambi¨¦n. Me alegro de pertenecer a un g¨¦nero que encuentra en la palabra 'un arma cargada de futuro'. Lo dijo un vasco, Gabriel Celaya, cuando su Euskadi y Espa?a no padec¨ªan esta hemorragia. Posiblemente a los se?ores Ruiz-Gallard¨®n y Cobo les haya faltado poes¨ªa para afrontar esta crisis. Y no podr¨¢n decir que la poes¨ªa es buc¨®lica. Si quieren les cito a Bertold Bretch. Ni lo dicen ni lo piensan. Mas, ?qu¨¦ significa hablar por boca de Albert Camus cuando dijo que se hab¨ªa comprometido a estar siempre del lado de las v¨ªctimas?, ?a qui¨¦nes menosprecian ustedes cuando insin¨²an lo contrario? Pi¨¦nsenlo. Piensen en una ciudadan¨ªa madura, adulta para digerir (no asimilar) incluso los planteamientos del enemigo. Siempre nos quedar¨¢ el tracto intestinal para deshacernos de las heces. No nos conduzcan.
El 90% de los entrevistados en Los caminos de Euskadi, incluidos los representantes del nacionalismo democr¨¢tico, representa a una ciudadan¨ªa que discurre por los caminos de la paz. Los portavoces del 10% restante (que existe, que no se lo inventa Telemadrid) tienen un reflejo porcentual en cada convocatoria electoral. Ganan alcald¨ªas, puestos en las diputaciones, esca?os en la C¨¢mara de Vitoria, en el Congreso, en el Parlamento de Estrasburgo... ?Deber¨ªamos fulminar al presidente, al director general de nuestra principal empresa, Espa?a, porque cada vez que nos llama a las urnas no coloque un cartel sobre las papeletas de EH con la imagen del atentado de la avenida de Badajoz? Caso de hacerlo, la mayor¨ªa de nosotros le pedir¨ªamos que no nos tomara por imb¨¦ciles. Yo no necesito el acompa?amiento constante de esa visi¨®n para afianzar mi desprecio hacia los matarifes del magistrado Querol, de su escolta, de su ch¨®fer y del conductor de la EMT.
Pero si los se?ores Gallard¨®n y Cobo est¨¢n tan convencidos de su decidido intervencionismo, no s¨¦ por qu¨¦ no acuden ya raudos al palacio de la Moncloa y exigen cabezas a los responsables de velar por nuestro ordenamiento legal.
En su interior se consagra la libertad de expresi¨®n, la libertad de prensa.
Es una broma de mal gusto asegurar que con la destituci¨®n de Silvio Gonz¨¢lez no se perjudican ambos principios. Se hace, porque el ajusticiamiento de Silvio Gonz¨¢lez ha puesto a todos los dem¨¢s en fila. Y no niego que el presidente tenga derecho legal. No lo comparto. A partir de este momento, no cabe en Telemadrid (y los dem¨¢s debemos darnos por aludidos) una aproximaci¨®n al fen¨®meno terrorista (y m¨¢s intelectualmente, al conflicto vasco) que no est¨¦ impregnada por el amonal y el olor a carne quemada.
Siendo la esencia del problema, cosa que no discuto globalmente al consejero, ?no podremos nunca realizar inmersiones m¨¢s cerebrales?, ?por qu¨¦ nos lo proh¨ªbe Gallard¨®n? Si insin¨²o que lo ha hecho por intereses pol¨ªticos, soy perverso. Y si me sorprendo porque su beligerancia contra el terrorismo se grabase a fuego el 30 de octubre de 2000, el d¨ªa del terrible atentado de la avenida de Bajajoz, ?qu¨¦ soy? Eso s¨ª que ser¨ªa una perversidad, pensar que Alberto Ruiz-Gallard¨®n y su Gobierno fueron distantes e indiferentes hasta esa terrible ma?ana. No lo pienso de ustedes, ni de ninguno de nosotros.
Miguel ?ngel Oliver es redactor jefe de Redacci¨®n Madrid, cadena SER.
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