Repetidores de m¨®viles
A pesar de que ¨²ltimamente nos hacen m¨¢s caso a los colectivos ecologistas, aunque no todo lo que ser¨ªa necesario, insistimos, para que no caiga en el olvido, en volver a criticar a la bonita y multicolor gallina de los huevos de oro de la telefon¨ªa m¨®vil y reiterar que el oro que produce es defectuoso y perjudica severamente la salud. El problema radica en que nos intentan hacer creer que estamos bien informados, pero existe un gran desconocimiento p¨²blico de las repercusiones en la salud, ya que presiones de las multinacionales retrasan la divulgaci¨®n p¨²blica de la verdad.
Lo m¨¢s peligroso, preocupante y que est¨¢ produciendo una gran alarma social m¨¢s que justificada, es el tema de las grandes antenas repetidoras, pues la carga de radiaci¨®n se acumula con el tiempo y la gravedad aumenta con el n¨²mero de repetidores. Investigadores de la radiaci¨®n concluyen que el deterioro de la salud por estas antenas llega tras meses o a?os; al principio se nota pesadez, dolor de cabeza, insomnio, zumbidos, y las ¨²ltimas consecuencias pueden dar lugar a tumores cerebrales y al aumento del riesgo de c¨¢ncer. Es una temeridad por parte del poder pol¨ªtico no tomar medidas urgentes de precauci¨®n: investigaci¨®n previa a salida al mercado y normativa coherente en cuanto a emisi¨®n de radiaci¨®n de baja frecuencia.
Aunque las compa?¨ªas telef¨®nicas seducen sibilina y sospechosamente con dinero, en contratos a largo plazo (m¨¢s de 25 a?os) a los propietarios de inmuebles por dejarse colocar una antena repetidora en la azotea de su casa, ?c¨®mo van a compensar a quienes han enfermado y enfermar¨¢n a causa de su negligencia? Y por ¨²ltimo, algo que nos deja m¨¢s intranquilos: ?por qu¨¦ las compa?¨ªas de seguros no se hacen cargo de los problemas que les surjan a los afectados por las ondas de estas antenas?.
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