Los sucesos de Tolox y las cosas de Pacheco

Uno no es muy dado a escribir Cartas al director, en la creencia de que para nada sirven y que, para desahogo personal, bastante hay con lo que se piensa y se siente al conocer la noticia o al leer el art¨ªculo y la forma en que el peri¨®dico las trata. Sin embargo, en este diario (d¨ªa 31de enero) hay una noticia y un art¨ªculo de opini¨®n que me han obligado a escribir estas l¨ªneas.

Es la noticia sobre los alba?iles asesinos de Tolox cazando al emigrante ilegal. Con un pudor digno de mejor causa, su diario omite el nombre del cazador y s¨®lo publica sus iniciales a la vez que califica de 'intento de homicidio', lo que es un asesinato frustrado que llena de horror -o deber¨ªa de llenar- a esta Andaluc¨ªa al parecer tan satisfecha, cuando no s¨®lo deber¨ªa haber publicado todos los datos referidos a los energ¨²menos cazadores adem¨¢s de sus fotograf¨ªas al menos a tantas columnas como lo hace, p¨¢ginas atr¨¢s, con las 'cosas' de Pedro Pacheco. ?Es que acaso esos canallas merecen el mal entendido anonimato con el que ustedes los protegen?

No conozco a la pobre v¨ªctima y tal vez no tenga posibilidad de ello, pero ?c¨®mo me gustar¨ªa defenderlo como acusaci¨®n particular para evitar en lo posible el que se eche tierra en tan terrible asunto!

Lo otro es un mero comentario al se?or P¨¦rez Royo, Javier, m¨¢s bien una pregunta: ?En qu¨¦ quedamos al tratar a los delincuentes? ? Les llamamos de usted y le anteponemos el don, por ejemplo, don Javier G¨®mez de Lia?o, o le apeamos el tratamiento como se hace en la instrucci¨®n y en las sentencias y les llamamos simplemente por su nombre de pila y a ser posible con un alias? ?O tal vez a unos s¨ª y a otros no, seg¨²n tengan carrera y oposiciones, o sean un simple drogadicto que para sacarte la calderilla que se lleva en el bolsillo te amenaza con una jeringuilla pretendidamente infectada con el sida?.-