'Zapeo' en el paso de cebra

?Qu¨¦ pintan siete chicas y tres chicos en pijama, bata y zapatillas de felpa en plena plaza de Espa?a a la una de la tarde? ?Y si, de pronto, corren despavoridos hacia un paso de peatones y se ponen a desafiar a los automovilistas con los lemas publicitarios t¨ªpicos de la medianoche? Pues es s¨®lo teatro, por mucho que alg¨²n transe¨²nte malhumorado creyera que los diez tipos extravagantes hab¨ªan enloquecido, e incluso lo dijera en voz alta: '?Es que no ten¨¦is nada que hacer?' Y lo que ten¨ªan que hacer los actores de la compa?¨ªa Machincuepas Dansziater C¨®mpani es una s¨¢tira humor¨ªstica de los televidentes de pijama y cuarto de estar que, amarrados al mando a distancia, confunden la vida con las historias que ofrece la caja tonta (sin met¨¢foras, porque una caja azul hac¨ªa de tele).

El montaje se llama Zap, pertenece al apartado callejero del festival La Alternativa y se representa todos los mi¨¦rcoles. Comienza con la estampida de los teleadictos hacia el paso de peatones que hay frente al hotel Plaza: se plantan delante de los automovilistas y vociferan cantinelas publicitarias sobre colchones, aparatos de abdominales y extintores. Despu¨¦s, ya en la acera, comienza el zapeo por la programaci¨®n: dos de las chicas escenifican un fragmento de un culebr¨®n televisivo con los inevitables amor¨ªos, casamientos, la empleada dom¨¦stica, la se?ora y hasta el cura de consejo f¨¢cil. Frente a ellas, los telespectadores en pijama asienten, protestan o se emocionan, seg¨²n.

Acto seguido, cambio de canal: el telediario informa sobre diab¨¦ticos, insulina y donaciones de sangre restringidas en Francia, o sea, silencio absoluto. En segundos, de la solemnidad se pasa a la algarab¨ªa musical: '?Tamara? Nooo, Ana Torroja'; en realidad, una imitadora de las que proliferan en la televisi¨®n (otra cr¨ªtica) emula a la ex de Mecano, al tiempo que los televidentes corean el estribillo, mueven los brazos al comp¨¢s y los padres de la chica, agarrados de la mano, gritan '?Bravo, bravo, mi ni?a, mi ni?a!' De s¨²bito, una manta de aburrimiento se apodera del saloncito: llega el documental y no hay forma de sacudirse el tedio.

Y el montaje sigue en esta l¨ªnea, pasando de la euforia al fastidio, entre retransmisiones futbol¨ªsticas, cocina f¨¢cil, cine en versi¨®n original, baile, noticias europe¨ªstas y confesiones en el plat¨®, hasta el final, en el que, muertos el mando y la televisi¨®n, se esfuma la ilusi¨®n. 'Es una peque?a cr¨ªtica, en clave de humor, a los usuarios desmedidos de esa caja que a todos nos gusta, en un espacio que todos usamos a diario', explic¨® el director art¨ªstico, Alberto S¨¢nchez. El espect¨¢culo se repetir¨¢ en la plaza de Espa?a todos los mi¨¦rcoles de febrero, por la ma?ana (a las 13.00), y ser¨¢ itinerante por la tarde (a las 18.00): los pasos de cebra de la glorieta de Atocha (d¨ªa 14), la plaza de Cibeles (d¨ªa 21) y el paseo del Prado (d¨ªa 28). El primer d¨ªa, la acera se llen¨® con un p¨²blico joven que dedic¨® un largo aplauso a la tropa de actores. A pocos metros, otros iban a lo suyo, ajenos al sarao, como una pareja de reci¨¦n casados orientales que posaba sonriente para un fot¨®grafo.