El prol¨ªfico autor que s¨®lo sabe hablar de s¨ª mismo

Fernando Arrabal disfruta del dif¨ªcil r¨¦cord de ser el autor espa?ol -'entre los vivos y los muertos', como destacan en la compa?¨ªa Aguinarte- m¨¢s representado en la actualidad. Y es que el escritor lo ha puesto f¨¢cil, dado lo prol¨ªfico de su producci¨®n literaria. Arrabal ha escrito m¨¢s de 70 piezas teatrales -en las que, asegura, s¨®lo habla de s¨ª mis-mo-, el gui¨®n de siete pel¨ªculas, varios tomos de poes¨ªa, cuatro libros-carta de pensamiento pol¨ªtico, adem¨¢s de recopilaciones de su correspondencia y de art¨ªculos en prensa espa?ola y extranjera, sin olvidar cuatro tomos dedicados al ajedrez, otra de sus pasiones: 'El teatro es un bar¨®metro de la sociedad, como el ajedrez', dijo el pasado a?o con motivo del estreno de su obra El cementerio de autom¨®viles, actualmente de gira en manos del Centro Dram¨¢tico Nacional, dirigida por Juan Carlos P¨¦rez de la Fuente.

Arrabal naci¨® en agosto de 1932 en Melilla, de donde tuvo que salir cuando su padre, 'de manera quijotesca', decidi¨® no apoyar el 'alzamiento nacional', es decir, el golpe de Estado del general Franco que dio lugar a la posterior guerra civil y subsecuente dictadura. De aquel exilio naci¨® su afici¨®n a vivir en Par¨ªs, donde de hecho se estren¨®, en 1987, Breviario de amor de un halter¨®filo, en la Comedie Francaise.

Arrabal, que dijo en 1996 de las vacas locas que 'es una enfermedad que la provoca una hip¨®tesis' -y desde entonces no se ha avanzado mucho m¨¢s en dicha hip¨®tesis-, ha dedicado la ¨²tima parte de su obra dram¨¢tica a la b¨²squeda del equilibrio. Esta ¨²ltima fase, en la que se encuadra el Breviario, est¨¢ marcada por la aspiraci¨®n a una serenidad 'que se produce tras el comprensivo entendimiento y aceptaci¨®n de las debilidades y diferencias humanas, pero sin que ello signifique rendici¨®n incondicional', como decribe la compa?¨ªa citando a un estudioso de la obra de este autor, Francisco Torres Monreal, que en 1997 public¨® en Espasa el volumen Teatro completo de Arrabal.