Oiarzabal inicia una carrera para hollar la cima m¨¢s alta de cada continente

El alpinista alav¨¦s Juanito Oiarzabal pretende ascender el pico m¨¢s alto de cada continente en un plazo de diez meses. El reto supone siete expediciones diferentes a otros tantos picos, puesto que el continente americano queda dividido en dos para incluir al sur el Aconcagua (6.959 metros) y al norte el Mc Kinley (6.194 metros). Su viaje le conducir¨¢ igualmente al Elbruz (Europa, 5.642), Everest (Asia, 8.850), Pir¨¢mide de Carstensz (Ocean¨ªa, 4.884), Kilimanjaro (?frica, 5.895) y Monte Vinson (Ant¨¢rtida, 4.897).

Desde que hollara la cima del Annapurna (8.091 metros) en la primavera de 1999, Juanito Oiarzabal se ha sumido en una espiral de viajes y proyectos avalados por la popularidad conquistada tras sumarse a los cinco alpinistas que ya exhib¨ªan las 14 cimas m¨¢s altas del planeta en su curr¨ªculo. Su ¨²ltimo envite (en la pr¨¢ctica una nueva carrera) le conduce por caminos ya explorados, aunque proponga como novedad destacable el hecho de comprimir en el tiempo su aventura intercontinental. De hecho, el alav¨¦s ya conoce cuatro de las siete cimas que pretende alinear en los pr¨®ximos diez meses: el Everest, el Kilimanjaro, el Aconcagua y el Mc Kinley. Ma?ana mismo parte hacia el C¨¢ucaso para emprender all¨ª su asalto al Elbruz.

El proyecto, que ser¨¢ filmado para el programa de TVE Al filo de lo imposible, encierra uno m¨¢s ambicioso: escalar el Everest por su vertiente norte sin ayuda de ox¨ªgeno artificial. Oiarzabal pis¨® la cima m¨¢s alta del planeta en 1993, por su vertiente sur o nepal¨ª, empleando ox¨ªgeno artificial.

Una vez conquistadas las 14 cimas m¨¢s altas del planeta, el alpinista tuvo tiempo para revisar su c¨®digo ¨¦tico y decidir que resultar¨ªa m¨¢s gratificante regresar al Everest y conquistarlo sin ox¨ªgeno embotellado.

En compa?¨ªa de Juan Vallejo

La idea le empuj¨® la primavera pasada hasta las faldas de la monta?a m¨¢s alta. El mal tiempo le hizo desistir de su intento, despu¨¦s de alcanzar la arista cimera y retirarse a 8.600 metros en compa?¨ªa de varios compa?eros de expedici¨®n y de otros alpinistas espa?oles con los que coincidi¨® durante el ataque a cima.

Sin embargo, no renuncia a cumplir con una empresa que le persigue y que desea finiquitar cuanto antes.

El resto de sus objetivos distan mucho de observar las dificultades que plantea el Everest. El fr¨ªo del Mc Kinley o del Monte Vinson suponen el examen de m¨¢s enjundia para las ambiciones de Oiarzabal, por encima de la caminata que supone alcanzar el punto culminante del Kilimanjaro para un alpinista de su experiencia.

Otro alpinista alav¨¦s, Juan Vallejo, acompa?ara a Oiarzabal en su particular vuelta al mundo, tal y como acostumbra en los ¨²ltimos a?os. La comuni¨®n entre ambos les ha convertido en una pareja indisociable, aunque el p¨²blico s¨®lo retenga la figura de Oiarzabal. El ¨¦xito de su viaje quedar¨¢ finiquitado a finales de mayo, si ambos logran conquistar el Everest, lo que seguramente eclipsar¨¢ el resto del proyecto.