El Ayuntamiento instala una escultura de Juan de ?valos sin esperar a la anunciada junta de est¨¦tica
Los planes de G¨®mez-Angulo, refrendados m¨¢s tarde por el alcalde, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, trataban de evitar la colocaci¨®n de esculturas por la ciudad sin ning¨²n criterio, para impedir casos como el del monumento-homenaje al h¨¦roe filipino Jos¨¦ Rizal, que espantaba particularmente al por entonces responsable municipal.
La creaci¨®n de una junta de est¨¦tica figur¨® como una de las propuestas de la ¨²ltima campa?a electoral del PP. Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano gan¨® las elecciones a la alcald¨ªa, pero los expertos no han sido convocados para esta tarea.
Mientras tanto, las estatuas siguen apareciendo y desapareciendo sin m¨¢s criterio que el marcado por los concejales de ¨¢rea o de distrito. Una de las ¨²ltimas esculturas que decoran la ciudad es una obra de Juan de ?valos que representa unas manos entrelazadas de metro y medio de altura, donaci¨®n de la Embajada de la Rep¨²blica de El Salvador. Un alto cargo del Ayuntamiento la ha tachado de 'dudoso gusto', pero, ante la ausencia de la prometida junta de est¨¦tica, la escultura ya est¨¢ instalada en el distrito de Chamart¨ªn.
El proyecto original del autor inclu¨ªa un pedestal 'de m¨¢s de cinco metros de altura' que los responsables municipales consiguieron eliminar. 'Pero al ser una donaci¨®n de la Embajada de El Salvador, no se pudo rechazar la obra en s¨ª', a?aden estas mismas fuentes.
La pol¨¦mica de las estatuas arranca de lejos y cuenta con bastantes ejemplos. En noviembre pasado, el Ayuntamiento retir¨®, sin comunic¨¢rselo a nadie, la controvertida estatua de La Violetera de su ubicaci¨®n en la confluencia entre la calle de Acal¨¢ y la Gran V¨ªa. La obra hab¨ªa provocado las m¨¢s agrias cr¨ªticas de la oposici¨®n y de las asociaciones ciudadanas por su 'enanismo' y 'fealdad'. Se lleg¨® a organizar incluso una manifestaci¨®n en contra. Ahora permanece almacenada en unas dependencias municipales a la espera de que la prometida junta de est¨¦tica decida cu¨¢l es su sitio ideal.
En enero de 1999, la junta de distrito de Chamart¨ªn ten¨ªa planeado erigir, en el parque de Berl¨ªn, un monumento a la Guardia Civil de 15 metros de altura y 12 metros de ancho que el concejal de Izquierda Unida Gerardo del Val calific¨® de 'mastodonte'. Las cr¨ªticas de la oposici¨®n y la difusi¨®n en los medios de comunicaci¨®n del proyecto paralizaron la instalaci¨®n del monumento. El conjunto inclu¨ªa, adem¨¢s de cuatro estatuas de sendos guardias civiles salvando a un ni?o, una reproducci¨®n en piedra de un gigantesco tricornio de siete metros de altura.
Monumentos pol¨¦micos
El anterior concejal de la Junta de San Blas, Isaac Ramos, tambi¨¦n coloc¨® en su distrito varias obras que fueron muy criticadas por la oposici¨®n. En especial, una titulada Oda al siglo XX en la que se ve a un hombre y a una mujer desnudos, una antena parab¨®lica y una locomotora de carb¨®n. El edil, incluso, advirti¨® de que para realzar el conjunto pensaba iluminarlo por las noches, extremo que nunca lleg¨® a convertirse en realidad. Otro de los conjuntos escult¨®ricos de Ramos fue el erigido para homenajear a la mujer; la obra consiste en varias piezas que, de manera simb¨®lica, reflejan su recorrido vital: de ni?a a anciana pasando por adolescente, madre y mujer madura.
El portavoz municipal del PSOE, Rafael Simancas, pidi¨® el pasado viernes al equipo de gobierno 'que constituya cuanto antes la tan prometida comisi¨®n de est¨¦tica urbana para salvar a los madrile?os del dudoso gusto del alcalde y de sus concejales'.
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