El franquismo sigue en el callejero
Un estudio del Ayuntamiento de Santander indica que perviven 30 calles y 12 monumentos de la dictadura
La ciudad de Santander mantiene a d¨ªa de hoy 30 calles y plazas a las que se adjudicaron nombres de los vencedores o de sus batallas m¨¢s significativas en la Guerra Civil, y una docena de monumentos y estatuas que contrastan con el desd¨¦n con que aqu¨ª se recuerda a los perdedores. S¨®lo el primer alcalde de la Rep¨²blica, Macario Rivero, y el sindicalista y diputado socialista Bruno Alonso, comisario de la escuadra republicana, muerto en el exilio, se mencionan en el callejero.
Este censo de agravios y desmemorias es fruto de las cr¨ªticas surgidas el pasado verano, cuando 15 profesores asistentes al curso La mirada retrospectiva de la historia en la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo criticaron la exagerada abundancia de s¨ªmbolos franquistas en las calles de Santander y firmaron una declaraci¨®n que supon¨ªa un llamamiento a las fuerzas pol¨ªticas a fin de que adopten una posici¨®n clara ante lo que consideran 'una r¨¦mora an¨®mala'.
Su denuncia provoc¨® un debate todav¨ªa inacabado en Santander, considerada por la derecha espa?ola capital del franquismo. Hace pocas semanas, el Ayuntamiento encarg¨® a tres historiadores un informe sobre la simbolog¨ªa franquista. Los profesores Carlos Gardd¨¦, de la Universidad de Cantabria; Benito Madariaga, cronista oficial de la ciudad, y Miguel ?ngel S¨¢nchez, director de la UNED, autores del estudio, reflejan la situaci¨®n y dejan la cuesti¨®n en manos de los pol¨ªticos.
Recuerdo de 'T¨ªa Ma'
Una cuidadosa b¨²squeda en los archivos municipales pone de manifiesto las prisas que terminado el conflicto sintieron sus mandatarios para llenar Santander de signos franquistas. Ninguna estirpe como la de Primo de Rivera est¨¢ tan representada. Se recuerda no s¨®lo al fundador de la Falange, sino a su hermana Pilar, delegada de la Secci¨®n Femenina y 'T¨ªa Ma', como Jos¨¦ Antonio llamaba entra?ablemente a su madrina. A Augusto Gonz¨¢lez de Linares, destacado cient¨ªfico espa?ol creador de la primera estaci¨®n biol¨®gico-mar¨ªtima le arrebataron su plaza en El Sardinero para dedic¨¢rsela, en el a?o 38, a la 'hermana Italia', seg¨²n el texto del monolito erigido a 'las heroicas legiones que lucharon y cayeron fraternalmente unidas con los soldados espa?oles por la suprema causa de la civilizaci¨®n cristiana'.
La remodelaci¨®n de la zona impone ahora la desaparici¨®n en el parque de Mesones de otro monumento herrumbroso y est¨¦ticamente rechazable cual es el ca?¨®n del acorazado Almirante Cervera, de la Armada nacional; fondeado durante meses a lo largo de la guerra en el abra de El Sardinero, sembr¨® el terror en parte de la poblaci¨®n mientras otra descansaba tranquila. Cientos de militares y civiles derrotados, rendida la capital a las fuerzas nacionales, intentaron escapar por mar, pero fueron neutralizados por el Cervera y conducidos a la zona nacional. Muchos de aquellos huidos no pudieron alcanzar el exilio y quedaron a merced de los tribunales de guerra.
El Ayuntamiento estudia, tras la denuncia de los asistentes al seminario, c¨®mo sacudirse el engorro. Desde 1937 el consistorio ha estado en manos de la derecha. Los concejales socialistas, en minor¨ªa, alegan que los s¨ªmbolos franquistas son s¨®lo compartidos aqu¨ª por una exigua minor¨ªa y producen violencia en la mayor¨ªa de los ciudadanos. Sin embargo, el alcalde popular, Gonzalo Pi?eiro, rechaza que tal cosa ocurra porque han transcurrido muchos a?os del final de la guerra y nadie se acuerda de los textos que contienen los monumentos. No obstante, ha reiterado su disposici¨®n a retirar los escudos preconstitucionales que todav¨ªa acompa?an a obeliscos y estatuas. Profesores de la universidad c¨¢ntabra solidarizados con sus colegas de la UIMP opinan que tan hist¨®ricas piedras pueden ser almacenadas en los museos. Al pleno municipal, donde la derecha tiene la mayor¨ªa absoluta, corresponde la decisi¨®n final.
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