Otro vendaval del Zaragoza
El Oviedo marc¨® por fin fuera de su campo, pero sali¨® goleado
La ansiedad del Oviedo por marcar su primer gol fuera de su campo era uno de los alicientes del partido. Se diluy¨® en el minuto 33, cuando Danjou empuj¨® el bal¨®n a la red con el muslo. S¨®lo que para entonces el Zaragoza ya hab¨ªa marcado dos goles y su vendaval ofensivo no hab¨ªa hecho m¨¢s que empezar. Porque el gran atractivo fue comprobar, una vez m¨¢s, que el Zaragoza ofrece espect¨¢culo ofensivo, y del bueno, en su terreno de La Romareda.
A las decepciones del Zaragoza fuera de casa les suceden con progresi¨®n aritm¨¦tica las alegr¨ªas ante su propia afici¨®n. Y, recurrentemente, con un protagonista de excepci¨®n, el argentino Esn¨¢ider, una garant¨ªa de vibraciones positivas, de ¨¦xito, pese a su precario estado f¨ªsico. El delantero argentino llevaba diez d¨ªas sin jugar. y agradeci¨® el descanso. En el banquillo rival estaba Antic, quien fuera su entrenador en el Atl¨¦tico. Esn¨¢ider andaba con ganas y, junto a Acu?a y Juan Ignacio -que celebr¨® sus 100 partidos en el Zaragoza abriendo el marcador- volvi¨® a dar brillo y a aportar un plus de fantas¨ªa al equipo.
Radomir Antic, redentor de futbolistas descarriados, hab¨ªa dejado en Oviedo a Collymore por su mal estado f¨ªsico. Poco habr¨ªa podido hacer el delantero ingl¨¦s ante la seguridad de Paco y Aguado, unida al trabajo de Acu?a y Jos¨¦ Ignacio en el centro del campo y a las llegadas por las bandas de Vellisca y Juanele, a los movimientos de Jamelli entre l¨ªneas y a la pegada de Esn¨¢ider. Su segundo gol fue muy bello. Esquinado, a unos 25 metros de la porter¨ªa, le peg¨® fuerte y colocado y sorprendi¨® a un adelantado Esteban.
El Oviedo, que trata bien la pelota pero que sufre mucho por las bandas y por alto, nada pudo hacer ante el vendaval ofensivo zaragocista. Mejor¨® en el tramo final del partido gracias a la incorporaci¨®n de Jaime y al relajamiento del equipo local.
Al Zaragoza le falta aprobar la asignatura fuera de su campo de La Romareda para aspirar a algo m¨¢s que a mantener sin apuros la categor¨ªa. L¨¢stima que Esn¨¢ider s¨®lo sea un jugador de domingos alternos, un delantero que s¨®lo se pone la chistera en La Romareda.
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