El Museo de la Ciencia contrat¨® empresas de la familia de su administrador
La relaci¨®n de la familia Matamala con el Museo de la Ciencia y de la T¨¦cnica tuvo su primer fruto el 24 de diciembre de 1991, fecha en la que el Gobierno de la Generalitat acept¨® la donaci¨®n de un edificio de la Colonia Sed¨® de Esparreguera ofrecido por la Caixa d'Estalvis de Manresa. Lo que interesaba al museo no era tanto el edificio como la turbina hidr¨¢ulica que alberga en su interior, cuyas dimensiones y caracter¨ªsticas obligaron a desechar la idea inicial de trasladarla, para su exhibici¨®n, a la sede central del museo en Terrassa.
El museo, con la ayuda econ¨®mica -siete millones de pesetas, seg¨²n Casanelles- de la mencionada entidad de ahorro, opt¨® por comprar el edificio e instalar all¨ª una de sus secciones con la denominaci¨®n de Museo Colonia Sed¨® de Esparreguera. El vendedor, inform¨® el director del museo, fue la sociedad Pol¨ªgono Industrial Can Sed¨®, SA (PICSSA), una de las empresas de la familia Matamala.
Casanelles negoci¨® todo lo concerniente a la venta del inmueble con Jaume Matamala Duarri, el 'se?or Matamala', quien le present¨® a su hijo, Jaume Matamala Cura, que 19 meses despu¨¦s ser¨ªa nombrado administrador del museo. El nombramiento, consignado en un decreto con fecha 13 de julio de 1993, fue propuesto al Gobierno de la Generalitat por el entonces consejero de Cultura, Joan Guitart, 'vista la propuesta del consejo rector aprobada por la Junta de Museos de Catalu?a'.
Presidido por el director general de Patrimonio Cultural, el consejo rector a que alude el decreto es el m¨¢ximo ¨®rgano de direcci¨®n del museo, cuyo organigrama -en cuanto entidad aut¨®noma adscrita al Departamento de Cultura- se completa con las figuras del director y del administrador. La designaci¨®n de Matamala, por tanto, no fue una decisi¨®n exclusiva o personal de Casanelles, sino que cont¨® con la aprobaci¨®n expresa de los principales responsables del Departamento de Cultura.
La conversi¨®n del edificio donado por la Caixa d'Estalvis de Manresa en 1991 en lo que es hoy el Museo Colonia Sed¨® de Esparreguera ha exigido una inversi¨®n de 44 millones de pesetas: 18 en la primera fase, que culmin¨® en 1993, y 26 en la segunda (14 en obras y 12 en museograf¨ªa), que finaliz¨® el pasado a?o. Sin precisar el coste de los encargos efectuados a empresas de la familia Matamala, Casanelles inform¨® de que ¨¦stas han realizado buena parte de las obras: 'De otra forma no se hubiera podido hacer', subray¨® el director del museo, ya que 'dif¨ªcilmente' otras empresas se habr¨ªan adaptado 'al ritmo y al tipo de trabajos' que exig¨ªa la operaci¨®n. Y todo ello sin olvidar que la intervenci¨®n de las empresas de los Matamala ha hecho que todo resultara 'm¨¢s barato', en palabras de Casanelles.
Contrataci¨®n directa
La intervenci¨®n de las mencionadas empresas se realiz¨® mediante encargos inferiores a los dos millones de pesetas, seg¨²n explic¨® el director del museo, lo que permiti¨® su contrataci¨®n directa, es decir, sin concurso previo.
A modo de ejemplo, Casanelles inform¨® del encargo realizado a Hidropont, SL, por valor de 1.948.000 pesetas en 1997, y de los efectuados a Maquinaria 1001, SL, por valor de 1.821.000 y 1.950.000 pesetas en los a?os 1997 y 1998, respectivamente. Estas dos empresas tienen como administrador, seg¨²n consta en el Registro Mercantil, a Agust¨ª Matamala Cura, hermano del administrador del museo.
Agust¨ª Matamala se?al¨® que hab¨ªa permitido que las empresas de su familia intervinieran en las obras del museo para satisfacer a su padre, una persona, dijo, muy interesada en la protecci¨®n y conservaci¨®n de todo lo que concierne al patrimonio industrial catal¨¢n. 'Nuestras empresas', subray¨®, 'son peque?as y fundamentalmente trabajamos para particulares. Trabajar para la Administraci¨®n, con el retraso con el que se producen los pagos, no nos interesa'.
Investigaci¨®n fiscal
La contrataci¨®n por el Museo de la Ciencia y de la T¨¦cnica de Catalu?a de las empresas de la familia Matamala fue denunciada a la fiscal¨ªa del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a, que a la vista de un informe realizado por la polic¨ªa judicial no apreci¨® 'conducta delictiva' y acord¨® el archivo de las diligencias.'De lo investigado por esta fiscal¨ªa', se?ala la resoluci¨®n, 's¨®lo consta que en una m¨ªnima parte las obras realizadas fueran concedidas a empresas de esas circunstancias, y ello con aprobaci¨®n del director y con intervenci¨®n de la correspondiente autoridad de control de la Generalitat,por lo que no se aprecia conducta delictiva que justifique el ejercicio de la acci¨®n penal por parte de esta fiscal¨ªa'.
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