Bonnie Burnard escribe sobre la fuerza y la tenacidad de la gente normal
Su primer libro de relatos lo escribi¨® sobre la mesa del comedor, mientras sus tres hijos corr¨ªan a su alrededor. Bonnie Burnard (Lake Huron, Canad¨¢, 1947) a¨²n no se hab¨ªa divorciado y completaba sus jornadas literarias cocinando. Ahora que sus hijos han crecido y que ha descubierto el ordenador, consigue jornadas de trabajo de hasta diez horas seguidas - 'sin siquiera moverse para tomar un t¨¦'-. Su primera novela, Una casa buena (Muchnik Editores), gan¨® el Premio Guiller 1999 (considerado como el Booker canadiense). El ¨¦xito de esta obra, que ha vendido m¨¢s de 120.000 ejemplares en Canad¨¢, que abarca la vida de una familia desde la Segunda Guerra Mundial hasta el inicio de la d¨¦cada de los noventa, se debe a que est¨¢ centrada 'en la fuerza y la tenacidad de la gente normal', cont¨® ayer la autora en Madrid.
'No quer¨ªa h¨¦roes', aclar¨® Burnard. 'Una casa buena no tiene nada que ver con la sofisticaci¨®n y la admiraci¨®n por los actores de cine, que ha reflejado mucha de la literatura publicada en los noventa, como si la vida de las personas corrientes no tuviese valor'. En la misma l¨ªnea, la escritora afirma que tuvo que hacer un verdadero esfuerzo por evitar que el incesto, la violencia y las violaciones no ocuparan ni una l¨ªnea de su libro. El reto fue, seg¨²n la escritora, presentar la vida ordinaria de una familia como algo atractivo al lector.
Todos los personajes de la novela 'son inventados', aunque la obra transcurre en un pueblo muy parecido al de su ni?ez, situado cerca de Ontorio, y una de las protagonistas sea una madre de familia con tres hijos como ella. 'Los detalles peque?os, como la descripci¨®n de un sof¨¢ o un banquete de bodas, est¨¢n basados en hechos reales, pero los grandes pertenecen al campo de la ficci¨®n'.
La buena vida
El t¨ªtulo de la obra, en la que se narra la vida de tres generaciones de una familia canadiense tras el regreso del marido de la Segunda Guerra Mundial, es 'pura iron¨ªa'. A juicio de la escritora, todas las personas pasan por momentos buenos y malos: 'La buena vida no existe'.
Hasta ahora, Burnard hab¨ªa tenido siempre buenas cr¨ªticas con su libros de relatos, pero Una casa buena le ha permitido experimentar lo que significa el ¨¦xito de p¨²blico, y la sensaci¨®n le gusta tanto como para lanzarse a una campa?a de promoci¨®n de la novela que la tendr¨¢ largo tiempo alejada de su casa. 'Escribir es una tarea introspectiva que se realiza en un espacio silencioso', cuenta. 'Sin embargo, la promoci¨®n es el reverso de la moneda, pero lo acepto porque quiero lo mejor para mi libro y porque me permite viajar y conocer nuevas personas'.
La novela est¨¢ dedicada a Anne Szumigalski, una poetisa canadiense que entreg¨® la mayor parte de su vida a la l¨ªrica. Burnard ya trabaja en otra novela centrada en los cambios sociol¨®gicos que se han producido en los ¨²ltimos cincuenta a?os.
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