'Laurent Kabila era el problema principal para conseguir la paz'
La Uni¨®n Europea (UE) quiere convocar una conferencia para los pa¨ªses de ?frica Central semejante a la que hace 25 a?os marc¨® el deshielo entre el este y el oeste de Europa. La fecha depende de la evoluci¨®n pol¨ªtica de la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo (RDC) y de las perspectivas que se abren tras el asesinato de Laurent Kabila a mediados de enero y del ascenso de su hijo Joseph a la presidencia. 'Primero hay que poner fin a la guerra; si no, en seis meses habr¨¢ nuevos combates', afirma Aldo Ajello, representante especial de la UE desde 1996 para la regi¨®n de los Grandes Lagos, desgarrada por una guerra que implica a siete pa¨ªses. Ajello, ex periodista y ex senador socialista italiano de 65 a?os, adquiri¨® celebridad en los a?os noventa como mediador de la ONU en Mozambique.
Pregunta. ?Le sorprende la evoluci¨®n pol¨ªtica congolesa tras el asesinato de Kabila? ?Era un obst¨¢culo para la paz?
Respuesta. La presencia de Laurent Kabila era el problema principal. Su desaparici¨®n ha distendido mucho la situaci¨®n.
P. ?Qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s del nuevo presidente de Congo?
R. Su elecci¨®n es el resultado de un compromiso entre la clase pol¨ªtica y el Ej¨¦rcito. Es muy joven, no tiene siquiera 30 a?os ni experiencia, y adem¨¢s est¨¢ a¨²n rodeado de colaboradores del padre. Sin embargo, est¨¢ demostrando capacidad de iniciativa. Sobre la cuesti¨®n clave de la seguridad de Uganda y Ruanda, ha demostrado, al reunirse con el presidente ruand¨¦s, Paul Kagame, querer afrontar el problema y resolverlo. Por tanto, son previsibles cambios importantes, aunque es dif¨ªcil saber de d¨®nde proceder¨¢n. El asesinato de Kabila ha sido bastante an¨®malo. A¨²n no se sabe qui¨¦n le ha matado ni los objetivos de los organizadores.
P. ?Descarta que hubiera fuerzas extranjeras detr¨¢s del plan?
R. Est¨¢ claro que no fue asesinado por un solo individuo en un rapto de locura. La din¨¢mica del crimen hace pensar en un compl¨®.
P. ?Son realmente sinceros Joseph Kabila y Kagame cuando afirman buscar la paz?
R. Creo que las dos partes tienen inter¨¦s en llegar a un acuerdo. Se ha decidido dar tiempo al joven Kabila para que demuestre con acciones concretas sus buenas intenciones. Respecto a Kagame, siempre he pensado que la presencia militar ruandesa en la RDC est¨¢ dictada por problemas de seguridad y no para apoderarse de riquezas o por ambiciones territoriales. Se puede resolver el problema del desarme de las fuerzas negativas, como se denomina en el acuerdo de Lusaka a las tropas rebeldes. Es necesario un plan de reintegraci¨®n. La UE puede aportar experiencia. Yo particip¨¦ en la paz de Mozambique, donde 90.000 personas fueron desmovilizadas. Aqu¨ª son muchas menos.
P. La ONU ha decidido rebajar a la mitad el n¨²mero de soldados que ser¨¢n enviados a la zona junto a medio millar de observadores. ?Es un retroceso?
R. No lo creo. Los pa¨ªses que contribuir¨¢n al despliegue han presionado para disminuir el coste de la misi¨®n. Que sean 2.500 en lugar de 5.000 los soldados no va a tener gran impacto desde el punto de vista de eficacia.
P. Muchos l¨ªderes africanos de la regi¨®n piden que la UE se muestre m¨¢s activa. ?Con qu¨¦ papel?
R. No vamos a ir con proyectos de paz aut¨®nomos o con recetas m¨¢gicas. Nuestra funci¨®n es alentar la paz y contribuir con nuestro apoyo.
P. ?Y eso qu¨¦ significa?
R. Significa ofrecer sugerencias. Adem¨¢s, la UE va a destinar recursos para que la operaci¨®n de paz funcione. La ayuda europea es indispensable para que funcione el plan de desarme y la reintegraci¨®n de los rebeldes. Este plan implica fondos sustanciales para dar incentivos considerables a la desmovilizaci¨®n. En Mozambique dimos dos a?os de salario a los que la aceptaban y la respuesta fue extraordinaria. Con Congo pensamos igual, queremos que la desmovilizaci¨®n sea el n¨²cleo central del proceso. La UE propone para los Grandes Lagos algo parecido a la Conferencia para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo en Europa. Queremos hacer un foro con dos objetivos fundamentales: crear las condiciones para una cooperaci¨®n regional m¨¢s intensa y construir nuevos modelos de cooperaci¨®n entre los pa¨ªses desarrollados y los de la regi¨®n. Hay que pasar de la l¨®gica de la guerra fr¨ªa a la de la posguerra fr¨ªa. Se ha terminado la ¨¦poca cuando cualquier l¨ªder africano anticomunista era amigo nuestro y viceversa. Hoy hay una l¨®gica distinta.
P. ?Cu¨¢ndo se har¨¢ la conferencia de los Grandes Lagos, el pr¨®ximo semestre, cuando B¨¦lgica asuma la presidencia de la Uni¨®n?
R. Me parece demasiado optimista. La conferencia no puede funcionar mientras la crisis no est¨¦ solucionada. Primero hay que poner fin a la guerra e iniciar el di¨¢logo intercongol¨¦s, y despu¨¦s iniciar la conferencia. Si no, en seis meses habr¨¢ otra guerra.
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