'He salvado la vida por metros', afirma una trabajadora de Elektra que sobrevivi¨® al atentado
'He salvado la vida por metros', dice una compa?era de Josu y ?ngel que vivi¨® el atentado en primera l¨ªnea de fuego. Con un hilo de voz, las piernas temblorosas y otra persona sosteni¨¦ndole, es incapaz de explicar nada de lo que vio cinco horas antes. Su cara de dolor y el cuerpo sedado lo dec¨ªan todo.
Juan, otro empleado de la empresa Elektra, con su su zamarra manchada de sangre y el susto incrustado en la cara, rebobin¨® las 'macabras' escenas del atentado, que presenci¨® a 'unos metros'. Al ver la explosi¨®n y sorprenderse de estar ileso, baj¨® del coche y corri¨® a socorrer a los heridos: 'He llegado a hablar con ellos, aunque s¨®lo pude tapar a uno con el abrigo'. En Elektra hay m¨¢s testigos presenciales, entre ellos una empleada embarazada, pero ayer nadie m¨¢s quiso comentar el horror.
Los trabajadores desataron su 'cabreo y desgarro' de puertas adentro. Afuera, el silencio, las evasivas, los gestos de disculpa denotaban la angustia y confusi¨®n dominantes. Al mediod¨ªa protestaron cabizbajos frente a la empresa y dos horas despu¨¦s se marcharon sin mediar palabra. Con excepciones, pues un compa?ero del departamento de administraci¨®n expres¨® un sentir general: 'Eran unos trabajadores fenomenales, callados y buenas personas. Fuera de la empresa no les conoc¨ªa', se?al¨® evitando cualquier comentario sobre las inclinaciones pol¨ªticas de los fallecidos. Juan, en cambio, fue m¨¢s rotundo: 'Josu no es militante de EH'. Dice saberlo por su estrecha relaci¨®n laboral y amistosa, labrada a fuerza de compartir 'muchas horas de taller y varias cenas en sidrer¨ªas', donde 'jam¨¢s habl¨¢bamos de pol¨ªtica'.
En Elektra 'nadie habla de pol¨ªtica' en horas de trabajo. Incluso, el director financiero, Miguel Guiroy, insist¨ªa en que 'el atentado no es contra la empresa'. Un obrero, estremecido, confes¨® t¨ªmidamente que 'el miedo que ahora est¨¢ en todas partes' y expres¨® su 'rabia' contra quien accion¨® el coche bomba: '?se sab¨ªa lo que hac¨ªa y vio a gente que ven¨ªa andando. No han muerto m¨¢s de milagro'.
En la empresa de suministros el¨¦ctricos Elektra trabajan unas 240 personas, 80 de ellas en San Sebasti¨¢n y el resto repartidas en otras plantas de Guip¨²zcoa, Navarra, ?lava y Burgos. En 1985 tambi¨¦n se vio involucrado en un atentado. Entonces, los terroristas prendieron fuego a 120.000 litros de aceite almacenados en la empresa Koipe, en San Sebasti¨¢n, situada bajo las instalaciones de Elektra.
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