A Javi, el 'm¨ªtico'
Hoy, Javi, no falto yo, s¨®lo falta Ricardo. Pod¨ªa haber sido yo, u otro cualquiera, porque lo nuestro es algo m¨¢s que simple estad¨ªstica, pero le ha tocado a ¨¦l. A ti tambi¨¦n te toc¨®, pero de momento resistes; eres duro, con ese car¨¢cter de campe¨®n que siempre has tenido.
Sin Ricardo ya no ser¨¢s el mismo, todos lo sabemos. T¨² no eras t¨² si no estaba ¨¦l, as¨ª de sencillo. Recuerdo el a?o en el que ¨¦l pas¨® a profesionales y t¨² te quedaste solo entre nosotros. Solo, vac¨ªo, s¨ª, pero se te ve¨ªa centrado porque ten¨ªas marcado un objetivo claro: demostrar qui¨¦n eras para poder pasar as¨ª a profesionales, para reunirte de nuevo con R¨ªcar.
Es curioso, cuando me enter¨¦ de vuestro accidente s¨®lo me ven¨ªan a la cabeza buenos recuerdos. Recuerdos de los m¨ªticos, como a vosotros os gustaba decir. Que se sub¨ªa Urkiola, o el Escudo, pues bien, ¨¦sos eran m¨ªticos; por ah¨ª primero paso yo, se atrev¨ªa a decir alguno de los dos. Y, aunque m¨¢s de uno se empe?aba en recordaros que por la boca muere el pez, raro era el d¨ªa en el que fall¨¢bais. As¨ª que no hace mucho, cuando te felicit¨¦ por la haza?a de Hautacam, me contestaste con aquella sonrisa picarona: claro, c¨®mo no iba a ganar, era un m¨ªtico.
Recuerdo aquella etapa de Asiago, en el Giro del 98. Vamos para adelante, que se va a liar, me dijiste. Y se li¨®, vaya que si se li¨®. Te escapaste con Bettini y, como no pod¨ªas pasarle al relevo, ¨¦l te increp¨® varias veces delante de la c¨¢mara de la RAI. Pues no se me olvidar¨¢ c¨®mo al d¨ªa siguiente, en la etapa de la Marmolada, se te ca¨ªan las l¨¢grimas cuando me dec¨ªas que te insultaban y que incluso alg¨²n tifoso te hab¨ªa llegado a escupir.
Recuerdo tambi¨¦n el ¨²ltimo d¨ªa del Tour del 99. C¨®mo compartimos aquel d¨ªa tan especial para los dos. Volver¨¦ aqu¨ª para ganar algo, me dijiste en una de las tuyas. Y yo me re¨ªa... Hicimos toda la etapa juntos, hablando de nuestros a?os de aficionados, de las broncas de Sabino, nuestro director en amateur. ?Sabino, que estamos en Par¨ªs!, dec¨ªamos al un¨ªsono cuando pas¨® Armstrong con una copa de champa?a en la mano mir¨¢ndonos con cara de marciano.
Recuerdos, todo recuerdos. Quiz¨¢ todav¨ªa podamos recordarlos juntos dentro de poco porque sigues luchando para no ser el ¨²ltimo. Nosotros seguimos igual, Javi, ya sabes, es ley de vida, tenemos que seguir. Pero cada d¨ªa con m¨¢s miedo, es inevitable. Hoy mismo he tenido un par de sustos, y con un cami¨®n me las he visto bastante negras. He tenido que frenar y salirme de la carretera para que no me tirara. Pero, en fin, ya sabes t¨² que esto no es nada extra?o, que todos los d¨ªas hay algo. Quiz¨¢, Javi, sea la penitencia que debemos pagar por saltarnos los sem¨¢foros de peatones en rojo. No lo s¨¦, quiz¨¢.
Pedro Horrillo, ciclista del Mapei, corri¨® de amateur en el Baqu¨¦ con los hermanos Ricardo y Javier Otxoa.
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