Wim Mertens retoma su particular trabajo de voz y piano en solitario
El m¨²sico belga est¨¢ de gira por Espa?a
'Debemos sentirnos felices de que un pintor, un m¨²sico o un escritor trabaje sobre una misma idea, sobre un concepto, y que vaya realmente hasta el final', afirma Mertens. El compositor belga, de 47 a?os, habla con pasi¨®n de una obra in¨¦dita en Espa?a: las tres cajas con siete discos de Kere weerom (Encrucijada). 'Un ciclo en el que, casi de forma inconsciente, trabajo desde 1979. Con Alle Dinge (Todas las cosas) y Gave van niets (Don de nada) son ya 22 horas publicadas. No quisiera desanimar a nadie, pero este a?o pienso terminar las grabaciones de la cuarta parte', dice con iron¨ªa. 'Realizado paralelamente a los otros discos, es casi un proyecto secreto', confiesa.
Pit¨¢goras
Wim Mertens coge un bol¨ªgrafo y empieza a llenar folios con t¨¦rminos y diagramas. 'En tiempo de Pit¨¢goras todo se concentraba en la astronom¨ªa, la m¨²sica, y se hablaba, en un grupo de iniciados, casi una secta, de algunos saberes que no pod¨ªan comunicarse a los dem¨¢s', asegura con una sonrisa mientras guarda las hojas en el bolsillo de su chaqueta.
Despu¨¦s de tres a?os con el grupo, 'me sent¨ªa un poco la secci¨®n r¨ªtmica y era el momento de reencontrar la voz en escena. La voz es la intuici¨®n, la inspiraci¨®n. Como compositor, tengo que traducirla en percusi¨®n, cuerda, viento...', cuenta. 'Yo canto con la garganta. Algo ligado a un elemento el¨¢stico, la membrana que gira como el movimiento de esa madera en el que el interior se convierte en el exterior'.
Se refiere a la portada de Der heisse Brei, su nuevo disco, en la que hay una escultura similar a una cinta de Moebius. Es la segunda vez que recurre al idioma alem¨¢n para titular un disco. Ya lo hizo en 1982 con Vergessen: 'En mi libro American minimal music me preguntaba si no hab¨ªa un elemento de olvido en la m¨²sica minimalista. Y vergessen significa en alem¨¢n olvidar'.
Quiz¨¢ por haber publicado en 1980 ese libro, que prolog¨® Michael Nyman, y en el que Wim Mertens analiza las obras de La Monte Young, Terry Riley, Steve Reich y Philip Glass, se le ha identificado con el minimalismo. 'Durante diez a?os tuve problemas, pero fue porque mucha gente encontraba mi m¨²sica demasiado mel¨®dica. Y dec¨ªan 'ya que es mel¨®dico es pop'.
Mertens, que ha creado bandas sonoras para las pel¨ªculas El vientre del arquitecto, de Peter Greenaway, o Father Damien, de Paul Cox, sigue denunciando la educaci¨®n musical. 'Un ni?o de cinco a?os est¨¢ al m¨¢ximo de su capacidad imaginativa, enchufado a su inconsciente, y un sistema educativo tir¨¢nico va cerrando su creatividad', asegura.
'Decenas de miles de pianistas tocan del mismo modo. Hay dos par¨¢metros: la din¨¢mica y el tempo. ?Por qu¨¦ esos dos y no la altura o la duraci¨®n? En 1503 se invent¨® imprimir la m¨²sica, lo que supuso definir la altura de las notas y su duraci¨®n en un sistema de medida fijo. Y los compositores acabaron por adaptarse a la partitura'.
Su obra ser¨ªa una reacci¨®n contra aquello que Wim Mertens considera una grave limitaci¨®n: 'No para jugar a ser rebelde, sino porque siempre he tenido la convicci¨®n que el inconsciente no es algo que funcione en t¨¦rminos de tiempo medido. M¨¢s bien ser¨ªa una situaci¨®n de caos, de contradicciones que pueden existir simult¨¢neamente, de m¨²ltiples l¨ªneas'.
Babelia
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