?Machismo o misoginia?
Hasta cierto concilio religioso, la mujer carec¨ªa de alma. Hasta hace unas d¨¦cadas, en Occidente, el papel de la mujer era la dedicaci¨®n en exclusiva a la crianza de los hijos y el cuidado del marido. En el siglo XXI, del cual se ha dicho que ser¨¢ el siglo de las mujeres, en algunos rincones del planeta, las mujeres deben ir totalmente cubiertas. En Afganist¨¢n, por ejemplo, las mujeres sufren una situaci¨®n desesperada: no pueden recibir educaci¨®n y ni siquiera son admitidas en los hospitales. ?Se le puede llamar a esta situaci¨®n una aberraci¨®n machista o va mucho m¨¢s all¨¢, hasta la misoginia atroz?
Seg¨²n la definici¨®n de la Real Academia de la Lengua, el mis¨®gino es alguien 'que odia las mujeres, manifiesta aversi¨®n hacia ellas o rehuye su trato'. En esta etapa de entresiglos, cuando los asesinatos a mujeres han copado los titulares de los peri¨®dicos, uno se pregunta si las agresiones a mujeres no responden a la misoginia latente en la gran mayor¨ªa de hombres tremendamente machistas que son los responsables de tama?os actos de barbarie cometidos contra la mujer.
?Qu¨¦ es la misoginia en realidad? ?Un impulso at¨¢vico o un instinto animal que considera inferior a la hembra? Seg¨²n los expertos, la misoginia siempre ha existido, pero hoy se pone m¨¢s de manifiesto debido al aumento de la presencia femenina en el terreno laboral. Seg¨²n Helga Mediavilla, psic¨®loga cl¨ªnica y profesora de la Universidad Alfonso X de Madrid, 'en la actualidad, los comportamientos mis¨®ginos se ponen m¨¢s de manifiesto porque el hombre tiene que relacionarse m¨¢s con la mujer. Hay m¨¢s oportunidades de demostrar su aversi¨®n o de rehuir su trato'. Y a?ade: 'Este tipo de patolog¨ªas provienen de la evoluci¨®n de la sociedad. Las circunstancias cambian, pero quedan residuos del pasado, ideas equivocadas que se adquieren por aprendizaje. La misoginia es un concepto err¨®neo que se mama en casa'.
?Qui¨¦n no ha escuchado alguna vez la famosa m¨¢xima que reza 'la mujer, con la pata quebrada y en casa'? ?ste, muy por el contrario de lo que se piensa, no es un dicho machista, sino un refr¨¢n mis¨®gino. Hemos de aprender a distinguir la lev¨ªsima frontera que separa el machismo de la misoginia, porque nunca est¨¢ tan clara. Sus l¨ªmites, a veces, son inexistentes. Muy a menudo, el machista es un claro mis¨®gino. Seg¨²n los psic¨®logos, tras todo mis¨®gino hay un hombre inseguro. Su inseguridad es fruto del miedo a perder su posici¨®n de poder, a?adido quiz¨¢s a cierto complejo de inferioridad. El comportamiento del mis¨®gino se dirige directamente a mostrar y exhibir su superioridad infravalorando, e incluso llegando a humillar a la mujer.
Los mis¨®ginos tienen un yo d¨¦bil, y utilizan frecuentemente mecanismos de defensa como la inhibici¨®n y la represi¨®n, a menudo enclaustrados en un clima de celopat¨ªa. El odio a la mujer es manifestado, sobre todo, en el terreno profesional. Muchos hombres no aceptan el acceso de la mujer a puestos de mayor responsabilidad. Este recelo puede f¨¢cilmente transformarse en puro odio, lo cual se traduce en hacerles la vida imposible a sus novias, a sus mujeres o a sus compa?eras de trabajo. No ser¨ªa la primera vez que escucho de boca de amigas m¨ªas historias laborales de humillaciones p¨²blicas en su oficina, que incluyen insultos y hasta escupitajos por parte de caballeros que no merecer¨ªan tal nombre. Pero eso, claro, es algo que por lo visto merece la pena ocultar si se quiere conservar el trabajo.
?Es la misoginia la punta del iceberg del machismo? En aquellas zonas del mundo, como Afganist¨¢n, donde la misoginia se ha institucionalizado bajo el r¨¦gimen talib¨¢n, la mujer, siempre al servicio del santo var¨®n, parece ser considerada mala y culpable por naturaleza, mientras el hombre en general se considera una persona razonable y religiosa, y no reconoce ninguna patolog¨ªa o defecto en su trato hacia ellas. Mientras estas injusticias sigan vigentes en el mundo, no podremos considerar el siglo XXI como el siglo de las mujeres. Pero insisto en que no es necesario viajar a Afganist¨¢n para detectar comportamientos mis¨®ginos. Y entre el machismo y la misoginia solo hay un pasito. Preg¨²ntenles a los asesinos de mujeres.
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