Problemas del fundamentalismo
Por fin, en este pa¨ªs empiezan a pasar cosas. Antes, naturalmente, tambi¨¦n pasaban, pero no nos enter¨¢bamos. Misteriosamente, en alg¨²n punto del trayecto hacia la opini¨®n p¨²blica, la noticia era interceptada y no aparec¨ªa en los medios de comunicaci¨®n. Aix¨° no conv¨¦! La moral paternalista de la conveniencia, la m¨¢s conservadora.
Ciertamente, tampoco hay tantos motivos para echar ahora las campanas al vuelo. Pero estoy seguro de que hace unos pocos a?os -tan s¨®lo tres o cuatro- las inconvenientes palabras de Marta Ferrusola sobre la inmigraci¨®n no hubieran trascendido y, en todo caso, no hubieran dado lugar al pim-pam-pum actual. La misteriosa mano hubiera llegado a tiempo de pararlas: aix¨° no conv¨¦! Eran los tiempos en que Pujol y su tentacular maquinaria lo controlaban todo. Ahora, el pa¨ªs se les empieza a desmandar, comienza a recuperar el pensamiento, la palabra y la obra.
La inmigraci¨®n se puede ver desde el multiculturalismo, la asimilaci¨®n y la interculturalidad. El nacionalismo ha optado por la asimilaci¨®n
Reflexionemos sobre los comentarios posteriores a las famosas palabras de Ferrusola: los comentarios de Pujol, de Mas, de Barrera, del diputado Huguet de ERC. Lamentemos el ruidoso silencio de Maragall, que ha desaprovechado otra ocasi¨®n para hacer pedagog¨ªa pol¨ªtica democr¨¢tica, al parecer s¨®lo preocupado por la legalidad del nombramiento de Mas como conseller en cap, nimio asunto en el que no parece asistirle base jur¨ªdica alguna. Aplaudamos la reacci¨®n del PP, de Iniciativa, tambi¨¦n de Comisiones Obreras y de UGT. Visto todo ello en conjunto, llegaremos a la conclusi¨®n de que no s¨®lo hay xenofobia en muchos ciudadanos catalanes -igual que en cualquier parte del mundo-, sino tambi¨¦n, y esto es lo penoso, en buena parte de nuestra clase pol¨ªtica.
Hay tres formas b¨¢sicas de enfocar culturalmente la inmigraci¨®n masiva: el multiculturalismo, la asimilaci¨®n y la interculturalidad. El multiculturalismo implica considerar positiva la acentuaci¨®n de las diferencias culturales: incrementarlas es bueno y contaminarse de otras culturas es perjudicial. Lo ideal es el gueto, la separaci¨®n. El modelo de asimilaci¨®n, por otro lado, parte de la necesidad de la homogeneizaci¨®n cultural y de la jerarquizaci¨®n entre culturas: las minor¨ªas deben renunciar a su propia identidad para integrarse en la cultura mayoritaria. Es el melting pot de Estados Unidos respecto a las culturas europeas no anglosajonas. Por ¨²ltimo, la interculturalidad implica estar abierto a la fusi¨®n, al mestizaje. Dado que la identidad s¨®lo puede ser individual, las distintas culturas son una ocasi¨®n para aprender, para ir configurando la identidad propia que cada uno elige libremente. As¨ª, el contacto con otras culturas es positivo y enriquecedor ya que ofrece m¨¢s posibilidades al desarrollo personal.
De estos tres modelos, Pujol tiene claro desde hace muchos a?os que el ¨²nico coherente con su nacionalismo comunitarista es la asimilaci¨®n. As¨ª lo expuso con total claridad en su libro La inmigraci¨®. Problema y esperan?a de Catalunya (Nova Terra, Barcelona, 1976). El hombre, para Pujol, s¨®lo puede realizarse como producto de un pueblo homog¨¦neo: 'La gent d'un mateix poble t¨¦, en el fons, una mateixa mentalitat, una mateixa concepci¨® del m¨®n, uns mateixos reflexos. Els homes d'un poble veuen les coses d'una mateixa manera i ¨¦s aix¨° el que els uneix. (...) S¨®n les actituds espirituals, mentals i psicol¨°giques les que determinen un poble. ?s a dir, s¨®n les estructures b¨¤siques de l'home, les que constitueixen la seva ¨ªntima estructura fonamental. Un home necessita tenir, ben s¨°lida, aquesta estructura, aquesta mena d'esquelet interior. Sense aix¨°, l'home no t¨¦ consist¨¨ncia, ¨¦s indeterminat, ¨¦s espiritualment flonjo. Doncs b¨¦, aquesta estructura, aquesta forma espiritual li ¨¦s donada per la comunitat de qu¨¨ ell ¨¦s fruit i de qu¨¨ ell es nodreix'.
Obviamente, para Pujol este pueblo es Catalu?a: 'Els catalans, com tothom, necessitem pert¨¤nyer a un poble s¨°lid i amb unitat interior. Un poble que ens defensi -col-lectivament i individualment- del dubte, que esterilitza i divideix. Un poble capa? de donar-nos una forma. Aquest poble ha estat Catalunya. Ha dut a terme la nova missi¨® educadora i formadora de l'home catal¨¤ a trav¨¦s dels segles'.
M¨¢s adelante, Pujol trata de delimitar qui¨¦n es catal¨¢n: 'Un catal¨¤ pot definir-se de moltes maneres: ling¨¹¨ªsticament, hist¨°ricament, sentimentalment, culturalment... ?s evident que aix¨° compta. Per¨° la definici¨® que ens agrada m¨¦s es aquella que diu: catal¨¤ ¨¦s tot home que viu i treballa a Catalunya, i que amb el seu treball, amb el seu esfor?, ajuda a fer Catalunya. Hem d'afegir nom¨¦s: i que, de Catalunya, en fan casa seva, ¨¦s a dir, que d'una manera o altra s'hi incorpora, s'hi reconeix, s'hi entrega, no li ¨¦s hostil. Cal afegir-hi aix¨°, perqu¨¨ hi ha un tipus d'immigrant, o de descendent d'immigrants, que mai no ser¨¤ catal¨¤, perqu¨¨ t¨¦ la decidida voluntat de no ser-ne, perqu¨¨ ¨¦s anticatal¨¤. Cal saber ser enemic d'aquest. L'hostilitat ¨¦s, en aquest cas, l'¨²nica actitud acceptable'. Esta peque?a selecci¨®n del libro de Pujol nos muestra el car¨¢cter de su ideolog¨ªa nacionalista con relaci¨®n a la inmigraci¨®n. Claro que en aquel tiempo se refer¨ªa a la inmigraci¨®n proveniente del resto de Espa?a, especialmente a la andaluza. En coherencia con su posici¨®n general y refiri¨¦ndose a ¨¦sta en concreto, Pujol considera que Andaluc¨ªa ha sido v¨ªctima de una asimilaci¨®n destructora por parte de Castilla y que, por tanto, 'l'home andal¨²s no ¨¦s un fet coherent, ¨¦s un home an¨¤rquic. ?s un home destru?t'.
Ahora bien, respecto a la inmigraci¨®n de aquellos a?os hab¨ªa suficientes puntos de contacto culturales para que la asimilaci¨®n fuera posible. El problema nuevo que ofrece la inmigraci¨®n actual es que la asimilaci¨®n es ahora mucho m¨¢s dif¨ªcil, sobre todo respecto a norteafricanos y asi¨¢ticos de religi¨®n musulmana. De ah¨ª las palabras de Ferrusola y la expl¨ªcita o t¨¢cita aceptaci¨®n por parte de los dem¨¢s: si no logramos asimilarlos, Catalu?a desaparece.
Estos son los extra?os problemas de los gobernantes fundamentalistas. A mi parecer, deber¨ªan preocuparles otras cosas: por ejemplo, que a los inmigrantes no les suceda lo que explicaba Empar Moliner en su espl¨¦ndido reportaje del domingo pasado en EL PA?S.
Francesc de Carreras es catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la UAB.
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