Antonio Vega vuelve a la arquitectura de la guitarra en su nuevo disco

Antonio Vega mira de abajo arriba y fuma sosteniendo el cigarrillo casi en el v¨¦rtice de los dedos. Desde hace dos meses vive en un hotel de una c¨¦ntrica zona madrile?a donde la emigraci¨®n ha cambiado el paisaje, con ciudadanos llegados de distintos lugares del mundo. ?rabes, caribe?os y subsaharianos dan a la zona un nuevo color. Entre entrevista y entrevista, el cantautor, en el sentido puramente anglosaj¨®n, busca en los peri¨®dicos un sitio donde fijar su residencia. Su casa 'se quem¨® hace tres a?os' con la mayor parte de sus pertenencias. 'No soy un especialista en echar ra¨ªces, pero ya estoy harto de vivir con la bolsa siempre abierta'. Su nuevo ¨¢lbum en el mercado, tras casi tres a?os de silencio, var¨ªa radicalmente el planteamiento de Anatom¨ªa de una ola, su trabajo anterior. 'No hay acomodamiento ni anquilosamiento', dice. 'Creo que es una vuelta a la arquitectura de la guitarra que se dio en No me ir¨¦ ma?ana, mi primer trabajo en solitario, y que no tuvo una evoluci¨®n despu¨¦s. Para m¨ª es importante porque, pese el ¨¦xito que tienen mis letras, me siento m¨¢s guitarrista que compositor e int¨¦rprete'.

Como en otras ocasiones, Vega no reh¨²ye las preguntas que se refieren a su vida privada, aunque est¨¢ bastante harto de las habladur¨ªas sobre su estado f¨ªsico -'durante un tiempo busqu¨¦ que la droga aniquilara todas mis emociones, y hoy puedo decir que han determinado mi vida'-. Prefiere que la gente que quiera saber sobre su persona escuche sus nuevas canciones, en las que se cuelan frases como 'para morir vivo. Muero por estar vivo'. Despu¨¦s de m¨¢s de dos d¨¦cadas en el escenario, 'la m¨²sica se convierte, una vez m¨¢s, en una terapia personal en la que se compensan una introversi¨®n y timidez nunca superadas. Es un juego de papeles en el que nunca s¨¦ d¨®nde empieza el artista y d¨®nde el ser humano'.

Su manera ca¨®tica de trabajar, pese a los buenos resultados que le ha proporcionado, ha marcado la grabaci¨®n del disco. 'Hay canciones que tienen un a?o de existencia y otras que tienen dos horas de vida', cuenta. De hecho, Vega entr¨® en el estudio con cinco de los 10 temas que componen el disco y escribi¨® otros, como Ser un chaval, sobre la marcha. En De un lugar perdido se incluye tambi¨¦n un tema de Nacho B¨¦jar, amigo del alma y productor del disco. Un soneto de Antonio Gala, al que Vega puso m¨²sica en un disco de Clara Montes, figura en el ¨¢lbum. 'No soy lector de Gala, pero ese soneto me gust¨® tanto como a ¨¦l le ha gustado mi adaptaci¨®n'.

A sus 44 a?os, sigue sin tener una agenda donde apuntar sus citas, ha olvidado la mayor parte de sus deudas y cada d¨ªa busca el sentido de su vida. Confiesa vivir de sus espor¨¢dicas actuaciones y de los derechos de autor, especialmente de canciones tan emblem¨¢ticas como Chica de ayer y Lucha de gigantes, tema principal de la pel¨ªcula Amores perros, del director mexicano Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu. La pel¨ªcula es candidata al Oscar como mejor pel¨ªcula extranjera. Lo de que su m¨²sica se escuche en Los ?ngeles no consigue arrancarle m¨¢s que una ir¨®nica sonrisa.