El arte despu¨¦s de las privatizaciones
Cultura quiere recuperar obras de la Colecci¨®n Telef¨®nica a cambio del pago de impuestos
El Gobierno se propone comprar, mediante daci¨®n por pago de impuestos, obras de la Colecci¨®n Telef¨®nica que qued¨® en manos de la empresa con su total privatizaci¨®n en 1997. Desde entonces, el precio de algunas piezas se ha triplicado. El destino de aquel patrimonio, junto con el de Argentaria y Tabacalera, comprados en parte con dinero p¨²blico o con servicios p¨²blicos en r¨¦gimen de monopolio, sigue generando hoy una viva pol¨¦mica en el Parlamento. Los consejeros auton¨®micos acaban de pedir una ley para que las colecciones de empresas privatizadas o privatizables -caso de Correos, AENA y Paradores Nacionales- pasen a formar parte de organismos de titularidad p¨²blica, central o auton¨®mica.
Un ¨®leo de Gris de peque?as dimensiones se vende hoy en Londres por 269 millones de pesetas
En 1985, el entonces presidente de Telef¨®nica, Luis Solana, recibi¨® la recomendaci¨®n del Gobierno socialista de invertir en arte. El Estado pose¨ªa entonces un 40% del accionariado. 'Se defini¨® que lo que quer¨ªamos era una colecci¨®n y fijamos aquellos autores que no estaban presentes en los museos p¨²blicos para que fuera un complemento real', recuerda Solana. 'Telef¨®nica hizo la colecci¨®n con lo que le interesaba al Estado', subraya.
Fue la galerista Nieves Fern¨¢ndez quien compr¨® para Telef¨®nica una magn¨ªfica colecci¨®n integrada por 95 obras de Juan Gris, Eduardo Chillida, Luis Fern¨¢ndez, Antoni T¨¤pies y dibujos de Picasso. Su precio apenas super¨® los mil millones de pesetas. En el proceso de privatizaci¨®n total de la compa?¨ªa, el Reina Sof¨ªa recomend¨® rescatarla para el patrimonio p¨²blico. Se valor¨® entonces en 2.559 millones. El museo justific¨® la petici¨®n por su 'calidad y representatividad' a nivel nacional e internacional, tambi¨¦n en el contexto de la producci¨®n de los autores y, por ¨²ltimo, por la 'dificultad f¨ªsica o econ¨®mica para adquirir actualmente en el mercado piezas semejantes'.
En estos momentos, un lienzo de Gris de reducidas dimensiones, El lim¨®n (55 por 38 cent¨ªmetros), se vende en una galer¨ªa de Londres por 1,5 millones de d¨®lares (unos 269 millones de pesetas), informan en la galer¨ªa de Nieves Fern¨¢ndez. La Colecci¨®n Telef¨®nica depositada en el Reina Sof¨ªa dispone de 12 obras de Gris. El pasado jueves, Cultura confirm¨® que la colecci¨®n no estaba inventariada como bien de inter¨¦s cultural en el registro pertinente de la Comunidad de Madrid. Ello supone que al d¨ªa siguiente de vencer el convenio con el Reina Sof¨ªa podr¨ªa ser exportada.
Solana acord¨® con el Gobierno en 1985 que 'la colecci¨®n completara a las estatales y que estuviera a disposici¨®n del Estado'. Pero no se desarroll¨® ning¨²n reglamento que salvaguardara la titularidad frente a una futura privatizaci¨®n. 'En aquellos momentos ni se so?aba con una privatizaci¨®n total', asegura Solana, y recuerda que 'el Estado ha recibido ya parte de las plusval¨ªas generadas por la obra'.
Tras el paquete que privatiz¨® el Gobierno socialista, el Gobierno popular culmin¨® el proceso en 1997 -el 21% del accionariado-. Tampoco se hizo una segregaci¨®n previa, ni se negoci¨® una donaci¨®n o una daci¨®n, en contra de los criterios muse¨ªsticos y de las reiteradas demandas pol¨ªticas. 'No se pudo negociar otra f¨®rmula', 'era jur¨ªdicamente muy complicado al ser empresas semiprivatizadas', 'el momento era muy malo y las empresas estaban en posici¨®n muy fuerte', dicen hoy algunos de los actores de aquella negociaci¨®n. Para otros se trat¨® de una pura operaci¨®n de liquidez en un momento decisivo para cumplir los objetivos de Maastricht.
A unos meses de vencer el convenio de dep¨®sito en el Museo Reina Sof¨ªa (el 4 de noviembre de 2001), el Ministerio de Cultura retoma los criterios que en su d¨ªa le fueron recomendados. 'Lo que se va a hacer es intentar que en lugar de pagar el impuesto de sociedades, Telef¨®nica ceda un juangris, por ejemplo, y as¨ª consolidar las colecciones p¨²blicas', avanza Luis Lafuente, subdirector general del Patrimonio Art¨ªstico. El pasado 8 de febrero, el museo solicit¨® oficialmente a la compa?¨ªa 'la pr¨®rroga del convenio o la firma de otro en las mismas condiciones, con independencia de que se pueda producir una daci¨®n en pago', informan en el Reina Sof¨ªa.
En febrero de 1997, el entonces director del Reina Sof¨ªa, Jos¨¦ Guirao, recomend¨® negociar la incorporaci¨®n de la obra al museo mediante un acuerdo de 'diez a?os o similar por el sistema de daci¨®n, teniendo en cuenta para todo el periodo las valoraciones actuales de dichas obras'. A Cultura le costar¨¢ recuperarlo mucho m¨¢s caro que en 1997 porque su intenci¨®n, declarada por Lafuente, es 'negociar a precio de mercado. No nos queda otro remedio', dice.
Casi una docena de interpelaciones parlamentarias -la ¨²ltima del PSOE hace dos semanas-y las solicitudes reiteradas de las autonom¨ªas muestran que la privatizaci¨®n cultural se cerr¨® en falso. Aun admitiendo la dificultad jur¨ªdica, el propio PP reconoci¨® los derechos morales a recuperar la obra. 'Son empresas que, a pesar de lo complejo de su propiedad, han logrado este patrimonio, en principio, con fondos y actividades p¨²blicas o tambi¨¦n en r¨¦gimen de monopolio. Por tanto, parece de justicia, y as¨ª se acepta, que revierta a la sociedad algo que de ella ha partido', dec¨ªa en el Congreso la diputada popular Beatriz Rodr¨ªguez Salmones el 6 de mayo de 1997. Pocos d¨ªas antes, el vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato, declaraba que el Gobierno ten¨ªa inter¨¦s 'en que todas las colecciones art¨ªsticas que est¨¦n en manos de empresas p¨²blicas que vayan a ser privatizadas pasen a ser propiedad del Estado'.
El discurso cambi¨® a la velocidad del rayo. En cumplimiento de mandatos parlamentarios, los directores generales de Cultura de las autonom¨ªas acuerdan en 1998 en el seno del Consejo del Patrimonio establecer criterios para la distribuci¨®n de las obras resultantes de la privatizaci¨®n. Un a?o despu¨¦s, asumen que las colecciones son consideradas 'activos y por tanto pasan a formar parte del patrimonio de las empresas privatizadas, seg¨²n el criterio de los servicios jur¨ªdicos del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda, compartido por todos los miembros del grupo de trabajo'. As¨ª consta en una nota proporcionada por la Generalitat catalana.
El discurso de Rato se fue transformando en el de Miguel ?ngel C¨®rtes, secretario de Estado de Cultura en 1998, que lo reinterpreta: 'Consideramos que lo que es esencial es que esas obras sean accesibles al p¨²blico y con esto, lo que dijo el vicepresidente segundo del Gobierno, hablando tambi¨¦n en nombre del presidente, se cumple', dijo en el Congreso un 7 de mayo. Por esas fechas, para el secretario de Estado la titularidad de la obra era 'accidental', o 'adjetiva'. La soluci¨®n gubernamental fueron los convenios. La entonces ministra de Cultura, Esperanza Aguirre, firm¨® con Telef¨®nica un contrato-comodato para el dep¨®sito de la colecci¨®n por cuatro a?os en el Reina Sof¨ªa. El transporte, conservaci¨®n y seguro corren a cargo del museo. Telef¨®nica se reserva el derecho a organizar con esta obra exposiciones dentro o fuera de Espa?a, cosa que no podr¨¢ hacer el museo. En la pr¨¢ctica ha sido menos estricto.
Tabacalera y Argentaria
Con la colecci¨®n de Tabacalera -el Estado vendi¨® su participaci¨®n del 53% en 1998- se acord¨® depositar por cinco a?os dos cuadros de Goya en el Archivo de Indias en Sevilla, adem¨¢s del archivo de Tabacalera. 'El resto de la colecci¨®n sigue estando en la empresa, en salas o despachos', informan desde Altadis, la propietaria actual. En el informe que hizo el Museo del Prado en septiempre de 1996 a petici¨®n del Gobierno, se ped¨ªan para la colecci¨®n permanente del Prado los dos retratos de Goya (el del rey Carlos IV y el de Mar¨ªa Luisa de Parma), adem¨¢s de otras dos obras de la escuela flamenca y una de Gonzalo Bilbao. Se se?alaban otras piezas cl¨¢sicas para su destino en otros museos p¨²blicos.
Con la colecci¨®n de Argentaria -el ¨²ltimo 26% se privatiz¨® en 1998- se opt¨® por firmar convenios de dos a?os para exposiciones itinerantes. El primero se desarroll¨® en M¨¢laga, Zaragoza y Valladolid. Argentaria y el ministerio asumieron a partes iguales los seguros y el transporte, lo que a Cultura le supuso 3,4 millones de pesetas en dos a?os. Actualmente se negocia un segundo acuerdo.
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Correos, AENA...
El Gobierno ha querido asegurarse, con una enmienda en la ley de presupuestos de 2001, de que si Correos es privatizado, el Estado mantenga la titularidad de sus edificios. Pero se olvid¨® del patrimonio art¨ªstico: un museo del sello y colecciones filat¨¦licas a¨²n por valorar. Con urgencia, la direcci¨®n general del Patrimonio ha pedido una reuni¨®n con Fomento y Econom¨ªa para solventarlo, este a?o o en los pr¨®ximos presupuestos. Sobre todo, despu¨¦s de que el pasado 18 de diciembre los responsables auton¨®micos de Cultura acordaran en Toledo pedir a las Cortes un cambio legal para que los bienes culturales de empresas privatizables sean segregados de sus activos y no entren en el proceso de venta. Se quieren curar en salud frente a futuras operaciones con Correos, Paradores Nacionales oTrasmediterr¨¢nea, agencia Efe o AENA (Aeropuertos Espa?oles y Navegaci¨®n A¨¦rea). Esta ¨²ltima ha ido adquiriendo una importante colecci¨®n de pintura y escultura contempor¨¢nea de las ¨²ltimas d¨¦cadas, con, entre otras, dos obras de Botero. Las autonom¨ªas han pedido tambi¨¦n al Ministerio de Cultura que gestione, dentro de la normativa, que las colecciones de empresas privatizadas pasen a formar parte de las instituciones de titularidad p¨²blica, estatal o auton¨®mica.
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