La Iglesia hace patente su desencanto con la pol¨ªtica del Gobierno de Aznar

'Ni existe un maridaje entre el PP y la Iglesia, ni la sinton¨ªa que cabr¨ªa esperar es tal. En el fondo hay muchos monse?ores que desconf¨ªan en el pa¨ªs. Y el conflicto por el pacto antiterrorista ha logrado que la desconfianza ahora sea mutua'. Este esclarecedor diagn¨®stico sobre la realidad de las relaciones de la jerarqu¨ªa de la Iglesia Cat¨®lica y el Gobierno del PP adquiere especial significado porque surge desde el ¨¢mbito socialista, desde quienes tuvieron la complicada responsabilidad de las relaciones con la Iglesia en el ¨²ltimo Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez.

Aquellos pol¨ªticos que en la Direcci¨®n General de Asuntos Religiosos del mandato Belloch hab¨ªan dejado algunos espinosos problemas pendientes, convencidos de que el PP los iba a desbloquear de inmediato, admiten haberse equivocado: 'No s¨®lo han aparcado los problemas que ocupan a la Iglesia, sino que el Gobierno del PP no logra disipar la sensaci¨®n de la jerarqu¨ªa de que no ocupan un lugar preferente en las preocupaciones del Gobierno'.

'El conflicto por el pacto antiterrorista ha logrado que la desconfianza ahora sea mutua'

Sin embargo, las cosas no son as¨ª exactamente. Sobre todo en las ¨²ltimas semanas. Porque hay, al menos, 'un' problema de la Iglesia que s¨ª preocupa al Gobierno. Es 'esa sublimaci¨®n de unidad interna que los obispos mantienen por encima de todo y que nos ha provocado un serio problema a ellos y a nosotros que no era previsible ni imaginable y que ha complicado innecesariamente las cosas'. Quien as¨ª habla es un alto dirigente del PP.

Y el problema no previsto es el causado por la decisi¨®n de la Conferencia Episcopal de distanciarse, clara y oficialmente, del pacto antiterrorista firmado entre el PP y el PSOE. Una decisi¨®n anunciada por el portavoz de la Conferencia Episcopal, monse?or Asenjo, que no dud¨® en advertir en rueda de prensa al PP y al PSOE que se abstuvieran de pedirle la firma de 'semejante documento'. Tal advertencia produjo estupefacci¨®n en ambos partidos.

Cuando el vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, critica duramente la actitud de la Conferencia Episcopal son muchos los que piensan, en su Gobierno y en su partido, que la reacci¨®n es desproporcionada y que s¨®lo ha conseguido agrandar el problema, 'colocarle el foco'.

Lo que muchos no saben es que el vicepresidente del Gobierno, amigo personal del cardenal Rouco Varela, es el primero que no entiende qu¨¦ est¨¢ pasando. Porque lo que ¨¦l sabe, y muchos no, es que apenas unos d¨ªas antes su amigo el cardenal Rouco hab¨ªa mantenido un significativo encuentro con Luis de Grandes, portavoz del PP en el Congreso. Es un almuerzo, distendido y cordial, pero no exento de cierta solemnidad. Porque el tema a tratar es de suma importancia: la posibilidad de que la Iglesia, la Conferencia Episcopal, se adhiera, apoye, ayude... al pacto antiterrorista. Luis de Grandes, pol¨ªtico procedente de las filas democr¨¢ticas cristianas de la UCD, goza de amplio cr¨¦dito entre la jerarqu¨ªa de la Iglesia; ¨¦l y Eugenio Nasarre son los hombres en los que el PP y el Gobierno conf¨ªan cuando hay que resolver alguna papeleta delicada con la Iglesia. Luis de Grandes informar¨¢ luego a los socialistas, con precavida prudencia, del resultado de su misi¨®n: 'Esto est¨¢ muy verde, ya veremos'. Pero su personal impresi¨®n es que monse?or Rouco ha comprendido, perfectamente, la importancia de la cuesti¨®n y que su disponibilidad a encontrar 'alguna f¨®rmula' es clara. As¨ª que cuando la bomba Asenjo estalla, no vacila en descolgar el tel¨¦fono y quejarse abiertamente al secretario de la Conferencia Episcopal. Se queja Luis de Grandes, que es amigo de monse?or Asenjo, y de ?vila como ¨¦l, que con su excusatio non petita -nadie le hab¨ªa pedido a la Conferencia la firma del pacto antiterrorista- haya dejado el apoyo de la Iglesia en una situaci¨®n imposible. Luego se buscar¨¢ con urgencia la foto de reconciliaci¨®n que se har¨¢n en Roma el vicepresidente del Gobierno y el cardenal Rouco.

Pero el mal sabor de boca que le ha quedado al Gobierno no se lo va a quitar f¨¢cilmente. Desde los despachos m¨¢s pr¨®ximos al de Aznar no se ahorran las aceradas cr¨ªticas al cardenal Rouco, al que se califica de 'un eclesial muy eclesial que no da la talla'; a monse?or Asenjo, como 'alguien realmente muy deficiente', y a monse?or Uriarte, 'que es de los que se visten por los pies'.

Tambi¨¦n el obispo Seti¨¦n deja en situaci¨®n delicada la Conferencia Episcopal. Y de forma especial a monse?or Uriarte, su sustituto en la di¨®cesis de San Sebasti¨¢n. Algunos de sus m¨¢s directos colaboradores afirman que Uriarte est¨¢ 'muy dolido y molesto', pero tambi¨¦n que nunca lo dir¨¢ en p¨²blico. Como tampoco lo har¨¢n los dem¨¢s obispos vascos. Sienten que Seti¨¦n les ha metido un 'gol por toda la escuadra', sobre todo a Uriarte, que est¨¢ jugando abiertamente el papel de la moderaci¨®n en la Iglesia vasca.

Eso no impide a los colaboradores de Aznar reconocer la habilidad de Seti¨¦n para abortar, a¨²n en su fase de reflexi¨®n, cualquier movimiento de la Iglesia al pacto antiterrorista. 'Si alguien ten¨ªa alguna duda de que Seti¨¦n forma parte interesada del nacionalismo ah¨ª est¨¢ la prueba', afirman los representantes del PP en el pacto. Mientras, monse?or Rouco se lanza a buscar estrat¨¦gicos micr¨®fonos que difundan, desde Roma, su fervorosa condena del ¨²ltimo atentado terrorista en la estaci¨®n de Martutene. Pero antes hab¨ªa hecho un comentario lleno de claves y de intenciones: 'El error de criticarnos, de obligarnos no le va a salir gratis a nadie. Le puede pasar factura al propio Gobierno', advierte el presidente de la Conferencia Episcopal. Por su parte, Luis de Grandes no puede ocultar su frustraci¨®n y comenta en un c¨ªrculo restringido: 'No hay que dramatizar la situaci¨®n y hay que buscar otras f¨®rmulas en los pr¨®ximos meses. Pero es dif¨ªcil reconducir la estrategia y que la jerarqu¨ªa de la Iglesia pueda sacar la pata de donde la ha metido'.