Barcel¨® pulveriza un 'barcel¨®'
El artista orden¨® la destrucci¨®n de un mural pintado en un centro cultural mallorqu¨ªn que cambiar¨¢ de uso
Una pintura mural reciente -trazada sobre la cal el verano de 2000- de Miquel Barcel¨® ha resultado ef¨ªmera y ser¨¢ ignota. La obra de arte ha sido eliminada, destrozada y voluntariamente reducida a la nada sobre la pared en la que estaba integrada, en el hasta ahora centro cultural independiente de Es Gurug¨², en Felanitx (Mallorca), en la tierra natal del artista. Barcel¨® pint¨® este friso como un gui?o solidario y l¨²dico con los gestores del complejo, que batallaban para evitar tener que echar el cierre a su plan de actividades porque all¨ª se tiene que construir la sede de una nueva biblioteca.
La transformaci¨®n arquitect¨®nica del edificio no se pudo frenar y, ante la inminencia de la entrada de la piqueta, el pintor invit¨® a su grupo de amigos alternativos que gestionaban el enclave a que explicaran la existencia de su obra y emprendieran su eliminaci¨®n. Dicho y hecho: el mural ha quedado destruido. No queda rastro del arte plasmado en la serie de figuras grises, pigmentadas a zonas. Dominaba un enorme macho cabr¨ªo desollado, ahorcado por una pata, que estaba bordeado por unos frisos con relieves de tres cabezas de peces, una testuz de cabra y una cebolla; en el margen contrario, el creador dej¨® pintada una calavera de un rumiante del desierto.
La composici¨®n desaparecida evocaba en el tema y en el estilo las series efectuadas por Barcel¨® hace tres a?os, cuando visti¨® y redecor¨® los huecos de la iglesia secularizada de Santa Eulalia de los Catalanes, de la ciudad de Palermo, en la isla de Sicilia.
La obra devastada era africana y mediterr¨¢nea, no en vano Es Gurug¨² es un injerto topon¨ªmico, un nombre raro que remite en Mallorca a uno de los enclaves b¨¦licos de la guerra colonial de Espa?a en ?frica. Bautiza el lugar m¨¢s alto de Es Castellet, la antigua alquer¨ªa del Felanis (Felanitx) bereber y musulm¨¢n.
Barcel¨® pretendi¨® con el destrozo evitar la manipulaci¨®n como fetiche de las pinturas, el posible expolio de sus restos, y tambi¨¦n, de paso, desautorizar cualquier intento institucional para el rescate de su mural como si se tratara de un fresco g¨®tico. El gesto iconoclasta y autodestructivo expresaba, de manera especial, una carga de solidaridad con el n¨²cleo cultural de Es Gurug¨², formado por personas que se consideran alternativas y no catalogadas.
Las pinturas de la pared no estaban firmadas o autentificadas, pero eran incuestionables y, a la par, invendibles. Estaban integradas en el edificio y en el propio ambiente no comercial que tuvo la actividad del centro desactivado a la fuerza. La desaparici¨®n del barcel¨® supone tambi¨¦n una iron¨ªa contra el mercado, un desplante. El verano pasado, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sof¨ªa ha comprado un barcel¨® de colecci¨®n por m¨¢s de 120 millones de pesetas. Antes, en Mallorca, la Caja Sa Nostra de Baleares pag¨® m¨¢s de 70 millones de pesetas en Londres por otra tela del c¨¦lebre mallorqu¨ªn.
La eliminaci¨®n f¨ªsica del trabajo creativo se ejecut¨® con contundencia: el macho cabr¨ªo y los despojos laterales fueron atacados con chorros de arena de presi¨®n, m¨¢quina de disco cortador y martillo y cincel. La desfiguraci¨®n de las im¨¢genes se enmarc¨® en un espect¨¢culo p¨²blico y simb¨®lico, de autor¨ªa colectiva, que ha quedado documentado en v¨ªdeo. La obra de arte, de m¨¢s de cuatro metros cuadrados de superficie, nunca fue exhibida de manera especial, ni tampoco fue anunciada su existencia con anterioridad. Hasta poco antes de la operaci¨®n de destrozo estaba cubierta por una s¨¢bana.
Barcel¨® hab¨ªa realizado la pintura sobre la pared de manera altruista y en secreto, con la intenci¨®n de que se vinculara al foco de actividades que germin¨® en Es Gurug¨² en manos de un colectivo de pintores, poetas, actores, cineastas, editores y m¨²sicos. El centro fue impulsado por los colectivos Pruaga y Recerca. Buena parte de los protagonistas son creadores contempor¨¢neos de Barcel¨® y de generaciones m¨¢s j¨®venes, como Rafel Joan, Toni Bauz¨¤ Picamosques, Llu¨ªs Juncosa, Bernat Sams¨®, Jaume Canet, Juli Obrador, Fina Pino, Miquel ?ngel Joan, Jaume Prohens. ?stos y muchos otros han cubierto el complejo programa de actos. El poeta y m¨²sico catal¨¢n Pau Riba ofici¨® en la fiesta de cierre de Es Gurug¨².
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