'La arquitectura, hoy, busca ¨²nicamente imagen y poder'
Antonio Fern¨¢ndez Alba es un hombre asc¨¦tico, de aspecto jovial, nadie dir¨ªa que septuagenario. Parece conservar en la mirada los mejores sue?os de su juventud. De sus numerosos libros cabe deducir que su vida como pensador, arquitecto y maestro de alarifes, iniciada en la Escuela Superior de Madrid en 1957, ha perseguido conquistar una ansiada frontera: aquella en la cual la construcci¨®n, por el c¨¢lculo y la poes¨ªa en Arquitectura convertida, humaniza el espacio para brindar cobijo y transformar la vida de todos en un grato discurrir de la existencia. Para transitar por esta ruta por ¨¦l tan anhelada, Fern¨¢ndez Alba ha debido mantener una disciplina incesante y mezclar en el matraz de su pensamiento -al decir de sus alumnos, signado de un criticismo emprendedor- los mejores ingredientes que su formaci¨®n ilustrada ha sabido extraer de las principales corrientes arquitect¨®nicas de nuestra era. El anterior fin de semana, el arquitecto, acad¨¦mico y catedr¨¢tico de Elementos de Composici¨®n mostr¨® al p¨²blico el Colegio de Santa Mar¨ªa, ideado en 1959, dentro del ciclo El autor ense?a su obra, que cada mes convoca la Comisi¨®n de Cultura del Colegio de Arquitectos. Su edificio es ejemplo vivo de confortabilidad espacial, humanizada, y de la elegancia en la disposici¨®n elemental de sus proyectos madrile?os y alcala¨ªnos, entre otros, el Centro de Arte Reina Sof¨ªa, la Facultad de Derecho de la Aut¨®noma y el Tanatorio de la M-30.
Pregunta. ?C¨®mo concibi¨® este colegio?
Respuesta. Como un espacio para las colegialas y su confort, para el estudio bajo la luz, entre maderas c¨¢lidas, con una impronta arquitect¨®nica n¨®rdica, danesa.
P. Sin embargo, la arquitectura que hoy se hace no parece buscar ninguna relaci¨®n con la de ayer.
R. Vivimos tiempos de simulaci¨®n. La representaci¨®n y el espect¨¢culo han sustituido a la construcci¨®n.
P. ?En qu¨¦ sentido?
R. La imagen lo ha inundado todo. De la arquitectura han desaparecido referencias humanas b¨¢sicas.
P. ?Se refiere al surgimiento de valores de intercambio sin valores ¨²tiles que les den sentido?
R. Exactamente.
P. Su arquitectura mostr¨® siempre inquietud social.
R. S¨ª, aunque tambi¨¦n fui tildado de peque?oburgu¨¦s por reivindicar entonces la forma. Hoy s¨®lo se trata de generar mercanc¨ªas: la arquitectura busca imagen, poder.
P. ?Y los clientes?
R. Casi han desaparecido.
P. ?Qu¨¦ le pedir¨ªa a un cliente?
R. Que existiera.
P. ?Tan grave es la crisis?
R. Las exigencias del cliente en su d¨ªa fueron creadoras de arquitectura, pero ahora se ci?en a la mera gesti¨®n de productos y s¨ªmbolos deshumanizados, ef¨ªmeros, que no perduran.
P. ?Cu¨¢l ha sido su propuesta arquitect¨®nica?
R. Tan s¨®lo he querido ser un constructor ilustrado.
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