La fragilidad de un pa¨ªs
S¨®lo faltaba el derrumbamiento del puente de Entre os R¨ªos. S¨®lo faltaba que el Duero se tragase un autob¨²s de excursionistas. Faltaba el drama final.
Este pa¨ªs adolece, de hecho, de mucho m¨¢s que fragilidad. (...) Un pa¨ªs que ve desmoronarse un puente sin que antes nadie hubiese dado la alarma de la degradaci¨®n de su estructura. Un pa¨ªs que sigue un d¨ªa entero los esfuerzos de rescate y queda perplejo ante la impotencia de tanta gente y tanta falta de medios.
'La modernidad superficial no tapa la pobreza estructural', escribi¨® certeramente en estas p¨¢ginas Ant¨®nio Barreto. La pobreza estructural de un pa¨ªs que a lo largo del Duero, en sus cruces, en su l¨ªnea f¨¦rrea, a¨²n depende de las obras hechas en el tiempo del 'fontismo'. La pobreza cultural de un pa¨ªs en donde el principal responsable t¨¦cnico del sector -el presidente del Instituto de Carreteras- se esconde el d¨ªa del desastre, un pa¨ªs en que los servicios p¨²blicos no responden a las preguntas m¨¢s simples. (...) ?De qui¨¦n es la culpa? (...) Para que 'la culpa no muera soltera' ha dimitido el ministro. Dimisi¨®n urgente, de madrugada, poco usual para nuestros h¨¢bitos pol¨ªticos, pero inevitable. (...) Jo?o Coelho ha hecho lo que deb¨ªa, despu¨¦s de no haber hecho lo que se le ped¨ªa. Tomemos conciencia de que, en el futuro, ¨¦ste va a ser el patr¨®n de comportamiento. (...) A veces pensamos que somos europeos. Lo peor es cuando nos despertamos y vemos que somos s¨®lo lo que siempre fuimos: portugueses, algo desastrados y pobres como es habitual. Porque, como siempre, estas cosas s¨®lo les pasan a los pobres.
Lisboa, 6 de marzo
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