"Si me saca, meto tres goles"

Algo extra?o le suced¨ªa anoche a Walter Pandiani. Notaba en su cuerpo una electricidad especial, como si le sobrasen las fuerzas. Mediada la primera parte, el entrenador, Javier Irureta, orden¨® calentar a todo el banquillo. "Yo ten¨ªa pocas esperanzas de jugar", confesar¨ªa despu¨¦s Pandiani, "pero, aun as¨ª, calent¨¦ como nunca. Fueron los 25 minutos de calentamiento m¨¢s intensos que haya hecho en mi vida". Y as¨ª, fuerte como se ve¨ªa, tuvo una especie de iluminaci¨®n: "No quer¨ªa decir nada, porque en esos momentos te pueden responder que est¨¢s loco. Pero, al final, me decid¨ª y le coment¨¦ a Leo Scaloni: 'a ver si me mete de una vez, porque voy a marcar tres goles'. Ya s¨¦ que lo dices y nadie te lo cree, que parece un sue?o. Pero yo en aquel momento pens¨¦ eso". La premonici¨®n se cumpli¨® milim¨¦tricamente: tres goles y los tres de cabeza, la locura desatada en Riazor y, m¨¢s de una hora despu¨¦s de finalizado el choque, cientos de hinchas esper¨¢ndolo a la puerta del estadio para subirlo a hombros al grito de "torero, torero".

Pandiani, un uruguayo de 23 a?os, se cri¨® en el Pe?arol de Montevideo, donde el f¨²tbol es una cuesti¨®n de fe. A un jugador uruguayo puede faltarle cualquier cosa menos determinaci¨®n. Y, tal vez por eso, el delantero deportivista tampoco parec¨ªa muy extra?ado por la indescriptible gesta de anoche . "Con el Pe?arol, ya viv¨ª muchas remontadas como ¨¦sta", asegur¨® tras el partido. "?La f¨®rmula? : Correr el doble, empujar el doble y meterle la cabeza a lo que sea".

Una noche especial

S¨®lo lleva ocho meses en A Coru?a, pero el deportivismo ya ha podido disfrutar de esa imbatible resoluci¨®n de Pandiani para enfrentarse a las situaciones m¨¢s complicadas. Jugador poco habitual en el equipo titular, sus salidas en los minutos finales han sacado al Deportivo de m¨¢s de un apuro. En la Liga de Campeones, por ejemplo, ante el Panathinaikos. Y, hace unas semanas, en la Liga nacional, otro cabezazo suyo en los minutos finales permiti¨® al Deportivo lograr una crucial victoria ante el Valencia en Riazor.

Pero ayer era una noche especial. Se lo dijo a Scaloni y lo pens¨® para s¨ª cuando el Par¨ªs Saint-Germain logr¨® su segundo gol. Incluso se atrevi¨® a insinuarle algo al segundo entrenador, Francisco Melo, en el momento en que el ¨¢rbitro pit¨® el descanso y el ayudante de Irureta se acerc¨® a decirle que iba a entrar en la segunda parte. "Estoy muy fuerte, Paco, he calentado 25 minutos a tope". Y as¨ª comenz¨® la fiesta. "Nos metieron el tercero y la gente, en vez de irse para casa, se qued¨® all¨ª. Todos cre¨ªamos que a¨²n era posible remontar. Y o¨ªas los gritos de la gente y pensabas que hab¨ªa que seguir intent¨¢ndolo".

En el minuto 83 del partido, s¨®lo 28 despu¨¦s de haber ingresado en el campo, Pandiani met¨ªa en la porter¨ªa de Letizi su tercer cabezazo que hac¨ªa el cuarto gol del Deportivo. Y, entonces, los efectos de la premonici¨®n se disiparon, Pandiani volvi¨® al mundo real y, como todo el estadio, sinti¨® que lo acomet¨ªa una sensaci¨®n de incredulidad. "No, no me lo pod¨ªa creer", reconoci¨® el futbolista, "en un instante, me pasaron tantas cosas por la cabeza y me acord¨¦ de tanta gente ... Me sent¨¦ sobre el c¨¦sped y ya no me quer¨ªa levantar. Hubiese seguido all¨ª, sentado, pensando en lo que acab¨¢bamos de hacer".

Al salir del vestuario y dispuesto a encarar a los periodistas, Pandiani tom¨® su tel¨¦fono m¨®vil y mir¨® la pantalla. Medio Uruguay le hab¨ªa mandado un mensaje de felicitaci¨®n. "Es igual", dijo, "ya s¨¦ que no voy a dormir y tengo toda la noche para contestarlos". Una larga noche para disfrutar del momento y volver sobre todo aquello que se le pasaba por la cabeza cuando se sent¨® sobre el c¨¦sped y, entre el rugido de felicidad de 35.000 espectadores, se abandon¨® al torrente de pensamientos desatado por tres goles.