Acuerdo en Iberia
Por bueno que sea, el acuerdo in extremis alcanzado ayer entre Iberia y el sindicato de pilotos SEPLA no elimina la inquietud que introduce en la privatizaci¨®n de la compa?¨ªa el hecho de contar con una organizaci¨®n sindical que defiende privilegios feudales para los pilotos y que suele utilizar como rehenes a los viajeros para conseguir, mediante huelgas encubiertas, ventajas fara¨®nicas para sus afiliados. Despu¨¦s de una huelga de celo mal disimulada, que ha sacado de quicio a miles de viajeros con retrasos de hasta el 60% y cancelaciones de vuelo, y de un ultim¨¢tum de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), amenazando con suspender la oferta p¨²blica de ventas (OPV) de la compa?¨ªa, la empresa y el SEPLA han llegado a un acuerdo por el que se suspende la huelga de celo y se encauzan las peticiones de los pilotos por la v¨ªa de la mejora de productividad. La OPV se ha salvado, al menos de momento.
La aparici¨®n oportunista de los pilotos al borde de la privatizaci¨®n de Iberia tampoco puede ocultar que el Gobierno y la SEPI, como depositaria de las acciones p¨²blicas de la compa?¨ªa a¨¦rea, han conducido la privatizaci¨®n con singular torpeza. Durante dos a?os han aplazado sistem¨¢ticamente la salida a Bolsa de la compa?¨ªa de bandera sin que medie explicaci¨®n alguna; durante ese tiempo han negociado la composici¨®n de un n¨²cleo que se pretend¨ªa estable, pero en el que han aparecido en m¨¢s de una ocasi¨®n s¨ªntomas de fricciones y agravios comparativos, y no han tenido la habilidad suficiente para evitar inconvenientes graves de ¨²ltima hora, como la huelga de celo mencionada.
En estas condiciones, s¨®lo un profesional del optimismo podr¨ªa vaticinar que la OPV de Iberia ser¨¢ un ¨¦xito total en todos sus tramos. Los posibles inversores de la compa?¨ªa pueden preguntarse con raz¨®n qu¨¦ rentabilidad han de esperar de una empresa que depende tan estrechamente de los caprichos de un poderoso sindicato. A pesar de que la privatizaci¨®n de Iberia se ha salvado moment¨¢neamente, est¨¢ por ver si su inestabilidad laboral y social no tendr¨¢ severas consecuencias financieras sobre la colocaci¨®n burs¨¢til anunciada para el mes pr¨®ximo.
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