Rep¨²blica libre

No dir¨¦ que Mar¨ªa Pag¨¦s defraud¨®, pero su nuevo espect¨¢culo, que estrenaba en Espa?a, no respondi¨® a las expectativas que hab¨ªa despertado. El ¨²ltimo quehacer de la bailaora, La tirana sobre todo, hab¨ªa puesto su propio list¨®n muy alto.

Pese a ello, el trabajo de Mar¨ªa Pag¨¦s tiene siempre una considerable dignidad. Este Flamenco Republic no es, desde luego, de nueva creaci¨®n. Por lo menos alguno de sus temas -el zorongo, por ejemplo-, que ha recuperado de espect¨¢culos anteriores. Lo m¨¢s nuevo, y quiz¨¢ por ello lo m¨¢s interesante, me ha parecido el n¨²mero de percusi¨®n y los tangos de Manuel Soler, siempre creativo, esta noche sembrado y con gracia enorme en todo lo que hizo, percusiones varias, baile y hasta cante. Fueron temas ¨¦stos resueltos con espontaneidad y frescura, en los que tambi¨¦n el cuerpo de baile brill¨® notablemente y donde el concepto de flamenco en libertad tan querido a la bailaora qued¨® patente.

La siguiriya en solitario de Mar¨ªa Pag¨¦s me pareci¨® un tanto dubitativa. Obra de extrema dificultad interpretativa, tiene partes en que queda un tanto desdibujada. La bailaora hace un trabajo importante, que seguramente ser¨ªa m¨¢s redondo con algunos minutos menos de duraci¨®n. Pero tiene partes bell¨ªsimas, como esa introducci¨®n sobre grabaciones antiguas de Rosal¨ª de Triana y Manuel Vallejo que Arriaga ha tenido el acierto de aportar a la m¨²sica por ¨¦l creada. La cantaora Ana Ram¨®n, en ¨¦sta y en todas sus intervenciones, excelente.

La primera parte del espect¨¢culo fue casi un recital de guitarra de Juan Manuel Ca?izares, con algunas ilustraciones de baile; entre ellas, el taranto de la Pag¨¦s, de gran belleza y quiz¨¢ donde su clase brill¨® en plenitud. M¨²sica dif¨ªcil la de Ca?izares, con un alarde de picados casi sobrecogedor. Tocaor muy cerebral, su m¨²sica para guitarra es hoy una de las que est¨¢n marcando pautas m¨¢s atractivas para los j¨®venes que se incorporan a este arte.