Fin del consenso con los sindicatos

Las id¨ªlicas relaciones que los sindicatos mayoritarios, CC OO y UGT, mantuvieron con el Gobierno de Aznar en la primera legislatura parecen haber llegado a su fin. El pacto firmado en 1997 para consensuar entre Gobierno, sindicatos y patronal la primera reforma laboral del Ejecutivo del PP no ha podido ser reeditado ahora. Aznar recibi¨® en junio pasado a los mismos interlocutores y les emplaz¨® a retomar aquella senda. Pero tras nueve meses de negociaciones, el Consejo de Ministros opt¨® por la v¨ªa radical y aprob¨® por su cuenta y riesgo un real decreto con nuevas reformas del mercado laboral.

Ayer, durante la Junta Directiva Nacional del PP, los responsables de comunicaci¨®n del partido distribuyeron entre los miembros de ese ¨®rgano un argumentario de casi 20 p¨¢ginas para intentar desmontar las acusaciones de que el Gobierno ha aplicado en este caso el 'decretazo' y el 'rodillo' para imponer sus tesis favorables a la patronal. 'No se puede hablar de rodillo porque, en primer lugar, al Gobierno no le ha quedado m¨¢s remedio que cumplir con su obligaci¨®n; en segundo, porque se trata de un decreto que recoge las propuestas de las propias partes; y en tercero, porque se abren m¨¢rgenes a la negociaci¨®n en el propio texto'.

Seg¨²n ese informe, el Gobierno interviene 'con toda prudencia y discreci¨®n, sin ning¨²n tipo de interferencia', y 'se ha visto obligado a ejercer su responsabilidad' para evitar lagunas legales, porque el plazo de la actual norma termina en mayo, 'y porque la sociedad no espera'. En suma, un decreto que 'busca el com¨²n denominador', es conciliador y 'dif¨ªcilmente rechazable'.

En las conclusiones del texto, los populares contraponen su actuaci¨®n a los 'decretazos' laborales aprobados por los Gobiernos socialistas, que s¨ª eran 'unilaterales', 'no resolv¨ªan problemas', y 'dieron lugar a los contratos basura' y a cuatro huelgas generales.