El juez Guzm¨¢n deja en libertad provisional al ex dictador Pinochet
La decisi¨®n del juez Guzm¨¢n es una de las consecuencias de la reducci¨®n del grado de procesamiento del ex dictador decidida la semana pasada, por dos votos contra uno, por la Sala Primera de verano de la Corte de Apelaciones de Santiago. Esta instancia judicial rebaj¨® la figura penal de autor a encubridor de los 75 cr¨ªmenes cometidos durante la llamada caravana de la muerte. Esta ¨²ltima figura delictiva tiene penas inferiores en dos grados para un encubridor respecto de un criminal e implica que, desde el punto de vista de ese fallo, Pinochet no dio las ¨®rdenes para cometer los cr¨ªmenes, sino que despu¨¦s de cometidos no decidi¨® que se investigaran, como era su deber en tanto jefe directo de quien estuvo al mando de la comitiva militar.
En esas condiciones, a pesar de que la Corte ratific¨® lo esencial -el procesamiento del ex dictador- Guzm¨¢n resolvi¨® concederle la libertad bajo fianza en cuanto el sumario volvi¨® a sus manos, algo que ¨¦l mismo anticip¨® pod¨ªa ocurrir el d¨ªa del fallo. Pero a¨²n le resta al magistrado dictar un tr¨¢mite habitual con todo procesado y que implica una nueva humillaci¨®n para Pinochet. Guzm¨¢n deber¨¢ ordenar al Servicio de Registro Civil e Identificaci¨®n que fiche a Pinochet, con fotograf¨ªas de frente y perfil, y que le tome sus huellas dactilares.
Como la quinta sala de la Corte de Apelaciones (que hoy se formar¨¢ y se reunir¨¢ ma?ana) es un tribunal que se considera por su composici¨®n favorable al ex dictador, fuentes judiciales esperan que ratifique la decisi¨®n del juez que lleva el sumario.
De esta manera, Pinochet completar¨¢ 42 d¨ªas bajo arresto domiciliario en su pa¨ªs, bastante menos que los 503 que permaneci¨® en igual condici¨®n en Londres, por petici¨®n del juez espa?ol de la Audiencia Nacional Baltasar Garz¨®n, que lo acusa de torturas a v¨ªctimas de la dictadura.
Se trata, en todo caso, de una libertad relativa. A los 85 a?os, y con dificultades para caminar, desde que lleg¨® a Chile en marzo del a?o pasado, Pinochet ha salido en muy pocas ocasiones de su domicilio y sus actividades p¨²blicas han sido escasas. Adem¨¢s, desde el punto de vista de su imagen interna, el ex dictador ya perdi¨® la batalla que sus asesores emprendieron y su influencia en la sociedad chilena ha menguado hasta puntos inimaginables hace un a?o, cuando regres¨® victorioso desde Londres.
La decisi¨®n de Guzm¨¢n no fue bien recibida por los abogados querellantes en el caso. Uno de ellos, Hugo Guti¨¦rrez, lament¨® la determinaci¨®n por cuanto, sostuvo, quedan diligencias pendientes en el caso, entre ellas un careo entre el ex dictador y el jefe de la caravana de la muerte, el general retirado Sergio Arellano Stark. Eso, 'a mi entender, impide que Pinochet goce de este beneficio por ahora', dijo Guti¨¦rrez.
No recurrir el fallo
Tanto la defensa como los querellantes de Pinochet coincidieron en no recurrir el fallo de la Corte de Apelaciones ante la Corte Suprema, por distintas razones. La defensa, porque se jugar¨¢ todas sus cartas para lograr en la quinta sala de esta Corte el sobreseimiento del caso, argumentando que el estado de salud del ex dictador le impide tener un debido proceso.
A su vez, los querellantes tampoco recurrieron porque valoraron favorablemente que los magistrados mantuvieran el procesamiento, y conf¨ªan en que Guzm¨¢n dictamine el cargo de autor de los cr¨ªmenes en el momento de la sentencia. La quinta sala deber¨¢ resolver sobre el recurso de la defensa que apel¨® la negativa de Guzm¨¢n a sobreseer el caso por la salud de Pinochet, pero despu¨¦s de recibir un informe previo del fiscal de este tribunal, lo que estima ocurrir¨¢ a finales de este mes.
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