Renta andaluza
Un informe de la Fundaci¨®n BBVA denuncia que Andaluc¨ªa cuenta s¨®lo con el 75,9% de la media estatal de renta y con el 56,9% de la media de la UE, con alguna provincia como Granada y Ja¨¦n cayendo en torno al 50%. Ese estudio recuerda que la tasa de paro reconocida ronda el 25%; con puntas en C¨¢diz (31,5%), Sevilla (25,8%) y Granada (25,4%).
Hace pocos d¨ªas, el Gobierno andaluz volv¨ªa a recurrir rutinariamente los Presupuestos Generales del Estado ante el Tribunal Constitucional por discriminar a Andaluc¨ªa. A estas alturas, resulta claro el fracaso del Fondo de Compensaci¨®n Interterritorial, la inutilidad de los fondos europeos, la naturaleza centralista de los sucesivos modelos de financiaci¨®n auton¨®mica como soportes para el desarrollo andaluz y el desprecio de Madrid hacia Andaluc¨ªa, que ni paga la deuda auton¨®mica ni reconoce el censo. De otra parte, la propuesta de Rodr¨ªguez Ibarra de gravamen auton¨®mico a la banca pon¨ªa, por contraste, en evidencia a la timidez, incompetencia y doctrinarismo de la Junta de Andaluc¨ªa; paralizada por su asunci¨®n respetuosa, no s¨®lo del ya de por s¨ª restrictivo marco constitucional y estatutario sino de su interpretaci¨®n m¨¢s centralista, que excluye la apertura aut¨®noma de cualquier din¨¢mica de actuaci¨®n pol¨ªtico econ¨®mica propia de alcance.
En estos d¨ªas de apogeo localista, llama poderosamente la atenci¨®n que los m¨¢s extremos divisionistas olviden que el aumento de los desequilibrios internos en Andaluc¨ªa deviene, no s¨®lo de err¨®neas opciones pol¨ªticas sino tambi¨¦n de un contexto autoimpuesto (Maastricht, plan de estabilidad, contenci¨®n presupuestaria y d¨¦ficit cero) que restringe dram¨¢ticamente la capacidad de maniobra de la Junta y la reduce a una especie de superayuntamiento (y de ah¨ª su extremo inter¨¦s por encontrar socorro en la formaci¨®n de la caja ¨²nica). Es l¨®gico que el PP, que como toda la derecha espa?olista mantiene una tradici¨®n antiandaluza, se sienta c¨®modo en esa situaci¨®n propensa para desviar la atenci¨®n p¨²blica hacia el conflicto intraandaluz; menos coherente resulta que pretendidos progresistas le hagan de coro.
Puestos a cuestionar algo, lo que los datos econ¨®micos avalan no es precisamente el cuestionamiento de la unidad andaluza, sino la inclusi¨®n de Andaluc¨ªa en Espa?a. Puestos a afirmar algo, lo que se desprende de todo ello es la imperiosa necesidad practica para Andaluc¨ªa de disponer de soberan¨ªa pol¨ªtica con la que dotarse de instrumentos de protecci¨®n.
Y tambi¨¦n llama la atenci¨®n esa confusi¨®n interesada, ayer en C¨®rdoba; hoy en Sevilla, M¨¢laga y Granada -compartida y auspiciada por las respectivas fuerzas vivas en un totum revolutum, donde se mezclan patronal y sindicatos; derecha y presunta izquierda- entre reequilibrio y el mantenimiento de entidades de ahorro aut¨®nomas frente a la formaci¨®n de una caja ¨²nica nacional; cuando precisamente la experiencia muestra que la existencia de esas entidades ha sido in¨²til para revertir la situaci¨®n de subdesarrollo. Como suele ocurrir, de una parte, los intereses personales o de muy selectos grupos, tienden a camuflarse convenientemente como defensa colectiva de lo local y de otra, la ignorancia o la mera cobard¨ªa, impiden que se exprese la necesaria disidencia desde la presunta izquierda o desde presuntos nacionalistas.
La caja ¨²nica es una necesidad nacional para Andaluc¨ªa. Y de no conseguirse, por la formaci¨®n de dos o tres subcajas, lo que demostrar¨ªa de nuevo es la miop¨ªa y el ego¨ªsmo de las elites dirigentes andaluzas. El problema no radica en d¨®nde ubicar su sede, sino en la fijaci¨®n de su pol¨ªtica de inversiones orientada hacia la defensa de un tejido productivo andaluz en vez de al sostenimiento del modelo especulativo vigente, en la atenci¨®n a una l¨ªnea redistributiva de base comarcal y en la implantaci¨®n de una practica de austeridad que destierre privilegios y sinecuras en forma de sueldos escandalosos, colocaciones o cr¨¦ditos de favor. Y para que esto tuviera consecuencias, requerir¨ªa una cambio sustancial de pol¨ªtica y otros objetivos nacionales desde el Gobierno andaluz.
En lugar de eso, hemos de soportar que a las estupideces grandilocuentes o a las afirmaciones hip¨®critas emanadas desde la Sevilla eterna s¨®lo se responda con no menores estupideces o recursos fariseos desde las no menos eternas M¨¢laga, Granada o C¨®rdoba.- Javier Gonz¨¢lez Pulido. Granada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.