El diario ¨ªntimo
No se sabe muy bien por qu¨¦, pero lo cierto es que la editorial Sendoa, tras haber recibido la gran colecci¨®n de bertsolarismo del padre Zavala, est¨¢ publicando una serie de ensayos muy interesantes, aunque en el mundo de la actual industria cultural resultan minoritarios. Los ensayos versan a menudo sobre la literatura oral y las teor¨ªas que sirven para estudiarla. Otros trabajos, sin dejar de lado su rigor, y sin que se les haya pasado el olor a tesis doctoral, tienen por objeto temas m¨¢s amplios.
La escritura invisible. Testimonios sobre el diario ¨ªntimo, de Manuel Alberca, se inscribe en este segundo grupo. Mucha gente, al parecer, lleva un diario personal. ?Qui¨¦nes son? ?Por qu¨¦ escriben? ?Qu¨¦ temas tratan? ?stas son algunas de las preguntas a las que responde el libro. Alberca aparece como un alumno de Philippe Lejeune, uno de los principales te¨®ricos sobre la literatura del yo, que ha llevado a cabo en Francia una investigaci¨®n exhaustiva sobre el diario ¨ªntimo y ha coleccionado algunas series muy importantes de diarios personales.
El libro sigue las pautas de Lejeune, pero desde la primera p¨¢gina queda claro que el subt¨ªtulo describe de manera m¨¢s exacta su contenido. Se trata de una colecci¨®n de testimonios de escritores de diarios ¨ªntimos que contestaron a una petici¨®n del autor en dos revistas literarias. El investigador ped¨ªa confesiones sobre el diario ¨ªntimo y contestaron 700 personas. El libro recopila las voces que respondieron al requerimiento.
Este libro interesar¨¢ a aquellos que quieran o¨ªr las voces, tan secretas y subterr¨¢neas, de los que escriben diarios, y la consideraci¨®n de la investigaci¨®n, se ha dejado en segundo plano. Los protagonistas son los escritores de los diarios en sus cartas personales. Y no el trabajo sint¨¦tico del investigador.
La investigaci¨®n viene muy a cuento cuando se est¨¢ dando una creaci¨®n memorial¨ªstica importante en nuestro contexto: Andr¨¦s Trapiello, Jes¨²s Pardo, algunos editores... son ejemplos que vienen a la memoria. Alguien ha dicho que la democracia estimula la literatura del yo, en cuanto favorece la aparici¨®n en p¨²blico de la privacidad. Y algunos escritores han subrayado que en este momento se publica en Espa?a m¨¢s memoria -literaria- que en ninguna otra ¨¦poca. Puede que sea verdad, pero el libro de Alberca nos acerca a otras voces, a las que llevan un diario en secreto y que es posible que nunca publiquen. O¨ªr esas voces secretas tiene algo de veraz, y algo de curioso.
Manuel Alberca, La escritura invisible. Testimonios sobre el diario ¨ªntimo. Sendoa. Oihartzun. 2000. 2.800 pesetas.
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