Darren Aronofsky filma un alegato contra toda clase de adicciones

Sorprendi¨® con la pel¨ªcula experimental por la que obtuvo en 1998 el premio a la mejor direcci¨®n en el Festival de Sundance y se gan¨® la fama de ni?o prodigio del cine independiente estadounidense. Es Darren Aronofsky (Brooklyn, Nueva York, 1969), y el viernes de la pr¨®xima semana estrena en Espa?a su segundo filme, R¨¦quiem por un sue?o, un duro alegato contra toda clase de adicciones que obtuvo la Espiga de Oro en el ¨²ltimo Festival de Valladolid.

Cuenta R¨¦quiem por un sue?o la historia de cuatro personajes con vidas que se entrecruzan. La de Sara Goldfarb, viuda y solitaria mujer encarnada por la veterana Ellen Burstyn, candidata al Oscar a la mejor actriz por su magn¨ªfico papel en la cinta; su hijo, Harry (Jared Leto), y la novia y el amigo de ¨¦ste, a quienes dan vida Jennifer Connelly y Marlon Wayans, respectivamente. Los cuatro buscan la felicidad a trav¨¦s de la adicci¨®n. Sara empieza enganchada a la televisi¨®n basura y acaba aficion¨¢ndose a las anfetaminas que toma para adelgazar, mientras que Harry y su c¨ªrculo se adentran cada vez m¨¢s en el peligroso mundo de las drogas. Aronofsky dijo ayer en Barcelona que R¨¦quiem... no es una pel¨ªcula 'antidroga', sino m¨¢s bien 'contra la adicci¨®n'. Toda clase de adicciones, subray¨® el cineasta, y, adem¨¢s de la televisi¨®n y el amplio abanico de drogas, cit¨® el sexo, el caf¨¦ y 'la falsa esperanza'. 'R¨¦quiem...', explic¨®, 'retrata el intento de escapar de la realidad de unas personas y c¨®mo ese af¨¢n las lleva a caer en un inmenso agujero'.

Basado el gui¨®n en una novela del neoyorquino Hubert Selby jr., Aronofsky cont¨® que se plante¨® el filme 'como un orgasmo gigante, con un cl¨ªmax final de 10 minutos y con planos y secuencias que llevaran al espectador a la histeria total'. Y, efectivamente, su estilo de narraci¨®n visual causa ese efecto: provoca una terrible angustia en el p¨²blico. Respecto al trabajo con los actores, cuya interpretaci¨®n es meritoria en general, y muy particularmente en el caso de Ellen Burstyn, el director atribuy¨® el encaje del reparto en los personajes al hecho de haber podido ensayar antes del rodaje durante seis semanas. El caso de Burstyn, subray¨®, merece menci¨®n aparte. 'Trabajar con ella es como tener una ma?ana de Navidad todos los d¨ªas: te levantas y no sabes qu¨¦ regalo tendr¨¢s. Ellen es uno de los grandes tesoros de Norteam¨¦rica. A ella s¨®lo hay que decirle 'acci¨®n'. No necesita m¨¢s'.