LA MEJOR MEDICINA DEL MUNDO
Una cuarta parte del mundo carece de agua limpia. Las consecuencias son enfermedades y subdesarrollo, cuando no son guerras por su control. Esta realidad se pone de nuevo de manifiesto con motivo del D¨ªa Mundial del Agua
Por una simple diarrea mueren cada a?o en el mundo dos millones de ni?os, cuatro veces m¨¢s que de sida. La medicina que necesitan es el agua limpia, a la que no tiene acceso todav¨ªa una cuarta parte de la poblaci¨®n mundial, seg¨²n datos de Naciones Unidas. El pr¨®ximo jueves se celebra el D¨ªa Mundial del Agua. Disponer de ella marca la frontera del desarrollo.
Con lo que un espa?ol utiliza para su ducha matinal (50 litros) viven tres familias en Etiop¨ªa cada d¨ªa durante la ¨¦poca seca. Los 15 litros que gastamos en tirar de la cadena es lo mismo que tiene una de esas familias et¨ªopes para toda una jornada. Y, adem¨¢s, si bebi¨¦semos el agua de nuestras cisternas, tendr¨ªamos menos riesgo de contraer enfermedades que tomando el agua contaminada de la que ellos disponen, cuentan quienes lo han visto. La jornada escolar de una ni?a europea es la que invierte una peque?a mozambique?a en acarrear agua para su familia tras recorrer 30 kil¨®metros y esperar largas colas.
No son datos estad¨ªsticos. Es la experiencia real que t¨¦cnicos y cooperantes dedicados a programas de agua en pa¨ªses del Tercer Mundo. Como en Guma, poblado de Macaringue, en Mozambique. M¨¢s de 15.000 habitantes repartidos en kil¨®metros y s¨®lo un pozo, cuenta Olga Agostinho B. Macupulane, coordinadora de la Asociaci¨®n Mozambique?a para la Promoci¨®n de la Mujer (malhalhe@tropical.co.mz).
'Cada d¨ªa, las madres viajan a pie unos 15 kil¨®metros de ida y otros 15 de vuelta para traer 20 litros de agua. Con ella tienen que cocinar y racionarla para cinco o m¨¢s hijos. A veces salen a las tres de la tarde y vuelven de madrugada, porque la poblaci¨®n que depende del pozo es muy grande y las filas son enormes. ?sta es la situaci¨®n t¨ªpica de la zona en la que yo trabajo', contaba el pasado jueves en Madrid, invitada por Interm¨®n Oxfam.
'Una gota de agua tiene un impacto enorme en la vida de estas mujeres. Cambiar¨ªa radicalmente. Y en especial la de sus hijas. Ellas tambi¨¦n van a por el agua, quit¨¢ndose el tiempo de escuela y de infancia', reflexiona Olga.
Conseguir un suministro de agua, ni es facil, ni es barato. En el interior de Mozambique es necesario perforar hasta 70 metros de profundidad por empresas especializadas. Y cada metro cuesta entre 75 y 150 d¨®lares (entre 12.880 y 26.000 pesetas). 'Es inevitable hablar de apoyo financiero. Nos falta dinero', exclama.
La experiencia de Olga es similar a la de Francisco Gonz¨¢lez, responsable del departamento de hidrolog¨ªa de Acci¨®n contra el Hambre (ach@achesp.org). Pas¨® casi un a?o desarrollando un proyecto en una peque?a regi¨®n en la frontera entre Etiop¨ªa y Somalia y all¨ª aprendi¨® lo que es priorizar el agua. 'Era tan escasa que a veces la usaban antes para los camellos, de los que depend¨ªan, que para las vidas humanas'.
Lleg¨® all¨ª con sus ideas y sus t¨¦cnicas, ironiza. Y pronto aprendi¨® que el ¨¦xito del pozo que pretend¨ªa abrir depend¨ªa de adaptarlo a su cultura y a sus normas. 'Los pozos hay que negociarlos con los clanes para asegurarse de que estar¨¢n accesibles a todos', subraya. Porque no olvida que el agua, el elemento m¨¢s esencial para la vida, ha servido y sirve de disculpa para la guerra. En la actualidad hay tres zonas conflictivas por la disputa del agua: la cuenca del Jord¨¢n, por el control de aguas que ejerce Israel y que afecta a Jordania, Siria y Cisjordania; el control de Turqu¨ªa sobre las cuencas del Tigris y el ?ufrates, en conflicto con Irak y Siria, y la cuenca del Nilo, que enfrenta a Egipto y Sud¨¢n.
El agua como cooperaci¨®n y no como disputa es el mensaje que ha querido dar recientemente el secretario general de la ONU, Kofi Annan, cuando declar¨® que el siglo XXI deber¨ªa ser el de 'la revoluci¨®n azul'. Francisco Gonz¨¢lez es optimista. 'El petr¨®leo o los diamantes financian guerras, y el agua no. Puede ser utilizada como arma, pero no paga conflictos'. El pasado a?o, Acci¨®n contra el Hambre (AcH) desarroll¨® programas de agua en nueve pa¨ªses, de los que se est¨¢n beneficiando medio mill¨®n de personas.
Es posible que en estos momentos est¨¦ llegando a algunas poblaciones de la regi¨®n india de Gujarat el cami¨®n cisterna gubernamental que cada tres d¨ªas suministra el agua que no ten¨ªan sus habitantes ni antes ni despu¨¦s del terremoto que recientemente arras¨® la regi¨®n. All¨ª est¨¢ desplazado para ayudar estos d¨ªas Moncho Ferrer, hijo de Vicente Ferrer, creador de la fundaci¨®n que lleva su nombre. 'Todo esto me recuerda a Anantapur', describe. Paisaje des¨¦rtico y futuro improbable. En el distrito de Anantapur, en el Estado indio de Andhra Pradesh, la fundaci¨®n Vicente Ferrer (bcncentral@fundacionvicenteferrer.org) puso en marcha hace 10 a?os un proyecto hidrogr¨¢fico que marc¨® un antes y un despu¨¦s en el devenir de un peque?o pueblo de 1.000 habitantes llamado Kadbiride Varapalli. 'Viene gente de toda India a verlo', asegura Moncho orgulloso.
La sequ¨ªa persistente hab¨ªa acabado por secar el ya exiguo suministro de agua de sus pozos. 'Lo que hicimos fue un programa de recogida del agua de lluvia. Se construyeron 10 embalses en los campos que sirven tanto para alimentar los pozos como para dar de comer al ganado y regar los cultivos'. En cinco a?os, los pobladores han podido plantar, adem¨¢s de su tradicional cacahuete, m¨¢s de 10.000 ¨¢rboles de mango y tamarindos. 'El resultado es que tienen agua, sus b¨²falos pueden beber, con lo cual tambi¨¦n tienen leche; la gente puede comer y vender m¨¢s productos en el mercado. Y adem¨¢s ya no tienen que emigrar. Cuando hay agua hay trabajo', recalca Moncho Ferrer. Este proyecto cost¨®, durante cinco a?os, unos 40.000 d¨®lares (algo m¨¢s de siete millones de pesetas). Otros 100 pueblos indios se est¨¢n beneficiando de programas similares.
Donde hay agua hay trabajo, y donde hay agua tambi¨¦n hay m¨¢s salud. Los organismos internacionales calculan que cada d¨ªa se producen 25.000 muertes por el uso del agua en malas condiciones. De hecho, recuerda Acci¨®n contra el Hambre, en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, el 80% de las enfermedades est¨¢n ligadas al agua. Entre ellas, las diarreas, las hepatitis, la disenter¨ªa o el tifus. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) subraya que la calidad del agua tambi¨¦n incide directamente en la anemia infantil y la malnutrici¨®n.
En contraste, el mundo desarrollado s¨®lo tiene que abrir un grifo, en su propio domicilio, para tener agua, y en cantidad. Incluso se puede desperdiciar. Los ¨²ltimos datos de este mismo mes revelan que el 19,4% del agua disponible en Espa?a se pierde por la red de distribuci¨®n.
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