Men¨² a la carta para plantas
Un joven empresario asesora a m¨¢s de 1.000 agricultores en Europa
Se acab¨® aquello de mirar al cielo a ver si llueve, de repartir el abono a boleo por los campos, de regar abriendo la trampilla de la acequia dejando que el agua corra a su antojo por los surcos, hasta anegarlos. Hoy, las plantas comen y beben s¨®lo lo que necesitan. De este modo se garantiza el ahorro en los costos y mayor rentabilidad. Adem¨¢s, se evita la contaminaci¨®n del subsuelo, se reduce el consumo de energ¨ªa y de agua y se contribuye a conservar el medio ambiente.
Estanislao Mart¨ªnez, un joven estudioso e inquieto, hijo de una familia de agricultores de Villaverde del R¨ªo (Sevilla) pens¨® al acabar la carrera de qu¨ªmico agr¨ªcola -ten¨ªa entonces 24 a?os y de esto hace diez- que la tradici¨®n, en agricultura, no sirve de mucho si no va acompa?ada de conocimientos cient¨ªficos. 'Los tiempos cambian tanto que ya nadie que sepa un m¨ªnimo de agricultura ignora que con agua y un clima adecuado puede producirse lo que se quisiera. La tierra no cuenta tanto', se?ala este joven emprendedor.
'Nadie ignora hoy que con agua y buen clima puede producirse lo que se quiera. La tierra no cuenta tanto'
As¨ª que se puso manos a la obra. En un rinc¨®n de su casa, en apenas cuatro metros cuadrados, mont¨® su laboratorio agroqu¨ªmico. El objetivo era averiguar qu¨¦ demanda un naranjo, un olivo, un frutal, en general, cada a?o, durante su ciclo activo. Todo para conseguir la mejor producci¨®n al menor coste.
El primer a?o, en 1991, factur¨® 80.000 pesetas. Y cuando ya estaba a punto de abandonar, conoci¨® a un t¨¦cnico de una multinacional que buscaba a alguien que le analizase el suelo de las propiedades de la empresa. 'Cuando le mostr¨¦ el laboratorio no le gust¨® mucho, la verdad. Pero en la misma calle hab¨ªa un mes¨®n que daba un jam¨®n de pata negra exquisito... ?Eso s¨ª le convenci¨®! Y me encarg¨® los an¨¢lisis', recuerda ahora.
A partir de ese momento fue todo m¨¢s f¨¢cil. Hoy, diez a?os despu¨¦s, Agriqem (as¨ª ha denominado Mart¨ªnez a su empresa), tiene 22 empleados, entre los que abundan los qu¨ªmicos y los agr¨®nomos; asesora a m¨¢s de 1.000 empresas de Espa?a y Europa, y factura 160 millones de pesetas al a?o. En una finca pr¨®xima a Sevilla tiene 60 hect¨¢reas dedicadas al cultivo experimental de c¨ªtricos y en el centro, desde donde se domina gran parte de la vega del Guadalquivir, ha construido su sede y un laboratorio agroqu¨ªmico y medioambiental, equipado al mismo nivel que los mejores de Europa.
Para que a los clientes le resulten rentables los an¨¢lisis que hace Agriquem, la propiedad m¨ªnima debe tener cinco hect¨¢reas. Y un cierto nivel de tecnificaci¨®n en sus instalaciones. 'Sobre todo en su sistema de riego, que debe ser por goteo y estar controlado por ordenador', explica Mart¨ªnez. Los agr¨®nomos de Agruiquem se desplazan a la propiedad del cliente y catan, mediante una sonda (que es patente propia de la empresa), la composici¨®n del terreno. Mediante un sistema de vac¨ªo, la sonda extrae 'los jugos de la tierra' desde una profundidad de 20, 40 y 60 cent¨ªmetros. Las muestras son analizadas en el laboratorio y con los resultados en la mano, el mismo t¨¦cnico se desplaza a explicarle al cliente qu¨¦ necesitan sus ¨¢rboles para que sean m¨¢s rentables.
Ha habido explotaciones agr¨ªcolas en las que, tras los an¨¢lisis y la aplicaci¨®n de las medidas correctoras oportunas, se ha conseguido incrementar la producci¨®n hasta en un 40%, adem¨¢s de mejorar la calidad de la misma. '?Y cuidamos el medio ambiente! Con nuestro sistema reducimos, pr¨¢cticamente a cero, los contaminantes del suelo ya que, si la planta no absorbe alg¨²n mineral, reducimos la dosis de la soluci¨®n fertilizante que le a?adimos al agua que riega la plantaci¨®n', aclara el propietario de Agriquem.
Los controles abarcan el ciclo completo de producci¨®n y se repiten cada mes. De este modo los agr¨®nomos saben en todo momento como va evolucionando la alimentaci¨®n de la planta y cu¨¢les son sus necesidades. El precio por an¨¢lisis est¨¢ en torno a las 20.000 pesetas, aunque puede que resulte barato si sirve para ganar m¨¢s dinero. 'De hecho', dice Mart¨ªnez, 'para el primer contrato siempre nos cuesta convencer al due?o, pero para el segundo es el director financiero quien lo pide'.
La anal¨ªtica siempre es global. Adem¨¢s de las muestras de tierra se analiza la soluci¨®n de fertilizantes y las hojas. Tambi¨¦n se tienen en cuenta otras variables como la temperatura, la humedad, el viento y cualquier circunstancia climatol¨®gica. Todo para que la fruta sea la mejor, se cr¨ªe en un medio sano, y al menor coste.
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