El Mallorca vence tambi¨¦n al Madrid
Merecida victoria del equipo de Luis Aragon¨¦s en Son Moix ante un l¨ªder mediocre
A partir de un Nadal exuberante, el Mallorca construy¨® un triunfo trabajado y merecido. El Madrid s¨®lo se pareci¨® t¨ªmidamente a s¨ª mismo durante media hora, cuando Figo y Ra¨²l probaron la variedad defensiva de Nadal y la agilidad del meta argentino Leo Franco, ambos en estado de gracia. Pero ah¨ª qued¨® todo. Arranc¨® por el extremo izquierdo Soler a los 40 minutos, sirvi¨® en bandeja el gol local y se difumin¨® el cuadro de Del Bosque, que ya no levant¨® cabeza. Otra muesca en la impresionante trayectoria de Luis Aragon¨¦s, que le hizo hincar la rodilla otra vez al grande.
El partido de ayer arranc¨® el viernes. Al terminar el entrenamiento del Mallorca, un jugador espigado y rubio, de pelo largo, segu¨ªa corriendo. No se trataba de un chaval precisamente, sino de Miquel Soler, de 36 a?os, un aventurero de mil batallas. Y la hace para prolongar d¨ªa a d¨ªa su dilatada carrera. Y para disfrutar de momentos como los de ayer. Se acababa la primera parte, el Mallorca corr¨ªa detr¨¢s del bal¨®n, el Madrid mandaba con autoridad, pero... Este tipo de futbolista posee una fe inquebrantable. Rob¨® el bal¨®n en el centro del campo, se lo dio a Ibagaza y se lanz¨® sin pensarlo en una carrera enloquecida hacia el c¨®rner izquierdo; in¨²til despliegue, se pens¨®, pues Figo, al darse cuenta, lo persigui¨® con determinaci¨®n hasta la misma esquina; sin embargo, Ibagaza envi¨® donde deb¨ªa la pelota, Soler lleg¨® al fondo, y ante la presencia del desfondado Figo, la centr¨® de rosca, al segundo palo.
Del resto ya se encargar¨ªa la pareja de j¨®venes delanteros m¨¢s descarados de la Liga, los mismos que han llevado al Mallorca a ser el ¨²nico que aguanta el tir¨®n de los cuatro grandes: Luque y Eto'o, claro. Cabece¨® cruzado el primero en busca de su amigo, Eto'o luch¨® por la pelota con Casillas y de la refriega el bal¨®n acab¨® en la red, sin nadie que lo tocara. Luque apenas se entren¨® durante la semana, aquejado de una dolencia en el nervio ci¨¢tico, pero Aragon¨¦s insisti¨® en que jugara. '?A m¨ª, a su edad, no me dol¨ªa ni el coraz¨®n!', le rega?¨® el viernes Luis. Y Luque, sin estar a su altura debido a la dolencia, le devolvi¨® la confianza al t¨¦cnico. El Mallorca se desenvolvi¨® como un solo cuerpo en el que ¨²nicamente desenton¨® Finidi, que actu¨® con desinter¨¦s desesperante.
Hasta el gol local, el Madrid se movi¨® con frescura hasta cierto punto. El que marc¨® Nadal, plet¨®rico en el centro de la defensa. Justificaba con creces la convocatoria de Camacho. A sus 34 a?os, el zaguero record¨® en su autoridad al defensa central que un d¨ªa fue.
Tras un arranque vibrante, el choque se aplatan¨®. El Madrid expuso una superioridad anodina, m¨¢s horizontal que vertical. Pero el oficio de la vieja guardia mallorquina (Soler, Engonga, Olaizola y Nadal) impidi¨® que se plasmara el dominio madridista.
El Madrid sali¨® tocado an¨ªmicamente tras el descanso: tanto atraco de bal¨®n no le hab¨ªa servido para nada. Nadal barr¨ªa con facilidad lo que ca¨ªa por el ¨¢rea, que cada vez era menos. Especialmente porque con los cambios de uno y otro equipo sali¨® ganando el Mallorca. Retirado Luque, Luis mand¨® a Ibagaza al eje y ah¨ª se vio todav¨ªa con m¨¢s claridad de qu¨¦ futbolista estamos hablando: de uno excelente. A ello se uni¨® la nueva incorporaci¨®n al mediocampo, Novo, un chico de 22 a?os con un uno contra uno extraordinario. Que se lo pregunten si no a Roberto Carlos, que le vio el dorsal m¨¢s de lo que habr¨ªa deseado.
Luis Aragon¨¦s ten¨ªa el encuentro donde m¨¢s le gusta y entonces se mostr¨® en estado puro. Primero se encar¨® con su p¨²blico, al que recrimin¨® con un corte de mangas los silbidos que le hab¨ªa dedicado por cambiar al exhausto Luque; y despu¨¦s le replic¨® a Hierro cuando ¨¦ste se acerc¨® al banquillo a tirar una falta y le coment¨® algo.
Visto que se le iba el encuentro, Del Bosque tom¨® medidas dr¨¢sticas. Dio paso de una tacada a Savio, Munitis y Guti, pero los tres resultaron pan comido para los motivad¨ªsimos jugadores del Mallorca, que se sab¨ªan protegidos, por si fuera preciso, por el avispado Leo Franco.
Al final, el Madrid fue poca cosa y tan s¨®lo le acerc¨® al empate el coraje de Figo, que resucit¨® eventualmente a su equipo en una jugada espectacular. Le arrebat¨® el cuero a Paco Soler en la zona defensiva del Madrid, lo entreg¨®, se recorri¨® todo el campo y lleg¨® a la otra porter¨ªa para rematar dentro del ¨¢rea peque?a un centro desde la izquierda de Roberto Carlos. Leo Franco, sin embargo, estuvo atento.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.