Un tr¨¢mite hacia el Mundial

Salvo que Liechtenstein sea aquel Chipre que termin¨® con la era Clemente, poco se puede esperar del partido de esta noche (21.30 horas, TVE-1), un tr¨¢mite administrativo en el camino hacia el Mundial. El encuentro vuelve a poner de manifiesto la incongruencia entre las quejas de los clubes por el calendario y la ficci¨®n que se vive en el f¨²tbol, en el que partidos de este pelo obligan a parar un campeonato. En una organizaci¨®n como la FIFA, en la que el voto de Liechtenstein o San Marino vale tanto como el de Brasil, la atomizaci¨®n del mapa futbol¨ªstico tiene un valor estrictamente pol¨ªtico. Y el problema no tiene trazas de arreglarse, sino todo lo contrario: cada vez aparecen m¨¢s peque?as rep¨²blicas perdidas que se integran en la FIFA y convierten cada fase de clasificaci¨®n en un cansado y aburrido ejercicio para las potencias de siempre.

Lo raro es que M¨®naco no tenga selecci¨®n. Tiene m¨¢s habitantes que Liechtenstein y un estadio mejor. Y un gusto por la opereta que cuadra con la pompa que pretende la FIFA. Mientras tanto, los jugadores de Liechtenstein acuden a Alicante con m¨¢s inter¨¦s por broncearse que por oponerse a Espa?a. No se puede esperar otra cosa del equipo de un pa¨ªs de 30.000 habitantes y con s¨®lo dos futbolistas profesionales. Aunque sus derrotas frente a Israel y Austria han sido cortas, nadie espera hoy otra cosa que la goleada. La selecci¨®n espa?ola, que vive un periodo depresivo, no puede permitirse un mal partido y un resultado poco convincente.

El encuentro, con todo lo oficial que se quiera, sirve como entrem¨¦s para el duelo con Francia del pr¨®ximo mi¨¦rcoles en Valencia. Ayer se escucharon algunas voces prudentes, pero no cre¨ªbles. Camacho dijo que no conviene confiarse y hasta puso el ejemplo del Guadix frente al Valencia en la Copa del Rey. En la misma l¨ªnea se expresaron varios jugadores, pero no resultaban convincentes. El partido se juega porque no hay m¨¢s remedio, pero todo indica que ser¨¢ un entrenamiento con muchos goles.

De Liechtenstein nadie sabe nada. Es un equipo desconocido que parece llegado de Marte. Lo m¨¢s probable es que sean jugadores de corte alem¨¢n, con una buena carrocer¨ªa y dispuestos a chocar. En su trayectoria s¨®lo se les conoce una victoria: frente a Azerbaiy¨¢n por 2-1. No es la mejor tarjeta de presentaci¨®n ante Espa?a, que viene de una derrota contundente ante Inglaterra y est¨¢ en la obligaci¨®n de redimirse.

En cuarentena

Los aficionados han puesto en cuarentena a la selecci¨®n. Tras el mal papel en la Eurocopa, las derrotas con Alemania (4-1) e Inglaterra (3-0) abundan en la idea de que Espa?a atraviesa una crisis. Los motivos no se saben. Corren tesis de todos los colores y alguna de ellas pone en duda a Camacho, que ya no parece el l¨ªder de un equipo entusiasmado. Su primer a?o tuvo el m¨¦rito de conciliar todas las voluntades que hab¨ªan terminado enfrentadas durante los seis de Clemente como seleccionador. Hubo buen f¨²tbol a trav¨¦s de una especie de liberaci¨®n de los jugadores, muchos de los cuales no estaban unidos al t¨¦cnico anterior. Pero en los ¨²ltimos meses se ha producido un reflujo. Los resultados han sido mediocres y el juego ha decepcionado. En estas condiciones, le toca a la selecci¨®n tirar de los aficionados. Por lo visto, no ser¨¢ f¨¢cil. Frente a Inglaterra -un partido muy colocado en el calendario: tres d¨ªas despu¨¦s se jug¨® el Madrid-Bar?a- se vieron signos muy preocupantes de aburguesamiento, por no hablar de dejadez. Camacho se refiri¨® ¨²nicamente a los viejos problemas del equipo para detener a los rivales con faltas t¨¢cticas o para imponerse por alto en los saques de esquina. Sin embargo, no dio la sensaci¨®n de tratarse de simples detalles mal cuidados. Al equipo le falt¨® vibraci¨®n, que era lo que hab¨ªa distinguido a Espa?a en el curso anterior a la Eurocopa.

No ser¨¢ el partido con Liech-tenstein el que aclare las dudas sobre el estado de la selecci¨®n y el liderazgo de Camacho. El encuentro ya tiene ganador, a menos que la crisis sea mayor de lo esperado y Espa?a convierta a Liechtenstein en Chipre, en el equipo que sirve de excusa para poner a todo el mundo de frente a una p¨¦sima realidad. Por ahora, las se?ales que emite la selecci¨®n no son buenas, pero -contra lo que suced¨ªa en la ¨²ltima etapa de Clemente- todav¨ªa hay un cierto margen de cr¨¦dito con este equipo.

Espa?a: Iker Casillas; Manuel Pablo, Hierro, Nadal, Romero; Mendieta, Guardiola, Iv¨¢n Helguera, Munitis; Ra¨²l y Javi Moreno.

Liechtenstein: Jehle; Ospelt, Zech, Ritter, Daniel Hasler, Gigon; Beck, Martin Stocklasa, Michael Stocklasa, Telser; y Mario Frick.