Cuentos de quesos y peces
La idea de que un trozo de queso ha ayudado a salvar 'carreras, matrimonios e incluso vidas' es ya un ¨¦xito editorial en todo el mundo con 4,5 millones de ejemplares vendidos en EE UU, m¨¢s de 200.000 en Espa?a. La misma editorial, Urano, que hace m¨¢s de un a?o puso a la venta ?Qui¨¦n se ha llevado mi queso?, un fil¨®n que ha dado vida a una nueva filial, Empresa XXI, lo intenta ahora con Fish! (?Pescado!), otra f¨¢bula de origen estadounidense aplicada a la empresa. Ambos desgranan una f¨®rmula muy simple: mezclar lo mejor de los libros de autoayuda -f¨¢ciles de entender, con grandes frases para repetirse a uno mismo, en voz alta a ser posible- con temas puramente empresariales.
?Qui¨¦n se ha llevado mi queso? intenta desentra?ar las actitudes ante el cambio a trav¨¦s de las historias de dos ratones y dos 'personitas'; Fish! hace lo propio con la falta de motivaci¨®n de un departamento empresarial a trav¨¦s de una exc¨¦ntrica pescader¨ªa de Seattle. Y ambos resumen en grandes lemas, del tipo 'cuando dejas atr¨¢s el miedo te sientes libre', las ideas que consideran fundamentales en sus teor¨ªas, aquellas que debe retener el lector. Los mensajes, un tanto obvios, se unen a un lenguaje cercano al de los relatos infantiles menos elaborados. Pero deja un poso amargo porque iguala al lector -empleado o jefe- con personas incapaces de darse cuenta por s¨ª mismas de lo f¨¢cil que es la vida.
?Qui¨¦n se ha llevado mi queso? y Fish
?Qui¨¦n se ha llevado mi queso? Spencer Johnson Ediciones Urano. Fish!. Spencer C. Lundin, Harry Paul y John Christensen.Ediciones Urano.
?Qui¨¦n se ha llevado mi queso? esconde un mensaje muy americano: los cambios no son buenos ni malos, pero s¨ª inevitables y, como tales, hay que reaccionar, adaptarse a ellos. Cuando el queso que da sentido a la vida de los cuatro personajes desaparece, ¨¦stos responden de forma muy distinta: los ratones se ponen a buscar, autom¨¢ticamente, un nuevo queso; a las 'personitas' les cuesta m¨¢s decidir -al fin y al cabo, piensan- y mientras uno, atenazado por el miedo, es incapaz de reaccionar, el otro, tras un tiempo de zozobra, decide salir y, al final, encuentra lo que persigue, un trozo de queso que el lector debe sustituir por aquello que le hace feliz (trabajo, amor, salud). La teor¨ªa es que este sencillo cuento sirve para transmitir una idea muy clara de la sociedad que vivimos, sometida a continuos y cada vez m¨¢s acelerados cambios.
En esta elaborada teor¨ªa los l¨ªderes son aquellos capaces de anticiparse a los cambios. Tal vez lo mejor de ella es su simplicidad, pero tambi¨¦n tiene su lado perverso: un conformismo que roza la estupidez. Valga si no un ejemplo extra¨ªdo de sus p¨¢ginas: uno de los personajes del cuento asegura que la historia del queso le ayud¨® mucho cuando su empresa tuvo que 'prescindir de muchos empleados'. Incluso a los despedidos, pensar en el queso les permiti¨® 'ver las cosas de otra forma'. Esta forma de pensar -es cada persona quien debe reaccionar y, por supuesto, no hay nada que reclamar a las empresas- puede resultar muy cercano al modelo de relaciones laborales estadounidense, pero queda lejos de Europa.
Sin embargo, el volumen tambi¨¦n arrasa en parte de Europa. O m¨¢s bien entre sus empresas, que han decidido incluirlo en las cestas de Navidad, repartirlo entre sus empleados junto a la n¨®mina o encargar una edici¨®n personalizada, como han hecho algunas, seg¨²n fuentes de la editorial. ?Qui¨¦n se ha llevado mi queso? roza ya las 20 ediciones y Fish! lleva el mismo camino. Cuando a¨²n no se ha presentado de forma oficial en Espa?a, ya est¨¢ entre los m¨¢s vendidos, seg¨²n sus editores.
Tal vez el ¨¦xito de ambos est¨¦ en un gran fracaso, el que supone que la mayor parte de los trabajadores del mundo no quieren desperdiciar mucho tiempo leyendo. De hecho, ?Qui¨¦n se ha llevado mi queso? no llega a las 100 p¨¢ginas, de letra casi infantil, en su edici¨®n en castellano -tambi¨¦n se puede encontrar en catal¨¢n- y Fish! apenas las sobrepasa.
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