El Tau gana a tiempo
Bennett impulsa al equipo espa?ol ante el AEK en un partido de infarto
Un final de infarto como corresponde a un partido corajudo. No era para menos. Est¨¢ claro que AEK y Tau juegan al l¨ªmite del abismo y de las fuerzas, y el agonismo es su destino. Primero fue la bocina, ayer la tensi¨®n m¨¢xima. Entre medio, m¨¢s baloncesto, pero id¨¦ntica adrenalina. Cuatro segundos de tensi¨®n conBenett en los tiros libres. Acierta. Un segundo de tensi¨®n. Kutluay se juega un triple. Falla. El signo del partido hasta el ¨²ltimo aliento y el Tau que se lleva la victoria que el reloj (o sobre todo un ¨¢rbitro apellidado Radic) le neg¨® de momento en el primer encuentro. Ahora falta saber aquel desenlace para conocer si tiene la eliminatoria en sus manos o si la ha igualado.
AEK 67|ATENAS 70
AEK Atenas: Stefanov (11), Kutluay (22), Kikilias (-), Dikoudis (8), Betts (6) -equipo inicial-, Hammink (-), Hatzis (2), Kakiuzis (11), Muursepp (7) y Panteliadis (-). Tau Vitoria: Bennett (23), Foirest (5), Timinskas (7), Alexander (14), Oberto (8) -equipo inicial-, Stombergas (1), Scola (8) y Corchiani (4). ?rbitros: Dekeyser (B¨¦gica), Warnick (Israel) y Jones (Gales). Eliminaron a Scola (m. 40) y Kikilias (m. 40). 10.000 espectadores en el pabell¨®n OAKA.
El partido propon¨ªa, de antemano, un asunto para la psicolog¨ªa deportiva. La injusticia del primer encuentro, ?qu¨¦ supon¨ªa para el Tau? ?Un acicate o un ejemplo de man¨ªa persecutoria? Y para el AEK, ?el relajo del prepotente o el temor del indolente ante la ley de la compensaci¨®n? ?Pero c¨®mo conseguirlo? El Tau aplic¨® la receta cl¨¢sica: un parcial de 0-8 que acall¨® los tambores de guerra y sembr¨® de dudas al equipo de Ivkovic. A partir de ah¨ª, a jugar como si no hubiera pasado nada. El Tau cambi¨® la defensa a Kutluay, ahora encargada a Timinskas que le amarg¨® la vida. El turco s¨®lo resurgi¨® cuando se enfrent¨® a Stombergas, el jugador m¨¢s ausente e infeliz del Tau. Al descanso, Kutluay se retir¨® con 18 puntos, dos menos que la vez anterior, pero m¨¢s confuso y algo dolorido. A cambio, su labor fue m¨¢s pr¨®diga y larga que entonces.
El partido era previsible porque previsibles son los dos equipos y lo van a seguir siendo mientras perdure la eliminatoria. Todos defienden y uno de cada equipo anota. En el AEK, Kutluay; en el Tau hay rotaciones. Ayer le toc¨® al turno a Bennett, que se adue?¨® del partido, le impuso su ritmo y lo manej¨® a su gusto. La colaboraci¨®n de Timinskas fue fundamental para reforzar la defensa y agilizar el ataque. El resto, se faj¨® al gusto Ivanovic en el juego interior. El intercambio de papeles fue calcado. Ayer era el Tau quien manejaba el pulso del partido y el AEK quien sobreviv¨ªa en busca de la canasta final. Duelo de defensas, duelo de tiradores, es decir mano a mano Benett-Kutluay. Al final, ambos protagonistas con los focos en la cara. Uno acert¨®, el otro fall¨®. Y el Tau resolvi¨® el problema psicol¨®gico de un plumazo. Antes que el juez ¨²nico.
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