La crisis de las empresas de Internet deja un rastro de ca¨ªdos en Espa?a
Los afectados por cierres lamentan que no se valore la experiencia que da el fracaso
Mario Guti¨¦rrez est¨¢ actualmente en el paro. Trabaj¨® desde junio de 1999 hasta diciembre de 2000 en la delegaci¨®n espa?ola del portal Yupi.com. Era el director comercial. 'En 1999, el ambiente era euf¨®rico. La compa?¨ªa se plante¨® salir al Nasdaq, pero al final se arrug¨®', explica. En diciembre, Yupi cerr¨® sus delegaciones. 'Los despidos fueron pac¨ªficos, pagaron lo que deb¨ªan porque eran conscientes de que el cierre era debido a un fallo de gesti¨®n'. Guti¨¦rrez, ahora, no renuncia a una nueva experiencia en las puntocom. 'Estoy dispuesto a repetir sin el furor de antes. Intentar¨¦ saber qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s, que no sea cualquier empresita'. Mar¨ªa Pilar, otra ex trabajadora de Yupi, est¨¢ de acuerdo. 'Me encanta el medio, y no renuncio a ¨¦l, pero mirar¨ªa la viabilidad econ¨®mica de la empresa y la gesti¨®n'.
Esta cierta sensaci¨®n de caos e inseguridad laboral a la hora de trabajar en una puntocom es com¨²n, pero era tambi¨¦n, en cierto modo, lo que atra¨ªa a muchos de estos espa?oles hacia la aventura de Internet. Lola Garc¨ªa trabaj¨® 10 a?os en un laboratorio antes de saltar a la Red, y ha pasado por cuatro proyectos relacionados con Internet en tres a?os -Lycos, Vitaminic, Smarterwork y, ahora, Item4you-. 'Volver¨ªa a hacerlo de nuevo', comenta. De hecho, ella y los seis empleados que pusieron en marcha la web de empleo Smarterwork, ya cerrada, trabajan ahora en otros proyectos de Internet. 'El ambiente es m¨¢s divertido, siempre est¨¢s aprendiendo y hay menos burocracia', explica, 'pero s¨ª tendr¨ªa m¨¢s cuidado. Elegir¨ªa un proyecto que no busque unas bonitas oficinas antes que un cliente'. Seg¨²n un estudio de la cazatalentos Nicholson International Espa?a, el 90% de las personas que abandonan las puntocom lo hace por la falta de una organizaci¨®n correcta.
La postura de los gestores
Tambi¨¦n es duro para los jefes. Hern¨¢n Rodr¨ªguez es el CEO de la divisi¨®n espa?ola de la consultora 100world. Hace seis meses, en las oficinas espa?olas eran 42 personas y ahora son 30. Los despidos no son un anuncio de cierre, sino que se han hecho para evitar una crisis; la firma tiene la financiaci¨®n asegurada, explica el directivo. 'Se planific¨® nuestro potencial humano en funci¨®n de unas expectativas de mercado que han cambiado y hemos tenido que ajustarnos a este nuevo horizonte'. Un dato sintom¨¢tico de c¨®mo se contempla que una empresa despida personal es que hace a?os se ocultaba; ahora, se comunica. 'Lamentablemente, en determinadas circunstancias, es una buena se?al para los inversores de la firma'.
Santiago Medina fund¨® con otro socio Asesorespersonales.com en 1998. 'Lo m¨¢s atractivo era la posibilidad de crear un negocio potente con pocos recursos'. Eran tiempos en los que ca¨ªa una avalancha de dinero sobre las puntocom y todos pensaban que pod¨ªan construir algo grande, y que alguien vendr¨ªa a comprarlo. 'El final de este clima fue el verano pasado', comenta Medina, que, tras cerrar Asesores, se incorpor¨® a Ibersecurities. En su empresa trabajaban los dos socios y seis personas. 'Creo que sigue habiendo oportunidades, aunque en un entorno m¨¢s duro'. Medina cree que en Espa?a, a diferencia de Estados Unidos, no se valora el aprendizaje que supone un fracaso. 'El fracaso es experiencia, yo lo valoro porque lo he vivido, y a largo plazo se apreciar¨¢'. Alrededor de los cierres de las puntocom pululan carro?eros. Medina abandon¨® el dominio Asesorespersonales.com y ahora, si se pincha esta direcci¨®n, se despliega un sitio pornogr¨¢fico que abre ventanas incerrables. Lo compr¨® un norteamericano y no se sabe si es un ciberokupa o alguien que quiere aprovechar el tr¨¢fico de una direcci¨®n que a¨²n vive en los buscadores.
Hay quien se aventur¨® al exterior. Algunos espa?oles se embarcaron en la aventura puntocom y su empresa los envi¨® a Estados Unidos. Ahora se han quedado sin aquel maravilloso trabajo. Uno de ellos rechaz¨® explicar su aventura a este diario por temor a que sus parientes en Espa?a supieran de verdad c¨®mo le van las cosas.
Son cientos de personas entre los fugados y despedidos. La lista incluye a grandes de puntocom de este pa¨ªs: Teknoland (quedan 110 personas de las 300 que llegaron a ser), Netjuice (despidi¨® a 33), Ecuality (en suspensi¨®n de pagos, lleg¨® a tener 250 empleados). 'El problema es que la viabilidad de tu empresa depende del Nasdaq o de que a Jeff Bezos [fundador de Amazon] le d¨¦ un d¨ªa por vender acciones', a?ade Mar¨ªa Pilar.
Alfons Cornella, de Infonomia, experto en la econom¨ªa digital, considera que la crisis se ceba en las empresas de nuevo cu?o que crecieron desmesuradamente, a la espera de unos ingresos publicitarios que flaquean y de una salida a Bolsa que no se produce. 'Las empresas peque?as, con un producto singular, manejan mejor el ciclo de subida y bajada. En Estados Unidos ya se habla de las minidot'.
Tambi¨¦n Eudald Dom¨¨nech, pionero espa?ol de Internet, cree en el futuro. Es consejero delegado de Techfondries, una 'metacompa?¨ªa' (asociaci¨®n de varias empresas) que se presentar¨¢ dentro de unas semanas y que no ha acudido a los capitalistas de riesgo. 'El problema ha sido que la nueva econom¨ªa especulativa ha contaminado a la productiva. Los que abr¨ªan un negocio para ser comidos, los que invert¨ªan como en un casino -en febrero de 2000, el 30% de las acciones de Amazon cambiaban de manos tres veces en una semana-. ?sos han perjudicado la fiabilidad de un sector con futuro'.
El fin del trabajo para toda la vida
Las personas que se han quedado sin empleo tras la ca¨ªda de las puntocom no tardan en encontrarlo porque, contra lo que algunos de ellos creen, tienen una experiencia de valor incalculable: el fracaso. As¨ª piensan muchos jefes de personal, cazatalentos y expertos del mercado laboral. 'Hoy en d¨ªa se valora el error', dice Mar¨ªa Benjumea, directora del C¨ªrculo de Progreso. 'Una persona que ha puesto en marcha o ha formado parte de un proyecto que no ha triunfado ha aprendido algo muy importante: lo que no hay que hacer'. 'Los directivos que vuelven al mundo real se est¨¢n reintegrando sin problemas porque est¨¢n muy bien preparados, y han vivido mucho', coincide Antonio N¨²?ez, socio director del cazatalentos AZ B¨²squeda de Directivos (TMP Worldwide). 'Como evaluador, puedo asegurar que el error es una experiencia positiva'. Noelia, en cambio, no quiere dar su apellido. Ha tenido tres trabajos en puntocom en un a?o y medio, y aunque su experiencia puede ser valiosa para un cazatalentos, no lo ha sido para ella. 'A nivel personal, sientes cierta sensaci¨®n de fracaso, no tienes tiempo de terminar tus proyectos, te preguntas qu¨¦ ha pasado, si es que has elegido mal o no lo haces bien'. Y es que las puntocom han impuesto una nueva forma de trabajar, han creado un nuevo perfil de empleado y directivo, y empiezan a demostrar que el trabajo para toda la vida est¨¢ al borde de la extinci¨®n. 'Los negocios y las compa?¨ªas evolucionan ahora con mucha rapidez, y momentos distintos precisan gente distinta', dice Garc¨ªa. Esto no tiene por qu¨¦ significar mayor inseguridad laboral, sino 'm¨¢s posibilidades', dice Benjumea, para quien sepa moverse, y m¨¢s problemas para las empresas que no sepan retener a sus trabajadores. El 60% de las personas que buscan empleo a trav¨¦s del portal Infoempleo est¨¢n en activo. As¨ª como cambia la econom¨ªa y las organizaciones empresariales, tambi¨¦n lo hacen, por tanto, los trabajadores. El empleado de la nueva econom¨ªa est¨¢ bien cualificado y en continua formaci¨®n, sabe idiomas y es capaz de asumir fuertes responsabilidades aunque sea joven.
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