Maragall advierte de que presentar¨¢ en oto?o la moci¨®n de censura a Pujol

Para definir la permanente crisis del Gobierno de Pujol, Maragall record¨® que desde octubre de 1999 han salido de ¨¦l tres de los consejeros con m¨¢s peso pol¨ªtico: Xavier Trias, Joaquim Triad¨² y Josep Antoni Duran Lleida; han cambiado de cartera otros dos, Artur Mas y N¨²ria de Gispert, y han entrado Andreu Mas-Colell, Francesc Homs y Josep Delf¨ª Gu¨¤rdia. Y hay anunciado un noveno cambio, para lanzar un candidato a la alcald¨ªa de Barcelona.

Este ajetreo es el fondo sobre el que Pujol ha ensayado, record¨® el dirigente del PSC, varias f¨®rmulas para encauzar el futuro de CiU, ante su inevitable retirada. Primero Pujol intent¨® 'la bicefalia sucesoria', con Artur Mas y Duran Lleida en pie de igualdad en el Gobierno catal¨¢n. Despu¨¦s traz¨® una ¨²nica l¨ªnea de sucesi¨®n, con Mas como futuro candidato a la presidencia de la Generalitat. Y ahora, finalmente, prueba con una 'tricefalia' con Pujol como presidente de la federaci¨®n CiU, Mas como sucesor y Duran como 'eventual sucesor del sucesor si, como es de esperar, el sucesor fracasa' en las elecciones.

Lo peor de todo esto es que sucede mientras Catalu?a 'pierde trenes', uno tras otro. El Gobierno de CiU no hace lo que debiera para que Catalu?a tenga una entrategia econ¨®mica con la que hacer frente a una situaci¨®n en la que se configuran 'grandes grupos econ¨®micos' a escala espa?ola y en la que se deciden una tras otras opciones estrat¨¦gicas mientras Pujol est¨¢ encadenado al PP. No acierta, asegur¨®, 'ni en materia de agua, ni sobre el tren de alta velocidad, ni sobre el aeropuerto, ni sobre el metro y la Fira de Barcelona, ni sobre las grandes superficies comerciales o los peajes de las autopistas'.

Maragall estaba convencido desde hace tiempo de que Pujol no ser¨ªa su pr¨®ximo rival electoral. Incluso se lo dijo al presidente en un debate en el Parlament hace unos meses. Ayer interpret¨® el anuncio oficial lanzado el s¨¢bado por el propio Pujol como la 'escenificaci¨®n de una comedia pol¨ªtica con final feliz en forma de tricefalia'. ?C¨®mo pod¨ªa presentarse de nuevo una persona que ya obtuvo menos votos que su contrincante en las ¨²ltimas elecciones?, pregunt¨®. Y que luego, con la mayor¨ªa absoluta del PP, perdi¨® toda influencia en Madrid, que era un elemento esencial de su estrategia pol¨ªtica.

Ante este panorama, se est¨¢n confirmando en opini¨®n de Maragall las evidencias de 'ineficacia' del Gobierno de Pujol y todo lleva, dijo, a adelantar al pr¨®ximo oto?o la moci¨®n de censura que preparaba para principios del 2002. La moci¨®n no podr¨¢ prosperar, porque no hay duda de que el PP seguir¨¢ sosteniendo a Pujol, como ya ayer garantiz¨® su presidente regional, Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz. Lo hizo a pesar de que, seg¨²n ¨¦l, CiU ha entrado en una 'espiral autodestructiva'.

Pero Maragall cree que en estas circunstancias debe quedar claro que Catalu?a cuenta con una alternativa de gobierno preparada y solvente. 'No es hora ya', dijo, 'de volver a pedir que Pujol presente la moci¨®n de confianza que en buen manual parlamentario correspond¨ªa plantear despu¨¦s de cambios tan importantes en su Gobierno y de haber creado incluso una figura equivalente a la de primer ministro. Todo esto ha sido superado, seg¨²n Maragall, por la continua ineficacia del Gobierno, dedicado a la crisis de una coalici¨®n de la que destac¨® que en el a?o 2004 se sabr¨¢ si es o no una sola fuerza pol¨ªtica.

Maragall mantuvo su oferta a CiU de alcanzar soluciones de amplio consenso en asuntos como la creaci¨®n de las veguer¨ªas la ley electoral catalana y la nueva ley de la Corporaci¨®n Catalana de Radio y Televisi¨®n. Pero advirti¨® que si ahora no se alcanza este consenso, no se ver¨¢ obligado a lograrlo sobre estas mismas materias despu¨¦s de las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas si, como espera, los electores le llevan al gobierno.