Los socialistas reclaman el cese del alto cargo del PP al que acusan de recalificar suelo a su favor en La Cabrera

Acusaciones mutuas de frivolidad, calumnias, falsedades y mentiras y exigencias de dimisi¨®n hacia una y otra parte fue el resultado de la comparecencia, ayer en la Asamblea, del secretario general t¨¦cnico de la Consejer¨ªa de Justicia y Administraci¨®n Local, Alejandro Sanz Peinado. El PSOE hab¨ªa pedido su comparecencia por sospechar que, cuando Sanz era alcalde de La Cabrera, hab¨ªa utilizado su cargo para obtener beneficios para unas empresas familiares. Sanz no s¨®lo no disip¨® las dudas de los socialistas, sino que el portavoz del PSOE en la comisi¨®n de Justicia, Eduardo Tamayo, termin¨® por pedir que abandonara el cargo. 'V¨¢yase por el bien de su consejero y por el de su presidente [Ruiz-Gallard¨®n]', le aconsej¨®.

Y si Sanz hab¨ªa acudido para responder a las acusaciones de los representantes del PSOE, termin¨® por convertirse en acusador y les tach¨® de envidiosos, de rencorosos y de montar todo sobre un conjunto de falsedades y errores. El PP, por boca de su portavoz en la comisi¨®n de Justicia, Manuel Troiti?o, advirti¨® a Tamayo: 'Usted pide la dimisi¨®n de Sanz, pero, cuando se demuestre que todo es mentira, tendr¨¢ que dimitir usted'.

Sanz hab¨ªa le¨ªdo ante la comisi¨®n un largo informe, perfectamente estructurado, en el que explicaba el calendario y las actuaciones que se hab¨ªan seguido en La Cabrera, en relaci¨®n con los terrenos recalificados en los que su familia levant¨® una residencia rural. En su informe, el alto cargo dej¨® claro que ¨¦l ya no era alcalde del municipio cuando, en 1996, se recalificaron los terrenos, y que cualquier decisi¨®n en este sentido hab¨ªa que achacarla al Ayuntamiento del que ¨¦l ya no formaba parte.

Todas las acusaciones, seg¨²n Sanz, respond¨ªan a la 'mala fe', 'las falsedades' y 'las ocultaciones' del diputado socialista Modesto Nolla, quien en el pasado pleno pregunt¨® al consejero de Obras P¨²blicas, Urbanismo y Transportes, Luis Eduardo Cort¨¦s, por estos hechos. Tan estructurada fue su defensa, que Tamayo le record¨® que no estaba ante un tribunal de justicia, sino ante una comisi¨®n de la Asamblea.

Pero fue en la r¨¦plica en la que el secretario general t¨¦cnico ech¨® el resto. Cit¨® a S¨¦neca y lament¨® que los socialistas no siguieran su consejo: 'Homo hominis sacra res' ('el hombre es cosa sagrada para el hombre'). Habl¨® del odio, de la envidia -'esa vieja dama', dijo- y del resentimiento, pasiones todas que ¨¦l situaba tras las denuncias del PSOE. 'Soy', concluy¨®, 'inocente de todo este montaje'.