Milosevic s¨®lo se rindi¨® tras lograr garant¨ªas escritas de que ser¨¢ juzgado en Belgrado

A pesar de las garant¨ªas ofrecidas por las autoridades al ex presidente, el secretario del Tribunal de La Haya, Hans Holthuis, entreg¨® ayer en Belgrado al ministro federal de Justicia, Momcilo Grubac, el acta de acusaci¨®n y la orden de detenci¨®n contra Milosevic. Grubac asegur¨® que ¨¦l en persona las entregar¨ªa a Milosevic y facilit¨® a Holthuis una documentaci¨®n sobre las reformas legales en marcha en Yugoslavia para permitir la extradici¨®n de sus ciudadanos.

Nin aparece esta semana con una advertencia sobre una exclusiva, resaltada en amarillo en la portada: 'El acuerdo sobre Milosevic que el 31 de marzo firmaron Kostunica, Milutinovic y Djindjic'. En el interior el semanario reproduce el documento que expresa de la forma m¨¢s palpable lo que hasta ahora flotaba en el ambiente. El texto va encabezado con el t¨ªtulo Declaraci¨®n y lleva a la misma altura las firmas de los presidentes de Yugoslavia y Serbia, Vojislav Kostunica y Milan Milutinovic, y por debajo la del primer ministro de Serbia Zoran Djindjic. La declaraci¨®n empieza con un solemne 'Nosotros los abajo firmantes, cargos del Gobierno de la Rep¨²blica Federal de Yugoslavia y de la Rep¨²blica de Serbia, claramente decididos a la aplicaci¨®n de la ley y el establecimiento de un estado de derecho, con el deseo de impedir las v¨ªctimas innecesarias declaramos...'.

A continuaci¨®n se especifican los t¨¦rminos del acuerdo. En el primero de ellos se deja claro de forma tajante que la detenci¨®n de Milosevic no tiene nada que ver con La Haya: 'El procedimiento penal abierto ante el juzgado del distrito en Belgrado contra Slobodan Milosevic, ex presidente de la Rep¨²blica de Serbia y de la Rep¨²blica Federal de Yugoslavia y presidente del Partido Socialista de Serbia, no ha sido iniciado a petici¨®n del Tribunal Penal Internacional para los cr¨ªmenes de guerra cometidos en la antigua Yugoslavia, sino por la sospecha fundada de haber cometido el delito criminal del art¨ªculo 26 del c¨®digo penal de Yugoslavia'. A?ade la declaraci¨®n, sin dejar lugar a dudas: 'Y en vista de ello ser¨¢ tratado ante los ¨®ganos judiciales de Yugoslavia'.

Los siguientes t¨¦rminos de la declaraci¨®n se refieren a garant¨ªas sobre el encarcelamiento y para la familia de Milosevic: 'Nosotros garantizamos a Slobodan Milosevic que durante el procedimiento judicial tendr¨¢ comunicaci¨®n sin obst¨¢culos con su familia. A la familia de Milosevic se le garantiza la seguridad personal y de sus propiedades, al igual que la posibilidad de utilizar su residencia'.

El negociador de la entrega de Milosevic por parte del Gobierno, el jefe del grupo parlamentario de la Oposici¨®n Democr¨¢tica de Serbia (DOS), Cedomir Jovanovic, hab¨ªa mencionado d¨ªas atr¨¢s en una conferencia de prensa el acuerdo ofrecido a Milosevic, pero sin mencionar la existencia de un texto escrito y firmado por tres personajes de tanto rango y tan diferentes. A la pregunta de qui¨¦n garantizaba lo pactado, Jovanovic respondi¨®: 'El Estado'. En la misma conferencia de prensa, este joven diputado declar¨® que no se hab¨ªa garantizado a Milosevic la no extradici¨®n a La Haya, sino s¨®lo que no le llevar¨ªan al aeropuerto y s¨ª a la prisi¨®n central de Belgrado.

El tr¨ªo de firmantes de la declaraci¨®n ofrecida a Milosevic resulta casi perverso. Por una parte se involucran con su firma Kostunica y Djindjic, que pocas horas m¨¢s tarde se acusar¨ªan de culpabilidad en el fracaso de la primera intentona violenta de detener a Milosevic la madrugada del s¨¢bado. El tercero, Milutinovic, pertenece al Partido Socialista de Serbia (SPS), es correligionario de Milosevic y era vicepresidente de su partido cuando firm¨® la declaraci¨®n. Milutinovic podr¨ªa acabar con Milosevic en La Haya. El todav¨ªa presidente de Serbia figura en la lista de dirigentes serbios acusados por La Haya.