Cuesti¨®n de gustos

La decisi¨®n de Marks & Spencer de echar el cierre ha sido una sorpresa incluso para los que mejor conocen la mala marcha de la compa?¨ªa en Espa?a, los empleados. Los ¨²ltimos datos -las ventas crecieron un 15% hasta los 14.493 millones de pesetas y las p¨¦rdidas se redujeron a la mitad- y el hecho de que el grupo brit¨¢nico invirtiera alrededor de 5.000 millones de pesetas para abrir un nuevo local en pleno centro de Barcelona hace menos de a?o y medio parec¨ªan alejar una medida tan dr¨¢stica. Adem¨¢s, en una de sus ¨²ltimas reuniones, la direcci¨®n comunic¨® a los sindicatos que la filial ten¨ªa un plan para reforzar la marca, renovar la imagen y seguir incentivando a los empleados para incrementar las ventas, aseguran Pilar Rodr¨ªguez y Maite C¨¢rdenas, de CC OO y dependientas del centro de Serrano en Madrid, el primero que abri¨® la firma en marzo de 1990.

Lo cierto es que esta filial nunca ha ido bien. Sus directivos han preferido no explicar el por qu¨¦ esta semana, pero todos los consultados coinciden en que 'han cometido un error claro de aproximaci¨®n', en palabras de ?scar Marcos, analista de Merrill Lynch. O lo que es lo mismo, han intentado importar el gusto ingl¨¦s en lugar de adaptarse al mercado espa?ol. De esta circunstancia debi¨® darse cuenta Cortefiel hace un a?o, cuando vendi¨® su participaci¨®n, que llegaba al 20%.

La empresa ha logrado, sin embargo, ¨¦xitos parciales, como los resultados de algunos centros o las ventas de lencer¨ªa, sobre todo al principio cuando no hab¨ªa casi competidores.

El fracaso de M&S fuera de su pa¨ªs no es extra?o en un sector en el que suele haber un l¨ªder local muy fuerte -El Corte Ingl¨¦s en Espa?a, las Galer¨ªas Lafayette en Francia- y donde para que un centro coja 'velocidad de crucero' han de pasar al menos tres a?os, explica el analista de Merrill Lynch. A tres de los centros espa?oles de M&S -en Madrid, Bilbao y Barcelona- ni siquiera les ha dado tiempo.

Aunque las circunstancias de M&S pueden ser comunes a cualquier gran almac¨¦n que decida emprender la aventura internacional, el fin de la misma ha sido especialmente abrupto. Diez d¨ªas despu¨¦s de abierta la crisis, la plantilla, formada por 780 trabajadores repartidos en nueve centros -s¨®lo cuatro en propiedad- de Barcelona, Bilbao, Madrid, Sevilla y Valencia, s¨®lo tiene clara una fecha, el 31 de diciembre, cuando las tiendas deben estar cerradas y sus trabajadores incorporados a otra empresas o en el paro. La empresa no tiene por qu¨¦ tener problemas para vender o traspasar los locales -la mayor¨ªa muy c¨¦ntricos- entre sus competidores. No ocurre lo mismo con parte de la plantilla. Muchos trabajadores de Serrano provienen del antiguo Celso Garc¨ªa, tienen 25 a?os de antig¨¹edad y una media de edad que ronda los 50.

Los tres sindicatos con representaci¨®n -Fetico, CC OO y UGT-, cuyos delegados aseguran que existe una relaci¨®n fluida con los directivos, est¨¢n molestos por la forma en que ha sido comunicada la decisi¨®n y la rechazan 'por injustificada'. Una vez tomada, defienden la negociaci¨®n, a lo que est¨¢n abiertos los gestores, si bien tienen poca autonom¨ªa de Londres. Por ahora no saldr¨¢n a la calle, como han hecho sus colegas de otros pa¨ªses. De hecho estuvieron en su puesto unas horas despu¨¦s de saber que ya no cuentan con ellos.