Silencio en el locutorio
El pleito entre dos compa?¨ªas mantiene sin servicio desde el pasado jueves a 300 locales de telefon¨ªa
Los sue?os de Maggie Rosero Aguirre est¨¢n depositados en un min¨²sculo locutorio cuyas cinco l¨ªneas telef¨®nicas permanecen cortadas desde el pasado mi¨¦rcoles. Por cada d¨ªa que no trabaja, esta mujer ecuatoriana pierde entre 30.000 y 40.000 pesetas. Por eso, el pesimismo comienza ya a ganarle terreno: 'Todo mi esfuerzo est¨¢ invertido en este negocio. Y si se me acaba no s¨¦ qu¨¦ voy a hacer', comenta sin ocultar su preocupaci¨®n.
Maggie forma parte de un grupo de personas, en su mayor¨ªa inmigrantes, que se hallan en medio de un pleito entre la operadora de locutorios Vic Telehome y la compa?¨ªa Telef¨®nica. Los m¨¢s de 3.000 millones de pesetas que, seg¨²n Telef¨®nica, le adeuda Vic Telehome obligaron a aqu¨¦lla a cortar el servicio a 900 locutorios en todo el pa¨ªs, de los cuales unos 300 se hallan en Madrid. Vic Telehome compra a Telef¨®nica paquetes de minutos, que luego revende a los propietarios de locutorios.
El pasado jueves, los due?os de estos locales se despertaron con la sorpresa de que sus tel¨¦fonos no ten¨ªan servicio porque Telef¨®nica se lo hab¨ªa suprimido a su vez a Vic Telehome, la empresa que controla m¨¢s del 50% del mercado. Y comenz¨® para ellos un aut¨¦ntico calvario. 'No hay otra manera de describirlo. Es como un v¨ªa crucis. Nosotros vivimos de esto. Y, si no trabajamos, no comemos. As¨ª de claro es este asunto. Lo peor es que en una situaci¨®n como ¨¦sta nadie nos defiende', cuenta el propietario de un locutorio en pleno centro de la capital.
Mentiras mutuas
Un portavoz de Vic Telehome asegura que la deuda que Telef¨®nica le achaca es 'inexistente' y que esta compa?¨ªa cort¨® 's¨®lo con cuatro horas de antelaci¨®n' el servicio, cuando lo normal es que el preaviso sea de 15 d¨ªas. Unos y otros -Vic Telehome y Telef¨®nica- se acusan de mentiras mutuas, pero, mientras el conflicto se resuelve, los locutorios siguen cerrados.
El ¨²ltimo cap¨ªtulo del enfrentamiento se abri¨® el pasado viernes. La operadora de locutorios denunci¨® a Telef¨®nica ante la Comisi¨®n del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), dependiente del Ministerio de Econom¨ªa. En el escrito que remiti¨® al ¨®rgano regulador, Vic Telehome aduce que se ha convertido 'en un potencial competidor' para Telef¨®nica desde que consiguiera, el pasado junio, una licencia de operador de telefon¨ªa clase A. Esta situaci¨®n, dice el escrito, 'oblig¨® a Telef¨®nica a trazar su estrategia para apartar del mercado a su actual cliente y futuro competidor'.
'Yo no quiero que me expliquen lo que ocurre entre las dos empresas. A m¨ª no me importa. Lo ¨²nico que s¨¦ es que yo pago religiosamente cada semana mis cuotas a Vic Telehome y ahora me han cortado las l¨ªneas y no tengo trabajo desde hace cinco d¨ªas', comenta, indignado, el due?o de otro establecimiento.
'Estamos atados de pies y manos y no sabemos nada. Lo ¨²nico que queremos es que nos pongan las l¨ªneas', a?ade Maggie Rosero. Para instalar su locutorio, ella necesit¨® seis a?os de trabajo cuidando a un anciano. Con los pocos ahorros que le dejaba aquella actividad logr¨® reunir dos millones de pesetas y dar el gran salto a lo que cre¨ªa ser¨ªa una vida mejor. 'Lo invert¨ª todo, absolutamente todo, en esto'.
Hace un a?o abri¨® el local en la zona de Goya, un barrio que, seg¨²n ella reconoce, 'no es demasiado rentable' porque all¨ª viven pocos inmigrantes. 'El alquiler que pago sobrepasa las 100.000 pesetas y tambi¨¦n me toca pagar la renta del piso donde vivo. Adem¨¢s, tengo que enviar dinero a mi casa en Ecuador para ayudar a mis hermanos y a mis padres', relata. 'Yo espero que todo este esfuerzo no se me vaya por la borda', agrega.
Como la de Maggie se repiten cientos de historias. Detr¨¢s de cada una hay un inmigrante. Colombianos, ecuatorianos, peruanos, marroqu¨ªes, senegaleses, entre otros, son los due?os de estos peque?os lugares en los que, por un precio m¨®dico -entre 55 y 70 pesetas por minuto-, los extranjeros calman su sed de hablar con sus seres queridos.
Desde que se quedaron sin servicio telef¨®nico, los propietarios de los locutorios no han hecho otra cosa que acudir en masa hasta la sede de Vic Telehome, en la calle de Juan de Ol¨ªas, en el distrito de Tetu¨¢n. All¨ª buscan desesperadamente una soluci¨®n. Y de momento ¨¦sta parece no llegar. Algunos piensan crear cooperativas y solicitar las l¨ªneas por cuenta propia a Telef¨®nica y otros han decidido esperar. Muchos no saben qu¨¦ hacer.
El pasado domingo, el d¨ªa de mayor actividad en los locutorios, Juan Narv¨¢ez, otro ecuatoriano due?o de un local, se lamentaba de la situaci¨®n: 'El fin de semana es cuando m¨¢s gente viene. Hoy esto deber¨ªa estar lleno y las personas pele¨¢ndose las cabinas. He tenido que explicarle a mis clientes que no ha sido culpa m¨ªa, que yo pago las l¨ªneas'.
Juan asegura que para venir a Espa?a tuvo que 'vender hasta la escoba'. En el poco tiempo que lleva aqu¨ª ha recogido cartones en la calle, ha repartido publicidad y ha trabajado cuidando ancianos. Como en el caso de Maggie, Juan tambi¨¦n invirti¨® todos sus ahorros, unos dos millones de pesetas, en el locutorio que tiene en la calle del ?guila, en Latina. 'Con este negocio llevo siete meses y, justo cuando empezaba a recibir mi primera ganancia, me dan un trancazo. Eso no es justo. Yo pensaba que en los pa¨ªses que dicen ser desarrollados no pasaban cosas como ¨¦sta', se queja Juan.
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