El 24% de las entidades que tienen objetores de conciencia ven peligrar sus servicios
La falta de personal amenaza a las organizaciones peque?as que ayudan a los desfavorecidos
El estudio, realizado por la Fundaci¨®n Aut¨®noma Solidaria, dependiente de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, se basa en 936 encuestas personales y telef¨®nicas a responsables, objetores y beneficiarios de una muestra de 136 entidades representativas de las 7.400 que utilizan objetores. El resultado m¨¢s llamativo es que una de cada cuatro entidades p¨²blicas y privadas consultadas es pesimista y cree que tendr¨¢ que suprimir los servicios de atenci¨®n personalizada si no se encuentra la f¨®rmula para sustituir a los objetores.
Jordi Tolr¨¤, director del estudio, distingue las plazas para objetores en tres grandes tipolog¨ªas. El primer grupo corresponde a aquellos puestos creados por las administraciones, sobre todo a partir de 1994. 'Si estas plazas no se cubren no pasar¨¢ nada, puesto que no realizaban ninguna tarea imprescindible', comenta Tolr¨¤. En un segundo grupo est¨¢n las entidades que crearon plazas para aqu¨¦llos de sus j¨®venes socios que quer¨ªan librarse del servicio militar. Tampoco estas organizaciones tendr¨¢n ning¨²n problema, puesto que las plazas representaban m¨¢s un servicio a los propios socios que un servicio social a la comunidad.
Pero un tercer grupo de entidades -el mayoritario- s¨ª puede encontrarse con graves problemas. Ah¨ª se encuentran aquellas asociaciones o grupos de ayuda a colectivos desfavorecidos que crecieron o ampliaron sus servicios basando su acci¨®n en el trabajo prestado por los objetores. Los objetores de conciencia suelen realizar all¨ª labores de atenci¨®n personalizada a colectivos desfavorecidos espec¨ªficos.
Tama?o cr¨ªtico
El tama?o de las ONG parece decisivo para la capacidad de encajar el final de la prestaci¨®n social sustitutoria: las organizaciones m¨¢s grandes cuentan con m¨¢s recursos para ser previsoras, y han ido tomando sus precauciones para adaptarse a la falta de objetores de conciencia.
En las carreteras espa?olas el automovilista ten¨ªa siempre garantizados el toro de Osborne, la Guardia Civil y la Cruz Roja. La presencia de esta ¨²ltima, sin objetores, va a disminuir. Cruz Roja es la principal organizaci¨®n humanitaria, con 632.000 socios y 140.000 voluntarios. 'Ahora tenemos los ¨²ltimos 5.000 objetores', dice Antoni Bruel, coordinador de Cruz Roja. 'Hemos ido adapt¨¢ndonos a lo largo de 10 a?os a su desaparici¨®n. Pero estaban dispersos en unos 900 puntos, con lo cual todo ha sido m¨¢s f¨¢cil'.
'Nadie va a quedar sin atenci¨®n', asegura Bruel. 'El transporte de enfermos por carretera, seg¨²n el nuevo marco legal, se efect¨²a cada vez m¨¢s por empresas privadas a las que las Administraciones contratan con canon fijo. Nosotros tenemos que volcarnos m¨¢s al socorro, a la prevenci¨®n, a la emergencia, al salvamento mar¨ªtimo'. Cruz Roja conf¨ªa en el voluntariado. 'S¨®lo el 20% de nuestros voluntarios menores de 30 a?os son objetores. En Espa?a, al contrario que en otros pa¨ªses europeos, el n¨²mero de voluntarios no es problema, ni para nosotros ni para las ONG'.
Tambi¨¦n en C¨¢ritas est¨¢n lejos de sentirse agobiados. 'Tenemos 57.000 voluntarios', dice Juan Jos¨¦ L¨®pez, responsable de objeci¨®n de conciencia en la entidad, donde unos 300 objetores repartidos en diferentes di¨®cesis 'realizan trabajos de acompa?amiento a excluidos y de apoyo administrativo', explica.
Las ONG peque?as, sin embargo, no ocultan el resquemor. 'Somos unos 600 voluntarios, casi todos jubilados, y tenemos unos 100 objetores, que realizan tareas de almacenamiento porque ellos no tienen problemas de cervicales o de lumbares', explica Mariano Monter, vicepresidente de la Fundaci¨®n de Bancos de Alimentos. 'El problema es grave para entidades como la nuestra. Confiamos en la promesa del Ministerio de Justicia de una especie de voluntariado civil, incentivado de alg¨²n modo'.
Reducir almacenes
La reducci¨®n de almacenes ha salvado de esa situaci¨®n a Farmac¨¦uticos Mundi. 'Llegamos a tener 200 objetores para siete almacenes provinciales, pero ahora s¨®lo contamos con almacenes de residuos farmac¨¦uticos en Canarias y Catalu?a, por acuerdos con esas administraciones', explica Eugenia Garc¨ªa, de dicha ONG. 'Por tanto, hemos ido reduciendo plazas de objetores'.
Tolr¨¤, por su parte, pone a la propia Universidad Aut¨®noma de Barcelona como un ejemplo pionero en la sustituci¨®n de los objetores por voluntarios y profesionales. Esta universidad ten¨ªa, hace tres a?os, un total de 100 plazas para objetores de conciencia. La mayor parte de estas plazas serv¨ªan para realizar servicios de acompa?amiento a estudiantes con minusval¨ªas, para promocionar h¨¢bitos m¨¢s saludables o para atender a estudiantes de cualquier universidad que se encontraban en la prisi¨®n. En los ¨²ltimos dos a?os se han suprimido las 100 plazas, pero se ha logrado mantener todos los servicios gracias al creciente n¨²mero de voluntarios, y se han creado una docena de puestos de trabajo remunerados con la funci¨®n de coordinar el cuerpo de voluntarios de la universidad.
El estudio dirigido por Tolr¨¤ concluye que la prestaci¨®n social sustitutoria ha cubierto -o creado- 'una serie de realidades o necesidades que, una vez finalizada ¨¦sta, habr¨¢n de ser atendidas mediante otros mecanismos, puesto que generar¨¢n una demanda social propia'. Y sugiere: 'La profesionalizaci¨®n del servicio, el voluntariado, o alg¨²n tipo de Servicio Civil son algunas de las principales alternativas que se deber¨¢n barajar'.
Los responsables de las entidades que se sometieron a la encuesta tienen distintas preferencias respecto a esas alternativas. El 60% cree que deben ser las asociaciones de voluntariado las que asuman el protagonismo. El 34% opina que debe ser la Administraci¨®n p¨²blica la que tome el relevo, particularmente en los programas que llevan a cabo los municipios y la comunidades aut¨®nomas. Y otro 20% (las alternativas no son excluyentes) cree que ser¨¢ preciso contratar personal.
Sea como sea, casi todos los encuestados creen que los servicios deber¨¢n seguir prest¨¢ndose.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Servicios sociales
- Prestaci¨®n sustitutoria
- Voluntariado
- Insumisi¨®n
- Ministerio de Justicia
- VII Legislatura Espa?a
- PP
- Marginados
- Estad¨ªsticas
- Pol¨ªtica social
- Servicio militar
- Legislaturas pol¨ªticas
- Ministerios
- ONG
- Solidaridad
- Gobierno
- Partidos pol¨ªticos
- Administraci¨®n Estado
- Defensa
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Marginaci¨®n
- Grupos sociales
- Problemas sociales
- Sociedad