El TNC presenta 'Estiu', montaje que hurga en el dolor que genera una guerra
Manuel Dueso dirige la obra, de Edward Bond, con Julieta Serrano y Merc¨¨ Sampietro
Edward Bond (Londres, 1934) escribi¨® esta pieza en 1982, mucho tiempo despu¨¦s de haber vivido su primer bombardeo, cuando ten¨ªa cinco a?os. El autor, que entiende el teatro como una forma de hacer justicia, habla en su obra de la vida y la muerte, de las sombras que pueden empa?ar la existencia humana, de los recuerdos, la bondad y el odio. En su versi¨®n catalana, el espect¨¢culo ha sido dirigido por Manel Dueso y propone un duelo interpretativo entre Julieta Serrano y Merc¨¨ Sampietro. Pep Torrents, Miquel Garc¨ªa Borda y M¨°nica Marcos completan el reparto.
Estiu se sit¨²a en un lugar indeterminado de la Europa del Este, ('probablemente Yugoslavia', dice el director). Es un lugar en la costa mediterr¨¢nea del que uno de los personajes, una mujer, huy¨® al acabar la guerra. Su familia pertenec¨ªa a la aristocracia: su padre era el cacique del pueblo, due?o del banco, la f¨¢brica y el peri¨®dico local, y ella estaba acostumbrada a vivir rodeada de criados. Pero la guerra lo cambi¨® todo, y la casa familiar pas¨® justamente a manos de una de las criadas, que vive en ella con su hijo. Ahora, la mujer que huy¨® regresa con su hija para pasar el verano en el lugar que nunca ha podido borrar de su memoria. El reencuentro avivar¨¢ los fantasmas de las dos supervivientes. Mientras la generaci¨®n veterana limpia sus odios, los hijos se enamoran y est¨¢n dispuestos a tener un hijo.
A juicio del director, los personajes m¨¢s maduros encarnan 'tres formas de entender la vida desde el punto de vista social y pol¨ªtico'. En su opini¨®n, los tres se hermanan en su condici¨®n de v¨ªctimas de unos hechos en los que no intervinieron de un modo decisivo -'no eran', dice, 'personalidades, sino gente normal'-, y les hermanan tambi¨¦n las consecuencias que la guerra provoc¨® en ellos. 'Las secuelas no les han permitido vivir de una manera abierta, les ha quedado una p¨¢tina del pasado, de lo que hubiera podido ser y no fue', explica Dueso. El director cree que, durante su reencuentro, los personajes que han vivido la guerra no buscan, de modo consciente, un ajuste de cuentas. 'Pero todo el mundo tiene la necesidad, de un modo u otro, de escupir o pegar una patada', a?ade. En su opini¨®n, la obra enfrenta a dos generaciones: 'la que muere en las prisiones de sus propios recuerdos y necesidades' y la de los j¨®venes, 'el futuro'. Y lo explica con una frase que uno de los personajes adultos dirige a un joven: 'Yo muero para que t¨² vivas'.
Dueso destaca que la obra fuera escrita antes de la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn y de las guerras en la ex Yugoslavia como un signo de la lucidez y la clarividencia del autor. Se?ala tambi¨¦n el esfuerzo supremo, tanto para los int¨¦rpretes como para ¨¦l mismo, que ha supuesto llevar a escena esta obra 'de texto-texto', en la que el autor 'no hace ninguna concesi¨®n, no crea grandes efectos teatrales de cara a la galer¨ªa'. A?ade que, en absoluta concordancia con el resto de su producci¨®n dram¨¢tica, Bond 'conoce muy bien lo que quiere explicar y va hasta el fondo para hacerlo, si es preciso abriendo heridas y haciendo brotar la sangre'.
Las protagonistas destacan la concentraci¨®n que precisan para conectar con sus personajes. 'Es una funci¨®n muy compleja', resume Sampietro, que habla de su personaje como una mujer 'con una esquizofrenia muy profunda ocasionada por el pasado y que, como el resto de personajes, se niega a aceptar otra justicia que no sea la propia'. Serrano cree que la obra habla de 'una aparente bondad, que si se utiliza de una forma patriarcal o no equitativa genera injusticia'. Estiu podr¨¢ verse hasta el 10 de junio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.