Cr¨ªtica celebra 25 a?os con dos nuevas colecciones que dirigen j¨®venes treinta?eros
'El progreso material prima hoy sobre la reflexi¨®n o la curiosidad por saber', dice Pont¨®n
Cumplir un cuarto de siglo significa juntar recuerdos y hacer balance. Gonzalo Pont¨®n (Barcelona, 1944) se sorprende a¨²n de que uno de los libros m¨¢s vendidos de Cr¨ªtica haya sido El florido pensil, de Andr¨¦s Sope?a, que en un tiempo r¨¦cord alcanz¨® los 200.000 ejemplares. Aunque el best-seller m¨¢s best-seller de la editorial ha sido la Historia de Espa?a de Pierre Vilar, que va por el medio mill¨®n de ejemplares, seguida por La historia del tiempo, de Stephen Hawkings, que se acerca a los 300.000.
Cr¨ªtica, con un capital social de 4.000 millones de pesetas, naci¨® bajo el paraguas de Juan Grijalbo. 'Tuvimos mucha suerte. Grijalbo puso a nuestra disposici¨®n todo su aparato comercial y su distribuci¨®n. Nos pagaba los libros por adelantado antes de que las librer¨ªas liquidaran las cuentas, y adem¨¢s las peque?as imprentas no nos cobraban hasta seis meses despu¨¦s'. Fue muy cuidadoso al contratar los primeros libros. 'Por Plumas y palabras, de Aza?a, pagamos una cantidad r¨ªdicula. De Tratado de la tolerancia, de Voltaire, ya hab¨ªan caducado los derechos, como los de de Karl Marx como hombre, pensador y revolucionario. S¨ª tuvimos que pagar por La Rep¨²blica espa?ola y la guerra civil, de Gabriel Jackson, que tambi¨¦n publicamos en 1976'.
Gonzalo Pont¨®n comenz¨® su actividad editorial en 1964, en Ariel, como corrector; luego fue traductor, jefe de producci¨®n, jefe de redacci¨®n y secretario de gerencia. Entre 1973 y 1975 fue director editorial de Ariel-Seix Barral.
Marx en 60 metros
En 1976, Pont¨®n fund¨® Cr¨ªtica. Recuerda el peque?o piso de 60 metros cuadrados donde se instal¨® la editorial, en el que s¨®lo trabajaban ¨¦l y Manuel Sacrist¨¢n, que dirig¨ªa las obras completas de Marx y Engels. Francisco Rico y Josep Fontana, que hab¨ªan estado en Ariel, se fueron tambi¨¦n con Pont¨®n a Cr¨ªtica. 'Sin Fontana no existir¨ªa Cr¨ªtica, ha sido su inspiraci¨®n y su puntal en todas las ¨¦pocas de la editorial. Ha sido mi profesor y maestro de vida, y mi pa?o de l¨¢grimas'.
En 1982, Pont¨®n fue nombrado director de publicaciones de Grijalbo y dirigi¨® el Gran Diccionario Enciclop¨¦dico Grijalbo. En 1990, cuando Mondadori compr¨® Grijalbo, ocup¨® el cargo de adjunto al consejero delegado, y cuatro a?os despu¨¦s fue consejero delegado del Grupo Grijalbo Mondadori. En 1999, por 'profundas discrepancias en la manera de dirigir el grupo', recompr¨® las acciones de Cr¨ªtica y se fue, pero vendi¨® el 70% al Grupo Planeta. 'Si hubiera tenido suficiente dinero me la habr¨ªa quedado yo, pero no fue posible'. Pont¨®n contin¨²a como consejero delegado de Cr¨ªtica y dirige el ¨¢rea universitaria de Planeta, que incluye a Ariel.
Al incorporarse a Planeta, Cr¨ªtica tuvo graves problemas de distribuci¨®n (sus libros casi desaparecieron de las librer¨ªas), que 'ya se han superado porque Planeta ha especializado a sus vendedores y tiene distribuci¨®n especial para las obras literarias y universitarias'.
Pont¨®n y Cr¨ªtica -'es una editorial muy tozuda y lo seguir¨¢ siendo'- contin¨²an en la brecha. Los tiempos y las formas han cambiado, pero no los objetivos. La editorial se present¨® en 1976 con una especie de manifiesto en el que se declaraba su prop¨®sito de 'contribuir a la formaci¨®n de una cultura cr¨ªtica, poner al alcance de todos, junto a obras cl¨¢sicas todav¨ªa vigentes, lo m¨¢s vivo y valioso del pensamiento contempor¨¢neo'. Historia, filosof¨ªa, pol¨ªtica, econom¨ªa, letras y ciencias son las cuestiones que ha abordado Cr¨ªtica para 'explicar lo que ha pasado y pasa en el mundo y en Espa?a'.
Ahora es m¨¢s dif¨ªcil, dice Pont¨®n: 'La incre¨ªble evoluci¨®n econ¨®mica y tecnol¨®gica que ha experiementado este pa¨ªs no ha sido paralela a la del pensamiento. La sociedad prefiere el progreso material a la reflexi¨®n y la curiosidad por saber. La Universidad es un desastre sin paliativos. La actitud y voluntad de conocimiento que hab¨ªa durante la Rep¨²blica hoy no existen. El nivel de miseria moral e intelectual es grande'.
Pero como Cr¨ªtica es una editorial tozuda, no se da por vencida y saca dos nuevas colecciones para afrontar los nuevos tiempos: Letras de Humanidad, dirigida por Gonzalo Pont¨®n Gij¨®n, hijo del fundador de la editorial, que abordar¨¢ las principales disciplinas de humanidades, pero no contempladas como 'compartimentos estancos, sino como perspectivas de un indagar com¨²n', y Ares y Mares, dirigida por Carmen Esteban, que, seg¨²n Pont¨®n, 'vistas las dificultades, tratar¨¢ temas de enorme trascendencia de una manera m¨¢s sencilla y l¨²dica'. El primer t¨ªtulo es todo un ejemplo: Mi marido me pega lo normal, del m¨¦dico forense Miguel Lorente Acosta. 'Pero no debe llevar a enga?o, se trata de un estudio sociol¨®gico de primera magnitud. Ares y Mares intentar¨¢ explicar el mundo desde la cotidianeidad, no desde planteamientos universitarios'.
Pont¨®n Gij¨®n y Esteban est¨¢n en los 30 a?os. 'Son ellos quienes deben generar una nueva sensibilidad en una ¨¦poca en la que se han perdido los grandes referentes morales. La libertad, la igualdad y la tolerancia son valores permanentes, pero los j¨®venes tienen que construir su propia curiosidad para comprender el mundo'.
Babelia
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